A su retiro de Intercolombia, la principal transportadora de energía eléctrica a alto voltaje en el país, Julián Cadavid Velásquez, le deja a Interconexión Eléctrica (ISA) una filial que factura 1,2 billones de pesos al año, y responde por más de 10.500 kilómetros de líneas y 72 subestaciones asociadas.
Tras 29 años en el sector, este ingeniero Electricista (UPB), con maestría en Administración de Negocios (Eafit), señala que en la actualidad la mayor dificultad para desarrollar proyectos eléctricos está en tiempos de consecución de las licencias ambientales.
“Los cronogramas trazados por la Unidad de Planificación Minero Energética (Upme) son muy apretados y poder sacar a tiempo las licencias ambientales es complicado. La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) tiene una voluntad grandísima, pero hay muchas solicitudes y uno podría decir que se congestionará con obras de cuarta generación o 4G, las líneas de transmisión o los proyectos mineros. Hoy no es un cuello de botella, sin embargo puede estar congestionada”, declara.
De la trayectoria de Cadavid se destaca que fue gerente de Transmisión de Red de Energía del Perú (REP, filial de ISA en ese país) y gerente de Transporte de Energía en ISA.
Con ese bagaje, el empresario reconoce que el clima también afecta al negocio, aunque de una manera diferente al impacto que tiene entre los generadores. “En invierno, las estructuras sufren por derrumbes o se inundan; en el verano, el mayor riesgo son incendios que causen indisponibilidad de líneas”, explica.
La inseguridad es otro aspecto, pues antes de la tregua anunciada por las Farc, Intercolombia contabilizó 14 torres afectadas por los ataques terroristas, en Antioquia, Cauca, Norte de Santander y Nariño.