La discusión sobre la iniciativa para que el gobierno decrete un aumento extraordinario del salario mínimo, como fórmula para acelerar el crecimiento económico, se tomó la agenda de la convención anual que los banqueros colombianos celebran en Cartagena, generando división entre los participantes.
Para el presidente de la junta directiva de la Asociación Bancaria y Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria) y presidente de Bancolombia, Juan Carlos Mora, la idea es susceptible de estudio y requiere un análisis cuidadoso para tomar una determinación. “La economía está empezando a tener una mejor dinámica. Un incremento salarial extemporáneo tendría efectos positivos y negativos, y habría que buscar un equilibrio entre unos y otros”.
En la misma línea se expresó el expresidente de Colpatria, Santiago Perdomo, quien añadió que un alza del mínimo, acompañada de una rebaja de impuestos a las empresas, tendría mucho sentido y se constituiría en un estímulo para el consumo (ver módulo).
“Este aumento salarial no quede atado a los temas pensionales y de aportes parafiscales que corren por cuenta de los empresarios, para que no se vuelva una carga más pesada”, añadió.
Voces en contra
El exministro de Hacienda, Guillermo Perry, calificó como inexplicable esa proposición. “Dicen que es para ayudar a la recuperación económica, pero la recuperación está en curso y eso es evidente en la confianza del consumidor”.
También comentó que de aprobarse una mayor remuneración, se le complicaría la vida al gobierno desde el punto de vista fiscal. “Cualquier aumento del salario mínimo afecta toda la estructura salarial y le eleva la presión de gasto público al Ministerio de Hacienda. Además, se está pensando en bajar los impuestos a las empresas para ayudares a ser más competitivas, pero si se incrementan los salarios se perdería esa ventaja”.
Para Leonardo Villar, director del Centro de Investigación Económica y Social (Fedesarrollo), la propuesta es sorpresiva y coincide con un año en el cual el salario mínimo, en términos reales y descontando la inflación, tuvo un mayor aumento en los últimos ocho años (ver Opinión).
“Todos quisiéramos que los sueldos crecieran más, pero deben aumentar por la mayor productividad y no por regulaciones. No nos podemos hacer ricos con normas, porque el efecto puede ser paradójico y perverso”, concluyó Villar .
5,9 %
aumento del salario mínimo que se decretó para 2018. Quedó en $781.242 al mes.