La Superintendencia Financiera de Colombia y la Banca de las Oportunidades presentaron el Décimo Reporte de Inclusión Financiera (RIF) correspondiente a 2020, en el que se evidenció que la pandemia por covid-19 impulsó el crecimiento en el indicador de acceso, que mide el porcentaje de los adultos con al menos un producto financiero.
Según el informe, al cierre de diciembre de 2020, 2,6 millones de personas accedieron por primera vez a un producto del sistema financiero, mientras que en 2019 lo habían hecho 1,4 millones, lo que representa un incremento del 85,7 %.
Así, el 87,8 % de los adultos colombianos contaba con al menos un producto financiero, lo que representa un incremento de 5,3 puntos porcentuales con respecto al año inmediatamente anterior.
De esta manera, la Superintendencia Financiera destacó que se cumplió con la meta del Plan Nacional de Desarrollo prevista para los próximos dos años, en la que se estimaba que el indicador de acceso al sistema financiero se ubicara en el 85 % en 2022.
Los resultados
El número de adultos con al menos un producto activo o vigente, según el reporte, subió de 23,5 millones a 26,4 millones entre 2019 y 2020, ubicando al indicador de uso de los productos en el 72,6 % (en 2019 era de 66 %).
El crecimiento de la inclusión financiera estuvo influenciada por los programas de transferencias monetarias realizadas por el Gobierno Nacional a través de la dispersión de recursos de programas como Ingreso Solidario y compensación del IVA, entre otros.
“Durante 2020 también se observó que, a pesar de la reducción en actividad económica, la cobertura física del sistema financiero registró una ampliación en el 94 % de los municipios, en los que los mayores incrementos se presentaron en los municipios intermedios (31,3 %), los rurales (33,8 %) y los rurales dispersos (32,8 %)”, explicó el superintendente financiero, Jorge Castaño Gutiérrez.
Por su parte, Hernando José Gómez, presidente de Asobancaria, expresó que “estos datos reflejan el esfuerzo hecho por la banca durante la pandemia para impulsar la bancarización de las familias y garantizar el acceso a los programas de ayuda y emergencia del Gobierno. El beneficio de este aumento en la inclusión de los colombianos se verá en el largo plazo. Cuando una familia accede a servicios bancarios se le abren oportunidades para financiar y cumplir sus sueños”.