El indicador estaría por encima del promedio nacional, que se conocerá la próxima semana y se estima en 1,8%. Comercio y exportaciones fueron los motores.
El próximo lunes, 17 de febrero, el Dane revelará las cifras del desempeño económico del país durante 2024. Anticipándose a esos datos, el Ministerio de Hacienda en su reciente actualización del Plan Financiero aseguró que los resultados económicos del año anterior fueron positivos, y que el país retornó a una senda de crecimiento sostenido.
Según las proyecciones de la cartera, la economía colombiana habría crecido un 1,8% en 2024, cifra sustancialmente superior al crecimiento de 2023 de 0,6%.
En la línea del 1,8% están las proyecciones del equipo técnico del Banco de la República, así como los expertos consultados por la Encuesta de Opinión Financiera de Fedesarrollo. Por su parte, la Encuesta Mensual de Expectativas Económicas del Banrep estima que el Producto Interno Bruto (PIB) creció 1,77%, el año pasado.
A la espera de las cuentas nacionales que divulgará el Dane, el interrogante que surge es simple: ¿Y a Antioquia cómo le fue?
Entre los analistas se afirma que si a la economía colombiana le va bien a la antioqueña le va mejor, pero si por el contrario a los indicadores nacionales les va mal a los regionales les va peor.
Al evaluar los diferentes indicadores líderes, que muestran como motores del crecimiento regional al comercio minorista, las exportaciones y el turismo, el Centro de Pensamiento de la Universidad EIA estima que la economía antioqueña creció un 2,2% en 2024.
La cifra es más auspiciosa que la registrada en 2023, que apenas fue del 0,2%, y estaría por encima de la economía nacional que habría crecido 1,9%.
De acuerdo con las cifras más recientes de la economía regional, la mayor explicación de este comportamiento es la recuperación de la demanda interna, especialmente durante el segundo semestre del año, que condujo a un crecimiento del 4% del comercio minorista en el acumulado enero–noviembre de 2024 (esta cifra pudo ser superior al concluir el resultado de todo el año).
El mayor crecimiento de la economía regional también estuvo estimulado por un año bueno para las exportaciones paisas, que rondaron los US$8.700 millones, con un crecimiento del 13,5% en relación con el 2023. Dentro de este universo se destaca el comportamiento de las ventas no minero energéticas que regresaron a niveles históricos, alrededor de los US$4.000 millones, para una variación de 8,3%.
De acuerdo con Saúl Pineda Hoyos, director del Centro de Pensamiento de la Universidad EIA, “el satisfactorio balance de las exportaciones no minero energéticas del departamento en el año 2024 está, en gran medida, asociado al crecimiento de los productos agrícolas con mediana y alta participación en las ventas externas de la región como bananos, plátanos, aguacates, flores, café y limón, productos estratégicos en esta coyuntura de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, que representa en la actualidad el 44% de las ventas externas que ejecutan los exportadores del departamento”.
Las cifras de Migración Colombia muestran que el desempeño de la economía regional sigue positivamente influenciado por el flujo de visitantes extranjeros no residentes, con un crecimiento notable del 24,0% en el período enero – octubre del 2024, superando ampliamente a final del año el millón de turistas.
Para Pineda, “a pesar de los factores de incertidumbre que permanecen en el ámbito nacional, la resiliencia demostrada por las actividades productivas regionales se convierte en un factor clave para apostar desde Antioquia por un escenario de estabilidad en el crecimiento para el 2025”.
“No hay duda, sin embargo, que un eventual escalamiento de las tensiones con Estados Unidos, que se avizora al más alto nivel del gobierno, podría convertirse en un factor de alta gravedad, que generaría grandes contratiempos en el desempeño de las exportaciones regionales y en su aporte al crecimiento económico durante el presente año”, comentó.
Desde las cámaras de comercio de Medellín para Antioquia y del Aburrá Sur se destacó que hasta el tercer trimestre de 2024, en el Valle de Aburrá se apreció un crecimiento en la creación de empresas micro.
De acuerdo con información del Registro Público Mercantil de estas cámaras de comercio, entre enero y septiembre del año anterior, se constituyeron 24.915 empresas micro, un 3% más en comparación con el mismo periodo de 2023, cuando se reportaron 24.298.
Esta dinámica explicaría, en parte, el comportamiento de los indicadores del mercado laboral en Medellín y los municipios vecinos. Según el Dane, en el último trimestre de 2024 la tasa de desocupación en el área metropolitana fue 7%, la más baja del país.
Piedad Urdinola, directora del Dane, valoró que desde 2022 la tasa de desempleo en el Valle de Aburrá se ha mantenido en un solo dígito en el último trimestre: 9% entre octubre y diciembre de 2022; bajó a 8,1% en los mismos meses de 2023; y cayó a 7% en el último cuarto de 2024.
Entre las actividades que más empleo generaron en los últimos meses del año anterior en el área metropolitana, la funcionaria mencionó alojamiento y servicios de comida, comercio y reparación de vehículos, así como la administración pública.
En contraste, los sectores de transporte y almacenamiento observaron una contracción en la generación de puestos de trabajo. Solo para la ciudad de Medellín la tasa de desempleo entre octubre y diciembre, según el Dane fue de 6,5%.
