La descolgada que ha tenido el precio del dólar es una noticia refrescante para una amplia capa de la sociedad colombiana, pero hay un grupo al que esa caída le puede jugar en contra.
Se trata de los exportadores, unos empresarios cuyos ingresos están anclados a la moneda estadounidense y que, en el mediano plazo, podrían percibir menores ganancias de lo que calcularon inicialmente.
Según los datos compartidos por la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), con corte a diciembre del año pasado, unas 11.173 empresas colombianas quedaron registradas como exportadoras y fueron responsables de los US$57.115 millones que valieron las ventas externas despachadas desde el país en 2022.
Hablan los empresarios
Juan Pablo Duque, gerente de Equilibria Agro, compañía exportadora de limón Tahití, aseguró que ese golpe a la caja es real e inmediato.
“En este tema yo veo tres grandes puntos. El primero tiene que ver con las ventas, dado que la caída del dólar merma los ingresos y ese es el golpe más duro. Lo segundo, es el tema de los insumos, seguramente habrá algún ajuste en algunos que sean importados, pero esos ajustes vienen después y tampoco es que sean sustanciales”, señaló.
Finalmente, rescató que hay un impacto positivo y está relacionado con los créditos tomados en dólares, teniendo en cuenta que el precio de esa deuda disminuye conforme cae la cotización de la moneda estadounidense.
Al consultarle cómo se transmite el efecto de ese dólar barato, el exportador explicó que “cuando uno hace una venta, la plata no la entregan de una. Digamos que la fruta se exporta y te marca el valor del dólar en el momento en que nacionalizas el pago, o sea, cuando el cliente te hace el giro. Entonces, digamos que la Tasa Representativa del Mercado (TRM), vigente para hoy te está afectando lo que exportaste hace 30 días”.
Vale mencionar que, según las métricas del Dane, Antioquia fue el departamento más exportador el año pasado ($7.200 millones) y con corte a abril del 2023, seguía encabezando el escalafón con unas ventas externas por US$2.354 millones, lo que permite inferir que la caída en los ingresos se sentiría especialmente en esta región.
Las pequeñas sufren más
De otro lado, hay que decir que el 85% de las empresas exportadoras son pequeñas, por lo que el cambio en la cotización del dólar es un choque más difícil de manejar para ellas.
En ese sentido, Julián Toro, líder de Fundiciones Toro Ramírez, una pequeña exportadora de productos terminados en metal y acero, confirmó que es más difícil capotear las fluctuaciones del dólar para las unidades productivas de menor tamaño.
“Normalmente, cuando las pequeñas empresas exportamos, se trata de una cifra significativa que no nos permite darnos el lujo de dejar esa plata en el exterior, entonces toca traerla para pagar las obligaciones que tenemos acá en pesos, como las nóminas y los impuestos”, señaló.
Resaltó que no todas las pequeñas empresas utilizan mecanismos para cubrirse de la volatilidad del dólar, como las cuentas de compensación con ahorro en esa misma divisa o los llamados forward, que consisten en cerrar el pago de un desembolso futuro pero al valor presente.
Aparte, añadió que la mayoría de las pequeñas exportadoras se ve muy afectada porque depende mucho de distribuidores nacionales para la materia prima, y esos inventarios son importados. Es decir, muchos compraron insumos con dólar a $4.700, pero actualmente reciben pagos a $4.300.
Es el caso de Leidy Mendonza, fundadora de Fucsia y Verde, una marca con la que exporta accesorios y con la que tuvo buena rentabilidad todo el segundo semestre de 2022, cuando el billete verde se valorizó 16%.
“Yo alcancé a cobrar cuando el dólar estuvo como a $4.800 y fue muy bueno. Pero ahora que está por los $4.200 es muy significativo lo que uno deja de ganar. A mi me pagan por Paypal, yo tenía unos dólares ahí y estaba esperando a que subieran, pero lo que veo es que está bajando”, comentó la empresaria.
Nadie sabe que pasará
Con una caída de 11,7% en lo corrido de 2023, la pregunta que se hacen exportadores y personas de a pie es: ¿Hasta cuando podría sostenerse este desplome?
Según Andrés Pardo, estratega jefe de XP Investment para Latinoamérica, hay factores externos e internos que inciden en la cotización del dólar (ver Para saber más), en lo que respecta a la incertidumbre política, “todo se está moviendo muy rápido y nadie sabe qué puede pasar mañana”.
El experto advirtió que, en medio de la polarización que se vive en Colombia, se ha ganado insultos de quienes no están de acuerdo con la información que él ha presentado.
No obstante, argumentó que su trabajo consiste en presentar las sensaciones de los inversionistas, quienes desde su óptica, “se pueden estar equivocando o no”, pero actualmente interpretan que las posibilidades que tiene el gobierno para pasar las reformas (laboral, pensional y a la salud) son más remotas. Aunque señaló que ese es un escenario que puede cambiar en cuestión de un día, por lo que la depreciación del dólar puede revertirse en cualquier momento.
Hechos externos que devalúan el dólar
Andrés Pardo, jefe estratega de XP Investment para Latinoamérica, indicó que las perspectivas eran positivas para todas las monedas emergentes en 2023. Según indicó, los datos de inflación en EE. UU. muestran que, si bien el costo de vida no se está desacelerando tan rápido como se quisiera, sí muestran una moderación en los precios al consumidor. Eso permite anticipar que el banco central de los estadounidense no continuará subiendo las tasas de interés con agresividad. Inclusive, hay quienes proyectan que ya no las subiría y eso alivia el precio internacional del dólar, pues aumenta el apetito de riesgo entre los inversores y llegan más divisas para la compraventa en el mercado local.