11%
aumentó la utilidad de Grupo Sura en el ejercicio de 2023, según reportó esta semana.
30
de abril es la fecha de retiro de Gonzalo Pérez de la presidencia de Grupo Sura.
42
años lleva Gonzalo Pérez vinculado con empresas del Grupo Sura.
Gonzalo Pérez está listo para entregar las banderas de Grupo Sura a una nueva generación de líderes. 42 años le ha servido a la empresa en diferentes cargos, y más recientemente, desde el 2020, como presidente; pero cumplió la edad de retiro forzoso y no hay nada qué hacer contra el tiempo inexorable.
En su gestión como presidente, Pérez se destacó por su liderazgo para construir conjuntamente con el equipo directivo y los empleados un nuevo direccionamiento estratégico, definiendo la compañía como un gestor de inversiones, explicó la Junta Directiva cuando anunció su renuncia, el pasado 31 de agosto.
Le puede interesar: Sura tuvo ingresos por $35,5 billones en 2023, $6,3 billones más que el año anterior
Entonces, la misma junta le pidió mantenerse en el cargo mientras terminaba la venta de Nutresa al banquero Jaime Gilinski y sus socios árabes, quienes habían sido una piedra en el zapato durante los últimos años. No solo porque el desenroque de lo que se conocía como Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) iba a causar profundos cambios en Sura y Argos, sino porque los nuevos inversionistas tenían asiento en la Junta Directiva que debía nombrar a su sucesor.
Era irónico. Habían concluido la toma hostil con un acuerdo que dejaba a Gilinski y compañía como dueños de Nutresa, mientras salían de su participación en Sura, pero no podían elegir nuevo presidente porque ellos seguían en la junta.
Así es que, seis meses después de la renuncia de Gonzalo Pérez, no se ha elegido a su sucesor, y la política que se mueve detrás de la elección de quien tomará las riendas de uno de los grupos financieros más grandes del país enviará muchos mensajes al mercado y a la sociedad antioqueña.
Para la realización de este artículo, consultamos con directivos anteriores y actuales del GEA, miembros de la junta directiva, accionistas de Grupo Sura, firmas cazatalentos, corredores de bolsa, y expertos en empresas antioqueñas. Y todos coinciden en que este es un momento muy especial para la compañía, y para todo el empresariado antioqueño. Lo que está en juego con la elección del nuevo presidente es mucho.
Así se hará la elección
Con el intercambio accionario, Jaime Gilinski y su hijo Gabriel renunciaron a sus puestos en la Junta Directiva, para aplicación inmediata, mientras la exministra María Ximena Lombana renunció, pero para ser efectiva el 22 de marzo que es la Asamblea. Esta dimisión de Lombana, con esa fecha, era innecesaria, porque el mandato de la Junta va hasta esa reunión de accionistas, cuando se nombrará un nuevo directorio.
El comité que debe hacer la preselección de candidatos para la Presidencia de Sura está conformado por Jaime Arrubla, quien también preside la junta; Jorge Mario Velásquez, presidente de Grupo Argos; y Gabriel Gilinski. Con la ausencia de este último, se hace necesario recomponer el comité, que hasta este momento no ha sido citado.
Pudimos establecer que el mismo día de la Asamblea habrá un almuerzo donde los nuevos miembros de junta definirán la ruta para elegir al presidente. Apenas para ese momento se sabrá si la selección de candidatos la hará directamente el comité o si contratarán para ello a una firma cazatalentos.
A propósito, Sandra Ávila, gerente de Manpower Business Professionals, explicó que la de presidente es una posición crítica en el negocio, no solamente por lo que implica en el interior de la compañía sino por el impacto en la marca empleadora, en el mercado y en esa confianza que se les da a los inversionistas.
Por eso, contó que cuando se busca a un presidente, “lo primero es revisar la trayectoria, conocimiento y logros que estos candidatos tengan en la industria o el sector, lo que va a permitir alinear la estrategia de la compañía con esas capacidades de visión del negocio, que permitan impulsar el crecimiento, la rentabilidad y los planes de trabajo y expansión”.
Aunque también tienen gran relevancia la ética e integridad de los candidatos, porque va a apalancar la coherencia organizacional y el compromiso social con los diferentes actores de la industria; el networking que es la capacidad de generar compromiso con los diferentes públicos de interés; y el liderazgo de equipos multidisciplinarios y multiculturales, en contextos de abundancia, escasez o incertidumbre.
