El mayor uso de los productos financieros por ciudadanos y de micro, pequeñas y medianas empresas es uno de los ejes sobre los cuales el Departamento Nacional de Planeación (DNP) planteó el documento Conpes 4005 de Política Nacional de Inclusión y Educación Económica y Financiera.
Daniel Gómez Gaviria, subdirector general sectorial del DNP, explicó que la iniciativa espera que a 2022, 48 % de las personas que reciba el ingreso solidario también utilice los productos digitales y no se limiten a solo retirar el dinero.
El plan necesita 13.681 millones de pesos entre este año y 2025 para ser realidad en un contexto en el que uno de los problemas que enfrenta el sistema es que hay una baja pertinencia de los servicios financieros dirigidos a población vulnerable, explicó Gómez.
Justamente con respecto al ingreso solidario, 62,3 % de las personas saca la plata en su totalidad y no le da uso al producto financiero del cual dispone para hacerlo.
Dicha situación también se ve reflejada en la ruralidad, tal y como lo constata el más reciente informe de inclusión de la Banca de las Oportunidades, para junio, 57,2 % de las personas habitantes de zonas rurales dispersas hacían uso de un producto financiero, porcentaje que fue de 79,1 % para las ciudades principales.
Freddy Castro, director de Banca de las Oportunidades, recordó que en seis meses, 1,6 millones de adultos accedieron a productos financieros, llegando así a un sistema que abarca 31 millones de mayores de 18 años. Por ello, reconoció que la pandemia aceleró este proceso y el ingreso a propuestas bancarias digitales.