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Columnistas | PUBLICADO EL 29 mayo 2022

A la mamá de Andrés Camilo Peláez

La desaparición es la peor infamia cometida contra alguien, el culmen de la vulneración de todos los derechos humanos, un crimen que los colombianos padecemos a diario.

Por Elbacé Restrepo - elbaceciliarestrepo@yahoo.com

Señora Claudia:

No tengo el gusto de conocerla. No distingo su cara, no sé de qué color son sus ojos, ignoro si es alta o si lleva el pelo largo. Pero conozco su corazón y vengo a ofrecerle el mío en esta incertidumbre desgarradora que está viviendo desde hace ya casi sesenta días con sus noches.

Tampoco conozco a su hijo Andrés Camilo, que desapareció de la faz de la tierra en San Andrés de Cuerquia, sin dejar rastro y en cuestión de segundos, como una pompa de jabón. De él, sé lo poco que ha contado la prensa: Que es un joven ingeniero forestal, egresado de la Universidad Nacional, y que al momento de su desaparición estaba trabajando en proyectos de restauración con el Consorcio Energía Colombia, WSP.

Su cuenta de Twitter, a diferencia de quienes usamos esta red para trinar peleas, es un diario de dolor que nadie debería tener que escribir. Un clamor permanente, una plegaria. “Amado Dios, te pedimos que llenes de paz el corazón de Andrés Camilo donde quiera que esté. Cúbrelo con tu preciosísima sangre y tu manto protector. Que no sienta miedo mientras encuentra el feliz regreso a casa sano y salvo para llenarlo con todo nuestro amor”. Pero también es un reclamo a las autoridades, abundante en preguntas y escaso en respuestas frente a la angustia de no saber quién se lo llevó y por qué, dónde está y en qué condiciones.

La desaparición es la peor infamia cometida contra alguien, el culmen de la vulneración de todos los derechos humanos, un crimen que los colombianos padecemos a diario: El Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses informó que entre enero y marzo de este año han desaparecido más de 1.400 personas en Colombia. Una sola ya es mucho, pero esa cantidad en tres meses es un horror absurdo. Un drama del que nadie está libre de sufrir.

Yo sé que las tragedias, una tras otra, nos han vuelto el corazón como una piedra, pero me duele su dolor, Claudia. No tengo información para darle, pero la acompaño en su desolación. Y elevo mi voz para que encuentre a Camilo, para que el Estado cumpla su función de garante y protector de la vida, para que la Fiscalía actúe con la misma celeridad mostrada en casos mediáticos, para que no sea una espera eterna en el silencio detestable de la indiferencia cuando uno necesita y pide a gritos resultados efectivos, acciones contundentes, más allá de ofrecer una recompensa.

“Te estamos esperando, Cami. Le debes a este mundo cumplir cada uno de tus sueños, y nos debemos un fuerte abrazo, lleno de amor”.

Mientras la Fuerza Aérea Colombiana conmemora la semana internacional del detenido-desaparecido, enciendo una luz para que usted encuentre a su muchacho. Y con él, la paz de su corazón.

Reciba un abrazo de madre a madre, este también lleno de amor 

Elbacé Restrepo

Si quiere más información:

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