Las importaciones de leche en polvo se realizan en condiciones y cantidades que generan daño a la producción de leche en Colombia, ya que estas aumentaron 12 veces al pasar de 2.812 toneladas en 2012 a más de 31.000 toneladas en 2020. De estas, el 55 % proviene de Estados Unidos, según reportó la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegan).
Ante este panorama, el gremio solicitó la aplicación de la salvaguardia bilateral establecida en el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, con el propósito de defender la producción nacional, petición que fue aceptada por la Subdirección de Prácticas Comerciales del Ministerio de Comercio Industria y Turismo, el cual anunció que adelantará una investigación administrativa.
El problema es que la leche en polvo importada desde Estados Unidos tiene funciones y usos similares a la producida en Colombia: puede ser utilizada como leche líquida al rehidratarla o servir de insumo en otros subsectores de alimentos como la panadería, galletería, bebidas lácteas, entre otros. Esto, dice Fedegan, es lo que la convierte en el sustituto directo de la leche colombiana.
EL COLOMBIANO consultó con diferentes representantes del sector sobre las afectaciones de estas importaciones en la producción y comercialización de leche líquida en el país y en la calidad nutricional de los productos transformados que llegan a los colombianos.
Los impactos
Para José Felix Lafaurie, presidente de Fedegan, esta situación afecta la subsistencia de por lo menos 320.000 familias que viven de la ganadería en el país: “De los 617.000 ganaderos colombianos, por lo menos 320.000 se dedican a la producción permanente de leche; mientras que el 50 % del acopio lo realizan siete empresas del mercado nacional”, sostuvo.
Sin embargo, representantes del sector lechero también resaltan el déficit en la producción de leche nacional y la poca capacidad que tiene el país para pulverizar como aspectos que hacen que el país dependa más de las importaciones.
Por esto, pese a que Fedegan afirma que Colombia es el décimo productor de leche del mundo, con 7.393 millones de litros al año, para Eugenia Pérez Medina, gerente de la Corporación de Ganaderos del Norte de Antioquia, la producción interna colombiana no alcanza a satisfacer lo que el país requiere.
“Estamos produciendo cerca de 16 millones de litros por día y somos 50 millones de habitantes en Colombia. En una regla normal, no estaríamos consumiendo ni una cucharada de leche si toda la población tomara solo este producto”, apuntó Medina y resaltó que la falta de apoyo a los productores es lo que ha desincentivado la producción nacional, por lo que muchos lecheros deciden dedicarse a otra actividad.
Por su parte, Lafaurie expresó que por cada 2,2 litros de leche que produce un ganadero solamente se procesa uno: “Esto quiere decir que queda más de la mitad del total de la leche fresca nacional sin procesar. La industria importa el equivalente a 800 millones de litros de leche, por lo que más del 24 % del total de la leche procesada se está importando. A muchos productores colombianos les ha tocado botar su leche”. Y aseguró que mientras en el año 2012 a los productores se les pagaba $901 por litro de leche; este año se les está pagando $888.
Por otro lado, la baja capacidad de pulverización del país es otra de las dificultades que tiene el sector lechero, lo que hace que se dependa aún más de las importaciones. Rubén del Río Lopera, gerente de Lácteos del Norte, apuntó que producir una tonelada de leche en polvo en Colombia cuesta alrededor de $13,5 millones; mientras que el año pasado a nuestro país llegaba la tonelada de Estados Unidos a $10,2 millones.
Así, entre los aspectos por los que, según Lafaurie, la leche importada de Estados Unidos tiene una ventaja competitiva frente a la leche colombiana están los subsidios y ayudas internas para los productores de ese país, sumado a la reducción arancelaria pactada en el TLC.
El llamado de los lecheros es a apoyar y a proteger más la producción nacional por medio de ayudas e incentivos que permitan equilibrar la balanza comercial, así como acceder a los insumos a precios justos, ya que, dado estos aspectos, la producción de leche no se ve en estos momentos como un buen negocio en Colombia.