A poco más de un mes para el cambio de gobierno, la preocupación por una posible venta de los terrenos de la Feria de Ganado comenzó a esparcirse entre los ganaderos y comerciantes de Medellín.
Señalando temer que se repitan los momentos de tensión que se vivieron en 2003, cuando ese gremio recibió un ultimátum por parte de la Alcaldía de Medellín para abandonar el lugar en cuestión de días, varios líderes sostienen que habría un riesgo de que se concrete una transacción antes del 31 de diciembre.
Mientras desde el gobierno distrital se asevera que en la actualidad no cursa un proceso de subasta para vender el lugar, cuya propiedad permanece bajo el control de la Administradora del Patrimonio Escindido de Empresas Varias de Medellín (Apev), desde la orilla de los ganaderos la preocupación es tal que ya interpusieron un derecho de petición buscando aclarar los planes que se tiene con el valioso terreno y alertar de paso a múltiples organismos de control de la situación.
A juicio de varios de ellos, pese a la respuesta negativa de la alcaldía, el riesgo de que dicho lote situado en el norte de Medellín se esté negociando bajo la mesa seguiría latente, al punto que no descartan hacer protestas en caso de que se avance en ese sentido.
Un lote estratégico
El principal motivo de preocupación de varios ganaderos y líderes de la Feria de Ganados radicaría en que desde hace más de dos décadas se han formulado planes con los que se busca darle una destinación a ese terreno, que por más de medio siglo ha sido el epicentro de la industria cárnica del Valle de Aburrá.
Jorge León Ruiz Ruiz, exrepresentante a la Cámara y uno de los líderes de los ganaderos que señala estar preocupado por una posible venta, advierte que tras seis décadas de funcionamiento la Feria tiene la capacidad de sacrificar más de 2.000 cerdos al día y hasta 800 bovinos, para abastecer a más de 700 carnicerías del Valle de Aburrá.
A pesar del paso de las décadas, en el que la industria cárnica se ha transformado, el lugar continúa siendo el epicentro de esa actividad en Antioquia, no solamente recibiendo ganado principalmente de subregiones como Urabá, el Magdalena Medio y el departamento de Córdoba, sino regulando los precios en todo el departamento.
Además de ese peso en la industria, Ruiz recuerda que del lugar dependen por lo menos otras 3.000 personas que tienen empleos indirectos, en su mayoría en la informalidad, que quedarían en el aire en caso de que se clausure el lugar.
Según asevera Ruiz, funcionarios al interior de la Alcaldía de Medellín habría emitido alertas a los ganaderos advirtiendo de movidas internas con miras a negociar los terrenos.
Con base en esas alertas, Ruiz señala que múltiples líderes se pusieron bajo guardia y enviaron un derecho de petición al Distrito, buscando esclarecer si se están adelantando trámites para una venta.
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El principal requerimiento en ese sentido fue radicado el pasado 12 de octubre por el ganadero Derian Monsalve Flórez, dirigido al alcalde encargado Óscar de Jesús Hurtado.
“Favor certificarme si su despacho le ha dado alguna instrucción a la gerente de la Administradora del Pasivo Pensional de Emvarias (Apev) para proceder con los trámites de venta de dicho bien inmueble”, consultó el ganadero, en una comunicación que también fue remitida a la Procuraduría General de la Nación, la Contraloría de Medellín y la Personería de Medellín.
En su misiva, Monsalve advirtió además que en caso de avanzar en un proyecto de esa naturaleza se deberían cumplir con los requisitos legales, que incluirían que el terreno no sea vendido a un privado en específico, sino que se haga por un mecanismo abierto en el que haya pluralidad de oferentes.
De igual forma, el ganadero señaló que, en caso de concretarse una posible venta, primero tendrían que revisarse los avalúos del lugar, que a su juicio hoy tendría inconsistencias.
“Es de advertir que, si dicho proceso es cierto, se debe cumplir con todos los requisitos que exige la ley de contratación estatal y adicionalmente, antes de adelantar dicho proceso, se debe corregir el avalúo vigente, toda vez que dicho avalúo es incorrecto porque no ha cumplido con varios parámetros técnicos y de ley, para poder avanzar con un avalúo con rigor técnico, económico, social y ambiental”, escribió en su recurso.
Aunque en un comienzo el requerimiento fue contestado por la Secretaría de Suministros y Servicios, en un documento en el que esa dependencia alegó no tener potestad en esos terrenos, el mismo luego fue remitida a la Apev, entidad creada en 2012 con la misión de administrar los recursos destinados a respaldar el pasivo pensional de Empresas Varias de Medellín.
“Dando respuesta de fondo a su solicitud, la Apev a la fecha no se encuentra adelantando ningún proceso de oferta de subasta pública de comercialización de sus activo”, respondió la directora general y representante de esa administradora Isabel Cristina Díaz Alzate, en una comunicación con fecha del pasado 3 de noviembre.
Sin embargo, tanto Ruiz como Monsalve recuerdan con preocupación que dicho contrato de arrendamiento no fue obstáculo para que en 2002, desde la misma Alcaldía fuera ejecutado un plan que por poco termina en la clausura del lugar, sino fuera por las protestas que los ganaderos realizaron para bloquear ese proyecto.
Y es que tal como se conoció en diciembre de ese año, ya en el ocaso de la administración del exalcalde Luis Pérez, el Municipio presentó a la opinión pública el controvertido Plan Parcial de Ferias, que entonces planteó que la Feria fuera eliminada y transformada en un parque público y en una zona para el desarrollo de otros proyectos constructivos.
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Pese a que entonces el gobierno local aseguró que dicho plan había sido socializado con los comerciantes de la feria, y hasta puso un plazo de días para que abandonaran el lugar, las fricciones y protestas que desató el proyecto terminaron echándolo para atrás.
Con la vista puesta en ese antecedente, los ganaderos recuerdan que en la última actualización del Plan de Ordenamiento Territorial emitido en 2014 ese plan de renovación urbana quedó planteado nuevamente en el papel, para que en la zona se construyan nuevos equipamientos urbanos, vías y zonas de espacio público.
Para conocer su versión ante la alerta emitida por los ganaderos, este diario envió un requerimiento de prensa a la Alcaldía de Medellín pidiendo precisar la existencia de planes en el corto, mediano o largo plazo para negociar esos terrenos. Hasta el cierre de esta edición el gobierno local no emitió ninguna respuesta.