El petróleo y sus buenos precios viven un idilio motivado por la expectativa de alta demanda y la incertidumbre sobre si habrá abastecimiento para impulsar la reactivación económica mundial. La variedad Brent, que sirve de referencia a Colombia, cerró ayer en 79,09 dólares por barril e incluso tocó los US$80 después de tres años, mientras el petróleo de Texas (WTI) finalizó en US$75,29, que es también un registro positivo.
Aunque expertos creen apresurado y hasta irresponsable hablar de una nueva bonanza petrolera para Colombia debido a la alta volatilidad del crudo, aceptan que a este paso las estimaciones del Gobierno quedarían cortas, pues, por ejemplo, en el Presupuesto General de la Nación (PGN) para 2022 estima un precio promedio de US$63 por barril de Brent para este y el próximo año.
Inclusive hay quienes creen que el crudo tocaría los US$90 a final de año, como la firma Goldman Sachs, pero en cualquier caso el impulso para Colombia es contundente; según cálculos de Minhacienda, por cada dólar que sube el barril la Nación recibe un ingreso marginal de US$130 millones, que a la tasa de cambio de hoy son unos $498.000 millones.
¿Qué implicaciones tendría? Analistas consultados por EL COLOMBIANO mencionan tres factores. El primero es el hecho de contar con recursos extra que no estaban contemplados; el segundo, que Ecopetrol arrojaría utilidades históricas este año y por último, los territorios y sus habitantes gozarían de más regalías.
Pudo ser mejor
El exministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta, considera que si bien esto ayudará a cuadrar caja al Gobierno con hasta $8 billones adicionales, el aprovechamiento pudo ser mucho mayor. ¿Por qué? “Desafortunadamente la producción de petróleo sigue muy baja en comparación con años anteriores”, dice.
Se basa en que en 2020 y lo que va de 2021 Colombia muestra una dinámica a la baja, pues, para el primer semestre de este año Minminas reportó una producción promedio de 729.952 barriles por día, mientras que en idénticos períodos de 2020 y 2019 los datos daban cuenta de 812.927 y 888.968 barriles, respectivamente.
Esto sucede justo cuando la demanda por petróleo tendrá un fuerte repunte a nivel global, según pronosticó ayer la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep).
En las cuentas de ese organismo, hacia 2023 los pedidos subirían en 1,7 millones de barriles diarios, hasta alcanzar 101,6 millones. Especula, incluso, que ese comportamiento continuará hasta 2045, cuando se alcanzarán 108,2 millones diarios. El apetito de los países no pertenecientes a la Ocde y del sector transporte es la razón que sustenta la premisa de la Opep.