<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
Síguenos en:
x
Columnistas | PUBLICADO EL 01 julio 2022

Antioquia federal

Cada tantos años volvemos a caer, muchos de forma no irónica, en el autismo colectivo que representa discutir la posibilidad de una “Antioquia federal”.

Antioquia federal
Por David González Escobar - davidgonzalezescobar@gmail.com
Infográfico

Cada tantos años volvemos a caer, muchos de forma no irónica, en el autismo colectivo que representa discutir la posibilidad de una “Antioquia federal”. Y no lo niego, burlarse de la ficticia autarquía antioqueña es divertido: imaginarse unos viejos chuchumecos proclamando la independencia del godo Estado Soberano de Antioquia y tomándose Rionegro para revivir la Constitución de 1863 es un ejercicio mental que nunca sobra. Pero, más allá de los memes, del “Paisaporte” y de nuestra posible “moNEA”, con la cara de Fico en los billetes de 50 mil, yo de verdad me pregunto: ¿Los que promueven una Antioquia federal están seguros de querer quedarse encerrados con la realidad política local actual?

Antioquia fue el niño raro en el mapa electoral: la única esquina azulita o moradita donde Fico fue ganador. El único departamento en el que Duque no logró borrar del todo la sombra de Uribe. Sin embargo, el caudillismo que domina las dinámicas antioqueñas en la política nacional distan mucho de lo que refleja su dinámica política regional y local, donde ni el fajaridismo, ni el fiquisimo, ni el uribismo son quienes mandan. Y no hay que remontarnos ni siquiera al 2019 para verlo: basta con ver algunos de los victoriosos de las elecciones legislativas del 13 de marzo.

Los “otrora grandes” Partido Conservador y Partido Liberal, ni conservador el uno ni liberal el otro, convertidos hace años en agencias de políticos profesionales cuyos principios venden al mejor postor, tienen como punta de lanza en sus negociaciones burocráticas con el entrante gobierno de Petro a dos notables antioqueños: Carlos Andrés Trujillo y Juan Diego Echavarría. El primero, el segundo senador más votado del Partido Conservador y el sexto más votado del país. El segundo, el heredero de la estructura política del falsificador de títulos Julián Bedoya, el único senador liberal rebelde que se mantuvo firme con Petro. El primero, con su fortín político en Itagüí; el segundo, en La Estrella. Las futuras mayorías de Petro en el Congreso se las debe en gran parte a las estructuras políticas tradicionales antioqueñas.

Y no solo les debe Petro, sino las otras figuras importantes del Ejecutivo que les competen a los antioqueños: tanto Daniel Quintero como Aníbal Gaviria son aliados de la política tradicional antioqueña que ante la inevitable tentación del presupuesto ahora es petrista. Las estructuras clientelistas en Antioquia las han ganado todas: tienen representación en la alcaldía y gobernación, concejales y diputados haciendo fila, alcaldes de municipios pequeños ayudándoles a su reelección y ahora la posibilidad de mantener burocracia que les aceite sus maquinarias en un gobierno de Petro.

En vez de provocar pena ajena promoviendo la idea de una “Antioquia federal”, quienes parecen estar tan preocupados por el futuro político de Antioquia deberían mirar hacia adentro, no hacia fuera: la batalla política será en 2023. El grueso de la clase política tradicional ya jugó sus cartas con Petro, sus apoyos a la alcaldía y gobernación seguro estarán condicionados a alguien que se alinee con los intereses que ahora habitan la Casa de Nariño. Con Quintero, quienes defendían a capa y espada el “modelo Medellín” de los últimos 20 años salen golpeados, y, más allá de un posible retorno de Fico, hasta ahora no surgen nombres ni narrativas fuertes que le puedan competir a quién decide endosar el alcalde. En cuanto a la gobernación, la “Unidad Nacional” de los políticos tradicionales y el “establecimiento antioqueño” seguramente ya no tendrán a alguien en quien encontrar puntos comunes como Aníbal.

Un año parece mucho, pero en realidad no es tanto 

David González Escobar

Si quiere más información:

Continúa Leyendo
.