A comienzos de esta semana se volvieron a prender las alertas por la mala calidad del aire en Medellín y el Valle de Aburrá. En la mañana del lunes 15 de abril, 13 de las 19 estaciones que miden la calidad del aire en el Área Metropolitana estaban de color naranja, que significa que el aire es dañino para grupos sensibles como adultos mayores, niños menores de cinco años, mujeres embarazadas y personas con enfermedades cardiacas o pulmonares.
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A pesar de que con el transcurso de los días la cantidad de material particulado en el aire ha mermado de acuerdo con los indicadores y en la tarde de este miércoles ya son solo tres las estaciones en color naranja, voces de activistas ambientales y políticos de diversos sectores le han reclamado al Área Metropolitana del Valle de Aburrá por no tomar medidas restrictivas estrictas de acuerdo al Protocolo Operacional para enfrentar Episodios de Contaminación Atmosférica, Poeca, de esta entidad.
Entre ellos está el exconcejal de Medellín Daniel Duque, quien aseguró en su cuenta de X que según el Poeca el Área Metropolitana debería declarar el estado de alerta ambiental, pues la situación durante al menos 48 horas fue “crítica”. “¿Por qué poner en peligro a la población más vulnerable?”, escribió el exconcejal.
Otra voz crítica con la manera como la actual administración de la ciudad ha manejado la situación es la de Piedad Patricia Restrepo, vocera de la veeduría Todos por Medellín, quien dijo que el hecho de no tomar medidas preventivas más allá del llamado al autocuidado que han hecho las autoridades no era una cuestión de desconocimiento, sino de voluntad política. “La salud de la gente debe ser una prioridad, las simples recomendaciones no son suficientes. Ya vimos que la gente no está enterada de los riesgos y, aun estándolo, solo actúa si la alcaldía define claramente las restricciones que deben seguir”, escribió Restrepo en su cuenta de X.
“Estamos en un periodo atípico, en una situación atípica que se origina principalmente por la afectación del fenómeno del niño. De acuerdo a esto, en los protocolos Poeca y en la resolución 07 del 2022 que tiene actualmente esta entidad, lo que determina es que como son acciones externas diferentes a las fuentes móviles y fijas del Valle de Aburrá, las medidas inicialmente son preventivas a nivel salud”.
Hay que recordar que hace unos días, el Dagrd anunció que espera que la temporada de lluvias en la ciudad se incremente entre abril y mayo y que las probabilidades de que el niño terminara en este primer semestre son del 83%, mientras que esperan que el fenómeno de la niña (lluvias intensas y constantes) se presente entre junio y agosto con probabilidades del 62%.