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La última reunión de junta directiva del Banco de la República a la que José Antonio Ocampo asistió como ministro de Hacienda, del gobierno Petro, se inclinó por aplicar un nuevo aumento a la tasa de intervención de política monetaria la cual subió de 13% a 13,25%.
A diferencia de otras sesiones en las que ha habido unanimidad, ayer la decisión fue dividida, pues cuatro directores votaron subir 0,25 puntos, dos lo hicieron por mantener inalterada la tasa en 13%, y uno votó por un incremento de 50 puntos, es decir por subirla a 13,50%.
Consultado el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, sobre si este es el fin del ciclo alcista de tasas de interés que la entidad inició en septiembre de 2021, cuando la tasa estaba en 1,75%, respondió: “Es imposible decir si es el fin del ciclo o no. Las decisiones posteriores dependerán de la información que vayamos recibiendo, pero lo que es claro es que cada vez más la inflación va a empezar a bajar, y en la medida en que eso pase será posible frenar el ciclo de aumento de tasas”.
Para Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, esta declaración dejó la puerta abierta hacia un futuro aumento de la tasa de interés, si la inflación no comienza a desacelerarse.
“La próxima decisión de tasas de interés será en junio (mayo no tiene decisión al respecto), entonces vamos a tener dos datos de inflación que esperamos, sean de desaceleración de esta y por eso la tasa de interés pueda quedarse en 13,25% por lo que resta al menos del año”, anotó el experto.
Por su parte, Ocampo resaltó el hecho de que no hubiera consenso sobre la tasa de interés en esta ocasión, debido a las diferencias en las evaluaciones que cada director hace de la información. “Para algunos la política monetaria tenía que ser más restrictiva, y otros consideraron que ya fue suficiente, pero para todos la meta sigue siendo la reducción de la inflación”.
¿Retroceden tasas?
Aunque la tasa del Emisor escaló al 13,25%, nivel no visto desde diciembre de 1999 cuando estuvo en 13%, el saliente ministro resaltó que hay varias tasas de interés, de entidades financieras, a la baja.
En esa línea, la Superintendencia Financiera al certificar la tasa de interés bancario corriente para los créditos de consumo y ordinarios, para mayo, la ubicó en 30,27%, lo cual representó una disminución frente al 31,39% que tuvo en abril.
Igualmente, mencionó la reducción de la tasa de usura, de 47,09% en abril a 45,41% en mayo, desempeño a la baja que no se observaba desde hace año y medio. “Me siento satisfecho de que estos indicadores, unidos a la decisión de los bancos de rebajar ciertas tasas y al programa de inclusión financiera que tuve la oportunidad de lanzar hace poco a través del Grupo Bicentenario, empiezan a verse tendencias y señales positivas que esperamos se vayan consolidando”, dijo Ocampo.
Arnoldo Casas, experto de Credicorp Capital citado por el diario La República, explicó que lo ocurrido con la tasa de usura muestra la intención, en principio, de aliviar el bolsillo de los consumidores. Aunque aseguró que entre menor sea la tasa de usura las entidades financieras tendrían una menor disposición de prestar. Es decir, si el perfil del cliente es riesgoso difícilmente se le dará crédito.
Sobre la posibilidad de descalabros como los ocurridos con los bancos estadounidenses Silicon Valley Bank y Signature Bank, Villar la descartó asegurando que la normativa colombiana es más exigente frente a la que tienen ese tipo de entidades regionales en Norteamérica.
“Aquí es imposible que suceda lo que aconteció en Estados Unidos, simplemente porque tenemos unas normas de liquidez que nos dan muchísima confianza”, declaró.
Desempeño futuro
Otro aspecto relevante de la reunión de la junta del Banco de la República, celebrada ayer, es el ajuste que el equipo técnico de la entidad hizo al pronóstico de crecimiento económico para este año.
La nueva estimación pasó de 0,8% a 1% (era 0,2% en enero), y Villar comentó que las razones serán precisadas la próxima semana cuando se presente el informe de Política Monetaria.
“Si bien se ha visto una desaceleración importante de la economía, esta ha sido menor a lo que estábamos previendo originalmente, a finales del año pasado. Hemos visto elementos que responden a una mayor capacidad de resistencia de la economía, a un mayor dinamismo y a factores compensatorios que son positivos”, manifestó Villar.
Para los analistas económicos de Bancolombia este ajuste puede estar sustentando en la sorpresa alcista del Indicador de Seguimiento a la economía (ISE) publicado por el Dane para los meses de enero y febrero, que señalan que el proceso de desaceleración económica se estaría materializando a un ritmo más moderado al inicialmente proyectado por los expertos.
Periodista de economía de El Colombiano. Oidor de tangos. Sueño con una Hermosa sonrisa de luna.