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A penas 19 días bastaron para que la plataforma Uber tomara la decisión de regresar al país con un modelo de arrendamiento de vehículo y estableciendo un contrato entre los pasajeros y los conductores, sin dejar de ser una plataforma de intermediación de esta transacción comercial.
El anuncio que implicó volver a prender la plataforma, no solo dejó perplejo al Gobierno Nacional, que estudia cómo resolver la situación. De hecho, en la capital del país se han vivido difíciles momentos debido al plan tortuga de algunos conductores de taxi que se han mostrado en desacuerdo con la reaparición de la plataforma.
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Mientras tanto, otras personalidades sí han mostrado su opinión al respecto. Gustavo Petro aseguró que “reina el que logra dividir a trabajadores”, en un escenario en el que estos conductores se autoexplotan.
Reina el que logra dividir a los trabajadores. Tanto los taxistas como los conductores de uber se autoexplotan en favor de intermediarios, unos propietarios de empresas afiliadoras , los otros en favor del propietario de la plataforma. https://t.co/At7n4eoIfV
— Gustavo Petro (@petrogustavo) February 20, 2020
Desde la oposición el senador Jorge Robledo señaló el regreso de Uber como un engaño, debido a que según documentos pasados del Ministerio de Transporte, no se puede “disfrazar la prestación de servicio público (...) con la figura de arrendamientos” debido a que esta última exige un contrato; el tema es que en esta renovación de la aplicación cada servicio se firma un documento legal.
En la página de la compañía se aclara que esto sirve para que “tú como arrendatario asegures que deseas alquilar un carro con conductor por un periodo de tiempo, haciendo uso de la tecnología que como portal de contacto aportamos. Es una formalidad entre ambas partes. Todos los contratos se terminan cuando llegas al destino elegido. Si quieres volver a alquilar otro carro, se genera otro contrato y listo”.
La idea de Uber es mantener su operación de dos millones de pasajeros que tienen registrados y el aporte en el Impueso a las Ventas (IVA) de, al menos 70.000 millones de pesos al erario público.
Mauricio Toro, quién la liderado la iniciativa en el Congreso de la República para regular las plataformas en el país, sostuvo que hay una creatividad legislativa para operar debido a la falta de reglas claras de juego, así que supone imperativo que esto ocurra.
Mientras no tengamos una norma clara para regular #PlataformasDeTransporte, los abogados de las apps seguirán siendo “creativos” acomodandose a las normas existentes
— Mauricio Toro (@MauroToroO) February 20, 2020
El Congreso tiene el reto enorme de demostrar que si es capaz de expedir las leyes que necesitamos los ciudadanos https://t.co/tKF6YBqRv3
Por su parte, el presidente de taxi Individual, Fabián Quintero, le dijo a EL COLOMBIANO que lo que ha ocurrido es “una clara manipulación de la normativa colombiana. El llamado es a que el Gobierno legisle para seguir igualando la cancha, porque hasta ahora seguimos en las mismas. Reiteramos que lo que está haciendo Uber es competencia desleal”.
El sentimiento es común frente a los representantes de taxis, Felipe Quintero, vocero de la agremiación Taxistas del Sur, indicó que hoy en la noche (20 de febrero) o mañana (21 de febrero) se reunirán los diferentes líderes conductores de La Estrella, Caldas, Sabaneta y Envigado para definir qué decisión van a tomar: “La idea es que nosotros nos unamos nuevamente y volvamos a salir, ya sea con paro otra vez o ya sea esperar qué decisión va a tomar el Gobierno Nacional”.
Por su parte, Sandro Ibarra, abogado y representante de la Asociación Somos Taxistas de Medellín, describió que el nuevo modelo de Uber es una “fórmula disuasoria para calmar las aguas ante el inminente quiebre del taxismo en Colombia, que viene en declive hace mucho rato”.
Y agregó Ibarra que el Gobierno Nacional aún no se ha dado cuenta del problema de fondo que tiene el gremio: “La pregunta que me hago es: ¿quién controla que no se alquile un carro particular. Nos parece una jugada muy inteligente la de Uber, pero al igual sigue amenazando la única fuente para el negocio que tienen los taxis, que son usuarios que requieren transportarse”.
De hecho, según la página web Why Everyone Hates Uber se enmarca el modelo de operación y expansión de la compañía, lo que termina en detrimento de los conductores y también de los usuarios, al tener un público capturado
¿Cómo? en siete pasos. Llega a la ciudad sin permiso de los reguladores, convoca a conductores masivamente, sus usuarios se vuelven una base política para exigir la permanencia del servicio, hace lobby por su modelo especial que no es entendido por la regulación local, ignora la normativa o empieza un camino contra esta, tiene un discurso que se ve optimista frente a la discusión con la competencia y una vez establece el dominio, reduce las tarifas a sus conductores y aumenta su comisión.