El sector del transporte de carga por carretera enfrenta desafíos significativos que han impactado sus costos operativos y su competitividad.
En diálogo con EL COLOMBIANO, Nidia Hernández, presidenta de la Federación Colombiana de Transportadores de Carga por Carretera (Colfecar), detalló los principales factores que han contribuido a esta coyuntura, y expuso cómo la nueva regulación de fletes y la infraestructura vial afectan al sector, así como los problemas de inseguridad y los bloqueos que han generado pérdidas millonarias.
¿Qué se ha observado en lo corrido de este año en el sector del transporte de carga por carretera?
“Destacaría los altos costos operativos. Hemos hecho un análisis con tres componentes importantes. El primero es el combustible que representa el 40% de nuestros costos y desde el primero de enero del 2024 a la fecha, es decir en 15 meses, ha subido un 16%, con el agravante de que el nuevo ministro de Hacienda, Germán Ávila, está haciendo anuncios de querer subirlo aún más, y eso nos tiene sumamente preocupados por los que representa el diésel en la canasta de insumos del transporte.
El segundo componente es el de los salarios, que en los últimos 15 meses ha subido 22%. Adicionalmente, en julio sigue reduciéndose la jornada laboral, lo cual aumenta el costo de la hora extra para una actividad como la nuestra que opera 7 días a la semana 24 horas al día, así que será un golpe muy fuerte. Y en tercer lugar tenemos los peajes, que desde enero del año pasado a la fecha han crecido 30%”.
Son costos operativos que superan el índice de inflación...
“Sí, no estamos hablando de incrementos menores, son aumentos de dos dígitos, por eso nos preocupa muchísimo que el ministro de Hacienda esté alertando de nuevos aumentos del diésel, porque el golpe sería muy fuerte. Además, estos incrementos en los costos vienen acompañados de una hiperregulación nueva que ha aumentado los fletes. Antes, los fletes estaban sujetos a la oferta y la demanda. Ahora interviene el Estado y nos dice cuál es el flete mínimo a pagar”.
¿Y esa regulación en los fletes, qué tanto se cumple?
“El arranque de año, por lo general, coincide con los incrementos del salario mínimo, del precio del diésel y de los peajes lo que sumado a la hiperregulación ha provocado que los fletes observen una escalada bastante fuerte y ahora nos obligan a pagar ese mínimo a las empresas de transporte formales.
Porque este es un mercado con un alto componente de informalidad, pues más del 50% de las empresas no está reportando en el Registro Nacional de Despachos de Carga (RNDC) y más del 50% ni siquiera le paga la tasa de contribución a la Superintendencia de Transporte, entonces uno no se explica como en un mercado que pretende ser regulado por el Estado, nos ponen a competir en desigualdad de condiciones con una cantidad de empresas que a no las persiguen ni les hacen nada”.
¿Qué análisis hace de la red vial?
“La infraestructura es un componente sumamente importante para nosotros, porque nos permite avanzar en competitividad. El gobierno actual debe entender que cualquier obra pública puede iniciar hoy y ser inaugurada en el siguiente periodo presidencial, pues no se trata de obras menores, se trata de viaductos y túneles que permitan atravesar las tres cordilleras que tenemos. Es clave comprender que se necesita voluntad política para entregar los recursos para que las obras se ejecuten y entender que un proyecto que cruza por un departamento no es solo beneficioso para una región, sino para todo el país. Nuestros centros de producción, Bogotá o Medellín están lejos de los puertos y para poderlos acercar y que nuestros productos sean más competitivos necesitamos la infraestructura que conecte esos centros de producción con los puertos”.
¿Los avances de las obras 4G han sido insuficientes para tener una mayor competitividad?
“Diría que hay continuidad de esas iniciativas, pero con muchas dificultades y no estamos viendo el inicio de ningún proyecto nuevo”.
¿Cuáles son las dificultades para la terminación de las obras 4G?
“Eso radica, en parte, en la rotación en el liderazgo de entidades claves como la ANI que ha tenido varios directores, pues esto retrasa o estanca los procesos, y se pierde la agilidad en muchos trámites que se requieren para que las obras puedan terminar”.
¿Qué decir de la inseguridad en las vías?
“Los transportadores tenemos que cruzar el país de norte a sur y de oriente a occidente, y estamos viendo con preocupación que en muchas de estas regiones cada vez tienen mayor control territorial los grupos armados. Entonces, tenemos desde conductores que salen a una carretera y ven banderas alusivas a grupos al margen de la ley acompañadas de artefactos explosivos, o que por ejemplo, salen grupos y empiezan a extorsionar a los conductores o a los empresarios, hasta actos terroristas en los que terminan incinerando los vehículos, incluso casos en los que han secuestrado conductores y robado las mercancías.
Es un escenario muy complejo al que hay que sumarle paros armados, bloqueos por parte de los indígenas o las comunidades. El año pasado contabilizamos 800 bloqueos y este año llevamos 277 de comunidades inconformes que por cualquier razón bloquean. Este se ha vuelto un mecanismo de presión en el que los que estamos pagando los platos rotos somos los transportadores de carga”.
¿Cuánto pierde el sector transportador de carga por carretera por los bloqueos?
“El año pasado, por esos más de 800 bloqueos, fueron $4 billones y este año vamos superando los $700.000 millones”.
En esta coyuntura de guerra comercial global, ¿cuál va a ser el efecto que se desencadene?
“Colombia es un país que es más importador que exportador, en eso tenemos una gran brecha en la balanza comercial. En importaciones, la reciente subida del dólar va a volver más costosos los productos que importamos, y eso puede generar un efecto de inflación o de menos consumo.
En exportación tiene que haber un gran trabajo de equipo entre la Cancillería, el Ministerio de Comercio, apoyado con los gremios para establecer cuál será la hoja de ruta para negociar con Estados Unidos”.
Hace meses se mencionó la idea del Ministerio de Comercio de ponerle aranceles a los repuestos de vehículos, ¿qué pasó?
“Está un segundo borrador de decreto por parte del Ministerio de Comercio, donde se insiste en subir los aranceles a los repuestos. Eso para nosotros también significaría otro golpe, lo que nos faltaba era que le subieran los aranceles a los repuestos. Así que el algo que creemos que es totalmente inconveniente frente a toda la cascada de costos que hemos tenido. Ese debe definirse este mes”.