Lea aquí: Grupo Sura está entre las empresas más sostenibles del mundo, según anuario de S&P Global
El sonajero
Lo cierto, es que el sonajero para esta sucesión se agita con fuerza, y varios nombres se escuchan en las empresas del GEA, pues, como ha ocurrido siempre en el pasado, las directivas de estas compañías terminan siendo empleados históricos del Grupo, antes conocido como el kinder de Nicanor Restrepo. Incluso, algunos de ellos tienen hinchada en sus empresas, con compañeros que les animan a que este es el momento adecuado de tomar el liderazgo.
Estos directivos “sacaron un paraguas” durante las sucesivas OPAS lanzadas por Gilinski, trabajaron a la sombra sin mucho protagonismo y por eso sus nombres no han sido muy conocidos por la opinión pública, pero su trabajo es el que tiene a las compañías antioqueñas en el lugar que ocupan en el mercado latinoamericano.
En el partidor hay dos favoritos, uno de ellos es Ricardo Jaramillo Mejía, vicepresidente de Desarrollo de Negocios y Finanzas de Grupo Sura desde abril de 2016. Es ingeniero civil de la EIA y cuenta con MBA con énfasis en Finanzas de Boston University Graduate School of Management. Se ha desempeñado como presidente, vicepresidente de Finanzas Corporativas y gerente de Proyectos de Banca de Inversión Bancolombia, entre otros cargos.
Jaramillo es miembro de las juntas directivas de Suramericana, Sura Asset Management, Arus, Renting Colombia y del Consejo Directivo de la Orquesta Filarmónica de Medellín. Dicen sus compañeros que conoce al dedillo las finanzas de la holding y es garantía de seriedad y calidez humana.
Y el otro favorito es Alejandro Piedrahíta, vicepresidente de Estrategia y Finanzas Corporativas de Grupo Argos desde junio de 2015. Es administrador de Negocios de Eafit, cuenta con maestría en Ciencias en desarrollo económico en London School of Economics y un Programa en Alta Dirección Empresarial (PADE) de la Universidad de La Sabana. Además, participó en el programa de gerencia general (General Management Program) de Harvard Business School.
Tiene más de 20 años de experiencia en estructuración y ejecución de proyectos en banca de inversión en temas de mercado capitales, finanzas corporativas, financiación (créditos sindicados y project finance), fusiones, adquisiciones y derivados. Ha desempeñado diferentes cargos en Susalud, Confinsura, Bancolombia y Grupo Argos.
Piedrahíta es miembro principal de las juntas directivas de Cementos Argos, Celsia, Odinsa, comité de inversiones de Pactia y Aceros MAPA S.A., Corporación Surgir, miembro de Iluma (Premex S.A.S) y del Consejo Superior de la Universidad EIA. Sus compañeros indican que es un profesional probo, e íntegro, que está preparado para asumir este cargo con la más alta dignidad.
Podría decirse que entre estos dos profesionales está la presidencia de Grupo Sura. Pero si se amplía más el espectro, entran nombres como Juan Carlos Mora, presidente de Bancolombia (es importante aclarar que Grupo Sura es dueño del 46% de Bancolombia), e Ignacio Calle, presidente de Sura Asset Management.
Y este, sin duda, sería un buen momento para que por primera vez una mujer liderara la holding, y la llamada sería Juana Francisca Llano, pero está muy joven y con muy poco tiempo en la presidencia de Suramericana. Los consultados le auguran un futuro aún más prometedor en la compañía. También se habla de algunos directivos de alto nivel, como Silvia Escobar, presidenta de EPS Sánitas; Bernardo Vargas, expresidente de ISA, y Felipe Bayón, expresidente de Ecopetrol.
Sin embargo, varias fuentes insistieron en lo complejo que es que alguien de afuera compagine con la cultura organizacional de las empresas del GEA. Se espera que el presidente de Sura sea una especie de pegamento para el empresariado antioqueño, pues tiene además mucha representación en espacios de ciudad, departamento y país. Podría pensarse que será el heredero de Nicanor Restrepo y de David Bojanini.
