La próxima semana, el alcalde Federico Gutiérrez deberá decidir si radica, o no, el proyecto de acuerdo para que el Concejo de Medellín autorice o descarte que Empresas Públicas de Medellín (EPM) pueda vender su 13,14 por ciento en Isagén a los nuevos dueños de la generadora, la canadiense Brookfield Asset Management (BAM).
Entre tanto, ayer en una citación al cabildo municipal del gerente de EPM, Jorge Londoño de la Cuesta, surgió un nuevo elemento que facilita, si se tiene luz verde, que EPM pueda ofrecer sus 358,33 millones de acciones en Isagén a los mismos 4.130 pesos que deberá reconocer Brookfield a los demás accionistas minoritarios.
Cabe recordar que este fue el mismo precio mínimo con que la multinacional ganó, en solitario, la subasta de privatización del control accionario de Isagén (57,61 por ciento de la Nación) a cambio de 6,49 billones de pesos. Dichos recursos los giraría hoy Brookfield, según información del portal económico DataiFX.com.
Hasta ahora se tenía claro que el reglamento de enajenación obligaba a Brookfield a realizar dos ofertas públicas de adquisición de acciones (OPA), a finales de marzo y mayo, para solo minoritarios con hasta el 3 por ciento de propiedad.
Pero EPM reveló ayer que, pese a tener el 13,14 por ciento, también podrá participar en la segunda. Claro, si tiene autorización del Concejo y así recibiría 1,48 billones de pesos, a razón de 4.130 pesos por acción.
Norma salva a EPM
El documento de 15 páginas en que basó Londoño su intervención de ayer, y obtenido por este diario, señala que el Decreto 2555 de 2010, que regula las OPA, establece que estas operaciones deben ser dirigidas a todos los demás accionistas, y que esa norma es superior a lo dispuesto en la enajenación de la generadora.
Además recuerda que fue por iniciativa de EPM que el Ministerio de Hacienda modificó el reglamento de la venta de Isagén, para que no se realizará solo una OPA, dos meses después de la fecha de cierre, sino que se celebrara una adicional a los cuatro meses.
Así se buscó “garantizar que los accionistas de naturaleza pública pudieran agotar las etapas de su propio proceso de enajenación”, agrega el documento, tal como lo debe de hacer EPM ante el Concejo, para luego ir, mediante una comisionista de bolsa, a decirle al nuevo dueño mayoritario que quiere ofrecerle sus participación.
Con eso claro, y considerando Londoño apropiado el precio que pagará Brookfield por el control de Isagén, el tiempo corre en contra para obtener la autorización del Concejo .
“Cuando el accionista mayoritario asuma el control de la empresa, de mantenerse en la Bolsa, seguramente bajará considerablemente la acción”, advirtió ayer el gerente de EPM, al recordar que los niveles históricos del título rondan los 2.700 pesos. Es decir, si no se vende a 4.130 pesos, precio mínimo de subasta, la pérdida patrimonial para EPM podría ser de al menos 512.415 millones de pesos, una tercera parte de lo que espera girar como dividendos este año a su único dueño, el Municipio.
De hecho, el ascenso que tuvo el título en días previos a intentos fallidos de subasta, interrumpidos por medidas jurídicas, mostraban fuertes caída en su cotización.
En todo caso, en entrevista con El Espectador, el 16 de enero pasado, directivos de Brookfield aclararon que “permitiremos que todos los inversionistas vendan en la primera o segunda OPA, independientemente de su participación accionaria.
De darse la posibilidad para EPM, Londoño respondió a EL COLOMBIANO que aún no está estipulado qué se hará con los 1,48 billones de pesos que hay en Isagén: “lo importante ahora es no perder un patrimonio y tenemos hasta mayo para ver dónde podríamos invertir los recursos de la mejor manera”.
Se cocina debate
En ese contexto, el secretario de Hacienda de Medellín, Orlando Uribe, respondió ayer a este diario que se harán análisis de por qué vender o no la participación de EPM en Isagén: “es factible que la próxima semana se esté definiendo si se presenta el proyecto de acuerdo”.
Con el tiempo en contra, mientras el alcalde Gutiérrez presenta el proyecto de acuerdo y un cabildo municipal se muestra abiertamente opositor a la venta de Isagén que concretó el Gobierno, la posibilidad de que EPM tenga autorización de vender está llena de cuestionamientos y apenas se esbozan los apoyos (ver opiniones).
De una parte, la concejal citante, María Paulina Aguinaga, del Centro Democrático, criticó ayer que el precio fijado por el Gobierno (4.130 pesos) está subvalorado frente a lo que se esperaba recibir en dólares, en 2013, cuando empezó la enajenación.
“Si en octubre el precio base (de la subasta) era de 1,7 dólares por acción, el fijado el 22 de diciembre pasado es de 1,2 dólares, o sea que por tasa de cambio, la pérdida para EPM ya fue de 532 mil millones de pesos”.
Por su parte, el concejal liberal Fabio Humberto Rivera se mostró a favor de autorizar la enajenación: “qué será mejor, si tener esos recursos allá (Isagén) rentando 22 mil millones de pesos o si se llevan a Hidroituango y en vez de endeudarse más, se pueda capitalizar el proyecto”. El debate apenas comienza .