Los 43.000 millones de dólares que Elon Musk ofrece por Twitter, para hacer toda una revolución en sus políticas de libertad de expresión y potencialmente sacarla de la bolsa, son solo una arista de las grandes movidas que en la última década hicieron grandes tecnológicas del mundo, las cuales superan los US$100.000 millones.
En 2012, por ejemplo, Facebook adquirió Instagram, que hoy en día cuenta con más de 1.200 millones de usuarios al mes. El negocio se cerró en US$1.000 millones y la firma que lidera Mark Zuckerberg evitó así que Twitter se le adelantará en la adquisición de esa plataforma.
Pero eso no fue todo, en 2014 Facebook compró a WhatsApp por US$21.800 millones, y a Oculus VR –firma de tecnología de realidad virtual– por US$2.000 millones. Hoy, esas movidas le sirvieron para elevar sus ganancias exponencialmente de US$53 millones (2012) a US$39.370 millones (2021).
A su turno, el gigante del comercio electrónico Amazon copó las portadas en 2017 con la compra de la cadena de mercados estadounidense Whole Foods, por US$13.700 millones.
Se trata del negocio más grande hecho por la firma que levantó el millonario Jeff Bezos y uno de los más importantes para el comercio minorista. El objetivo, dijo Amazon en su momento, era que más personas adquirieran alimentos frescos en su plataforma y posicionarse en este segmento, en el cual hay una fuerte competencia en Estados Unidos.
Seguridad y entretenimiento
Por su parte, Alphabet (matriz de Google) ha cerrado negocios que, aunque no retumbaron, son estratégicos para su negocio. En 2019 pagó US$2.600 millones por Looker Data, empresa de análisis de datos, mientras que este año compró a Siemplify por US$500 millones y a Mandiant por US$5.400 millones, ambas especializadas en ciberseguridad.
Y es que según Hensy Hernández, gerente de Ciberseguridad de Axity Colombia, el creciente uso de dispositivos, conexiones y transferencia de datos está aumentando los riesgos digitales, razón por la cual empresas de todos los tamaños están aumentando su interés en ciberseguridad, como lo refleja Google y sus inversiones.
Mientras tanto, Fernando Gamboa, socio líder de la industria de Consumo y Retail de KPMG en América del Sur, analiza que las organizaciones “están valorando activos innovadores para lograr una mayor diversidad” y eso explica que tras la pandemia se ha visto mucho más dinamismo en las fusiones y adquisiciones.
En esas movidas por “activos innovadores” que menciona el experto también se destaca Microsoft, que a principios de este año cerró uno de los negocios más importantes del 2022, luego de adquirir a Activision Blizzard.
Se trata de la compañía líder en desarrollo de juegos y editor de contenido de entretenimiento interactivo, y la transacción se pactó por US$68.700 millones.
“Con tres mil millones de personas jugando de manera activa en la actualidad, y alimentada por una nueva generación inmersa en las alegrías del entretenimiento interactivo, los juegos son ahora la forma de entretenimiento más grande y de más rápido crecimiento”, destacó Microsoft en el comunicado en el que informó sobre la compra.
Negocios “semanales”
Apple, la otra gran tecnológica, no se queda atrás, pero su estrategia es un poco diferente. Lejos de los exorbitantes negocios de sus competidores, la empresa de la manzana mordida compró alrededor de 100 empresas estratégicas en los últimos años.
Según Tim Cook, CEO de Apple, el fabricante de iPhone adquiere alguna firma cada tres o cuatro semanas para, paulatinamente, innovar su oferta. Por ejemplo, a finales de agosto pasado compró a Primephonic, un servicio de música clásica en streaming que ofrece una experiencia personalizada para los seguidores de esta corriente.
Mientras todo esto sucede con las principales tecnológicas, las miradas están puestas en Twitter y la disputa de sus directivas con Elon Musk, quien promete dar más libertad en las opiniones en esa red en caso de que su millonaria oferta sea exitosa. Las más famosas compañías del mundo siguen dando de qué hablar y la competencia por invertir e innovar se agita