“Pero no estamos cerrados a que sea alguien interno, afuera también hay gente muy capaz”, señaló uno de los accionistas más importantes de Grupo Sura.
El desenroque del GEA
Otro asunto que pesa en esta decisión es que tras la disolución del enroque de tres, Argos tiene la mayoría accionaria y el mercado podría ver con cierto recelo la elección de Piedrahíta, cuya valía conoce muy bien su jefe Jorge Mario Velásquez; pero, a la vez, Argos quiere dejar claro que no manda en Sura. Es de recordar que Grupo Argos puso las acciones que exceden el 49% de participación en Sura en un fideicomiso sin derecho a voto.
Varias de las personas consultadas coincidieron en que esta no será una decisión de Velásquez, pues él debe velar por los intereses de los accionistas de Argos, y la junta de Sura, a su vez, le responde a sus dueños.
En medio de ese enroque nuevo de dos empresas, hay tradicionales familias antioqueñas, que llevan varias décadas con su capital invertido en el GEA, y que confiaban plenamente en los administradores quienes tomaban las decisiones, contando siempre con representación en la junta directiva.
Sin embargo, cuando llegaron las OPAS de Gilinski, estas familias tomaron un mayor protagonismo, incluso dieron una especie de “golpe de Estado” al llegar a un acuerdo con la contraparte. Con eso quedaba claro que son sus intereses los que deben perseguir los directivos.
Por eso esta sucesión tiene una marcada importancia, los dueños están buscando a alguien que pueda aportar en la decisión del futuro del enroque. Las opciones que tendrá enfrente son dos: Argos y Sura se convierten en un gran conglomerado, o se separan definitivamente y “zapatero a tus zapatos”.
Para esa segunda opción, se tendrán que revisar oportunidades de socios estratégicos que permitan consolidar los negocios de infraestructura para Argos y financiero para Sura. Se especula, por ejemplo, que Macquarie Asset Management, el gran fondo de inversión en infraestructura, podría comprar la parte que tiene Sura en Argos, pero no está muy claro quién podría ser el socio que compre parte de Sura.
Incluso, Gonzalo Pérez adelantó esta semana la posibilidad de una reconversión de acciones preferenciales a ordinarias, lo que multiplicaría a los accionistas con derecho a decidir en Grupo Sura.
Daniel Velandia, managing director research and chief economist en Credicorp Capital, cree que es bueno que las empresas se enfoquen en sus negocios estratégicos: “Una de las discusiones más fuertes, sobre todo con inversionistas extranjeros, es que esas participaciones cruzadas enredan mucho el análisis. A los inversionistas les gusta saber exactamente quién es el dueño de una empresa”.
Y agregó que se puede ver con buenos ojos que las compañías se están enfocando en sus negocios estratégicos y vendan participaciones en sectores en los que no son expertas en sus portafolios de inversión.
De momento, hay mucha incertidumbre al respecto, por eso las familias, al menos todas las consultadas, decidieron vender en la OPA de intercambio por dinero, y no por acciones de Sura y Argos como también estaba planteado en el acuerdo con Gilinski y los árabes, aunque más adelante, cuando ya el panorama esté claro, vuelvan a invertir los recursos en las compañías antioqueñas que son de su entraña.
Es vital, entonces, que el sucesor de Pérez logre revelar el valor fundamental de Grupo Sura, en un contexto de incertidumbre interna, y en una mayor incertidumbre externa, pues dos de las grandes reformas del Gobierno Nacional le atañen directamente: la pensional como propietaria de Protección y la de Salud como dueña de la EPS Sura.
Uno de los accionistas no le teme a los efectos de esas reformas, pues consideró que las empresas son muy sólidas “el futuro no puede ser nada distinto a extraordinario. Grupo Sura tiene el fondo privado de pensiones más importante del país, la mejor EPS, el mejor banco del país y está en el negocio de las inversiones en América Latina. Es una empresa formidable que requiere a un presidente formidable también”.
Como el 30 de abril está a la vuelta de la esquina, la Junta Directiva y los accionistas le pedirán un poco más de tiempo a Gonzalo Pérez, para que se haga una buena elección y acompañe el empalme. Aún no se sabe bajo qué figura se hará, si como presidente o como asesor, porque es inédito que una elección se haga con tan poco tiempo.
