¿Usar casco le hubiera salvado la vida? Ese quizá es uno de los interrogantes en torno a la muerte de Daniel Andrés Gamboa Biloria, el joven que recién había cumplido 18 años y fue arrollado por un camión en el barrio Manrique Central el pasado 13 de marzo cuando iba de pasajero en una moto. No usar casco es una de las infracciones más comunes en los barrios de Medellín, donde pese a los esfuerzos de las autoridades, los motorizados manejan sin Dios ni ley.
Imágenes de motociclistas sin casco se pueden evidenciar en cualquiera de los barrios de Medellín, principalmente en las calles que no son arterias, tal como se pudo evidenciar, por ejemplo, en la carrera 73, uno de los corredores principales que divide las comunas 5 (Castilla) y 6 (Doce de Octubre). En un periodo de cinco minutos, entre 10 motociclistas, con sus respectivos pasajeros, se evidenciaron que en siete de los casos los motorizados no usaban protección, muchos de ellos con el argumento de que “voy allí cerquita”.
Panorama similar se ve en la carrera 45, en Manrique, un corredor que desde 2010 dejó de ser para todos los vehículos y pasó a ser exclusivo del metroplús. Pese a su condición, centenares de motociclistas invaden este corredor y en su mayoría lo hacen sin utilizar cascos. Además, no falta el que también aproveche esta vía para dárselas de artista y hacer “willys” o piques, levantando la moto en la llanta trasera, en una maniobra que compromete la integridad no solo de los conductores, sino de otros actores viales, principalmente de los peatones.
Ni las sanciones importan
Todos estos casos ocurren en medio de los esfuerzos que hacen las autoridades de Medellín, que en operativos realizados en los barrios y también con las labores de los guardas que patrullan por las calles han sancionado este año a 25.409 motociclistas por toda clase de infracciones, de acuerdo con la Secretaría de Movilidad de Medellín.
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De estos conductores, 1.048 fueron sorprendidos manejando sin utilizar el casco, indicaron desde el Sistema Integrado de Información sobre Multas y Sanciones por Infracciones de Tránsito (Simit).
Pero esta no es la infracción más común, puesto que la más recurrente es transitar sin contar con la revisión técnico-mecánica y de gases, con 4.210 sanciones, seguido por transitar en vías no permitidas o en pico y placa, con 4.091 multas. El malparqueo también está entre las sanciones más recurrentes a los motorizados, con 3.794, y manejar sin tener el Soat vigente cierra el listado de las cinco infracciones más recurrentes de este actor vial, con 2.702 sanciones.
Dentro del escalafón divulgado por el Simit también se encuentran algunas particularidades como los 67 conductores que han sido sorprendidos manejando borrachos o bajo los efectos de sustancias estupefacientes, los 53 que multaron por llevar tres o más personas en la moto y los 50 que pillaron chateando con el celular en una mano y el manubrio en la otra.
El secretario de Movilidad de Medellín, Mateo González Benítez, ha sido insistente en su llamado al respeto a las normas de tránsito por parte de este actor vial, al tiempo que viene haciendo presencia constante en los barrios de la ciudad con el personal de tránsito para generar conciencia del respeto de todas las normas de tránsito.
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Pero estos operativos han traído sus inconvenientes. El pasado 13 de febrero se registró una asonada en el barrio Santa Cruz, nororiente de Medellín, donde varios motociclistas que iban a ser sancionados por estar mal estacionados, mientras prestaban servicio de transporte de manera ilegal, la emprendieron contra los agentes de la Secretaría de Movilidad.
Sin embargo, González aseguró que su prioridad pasa por generar conciencia para evitar que los motociclistas sigan aportando más del 66% de los muertos en las vías de Medellín y que se vean implicados en más del 80% de los accidentes con víctimas, bien sea como fallecidos o como generadores del siniestro fatal con peatones o ciclistas.
En lo que va corrido de este año van 59 personas que han fallecido en estos accidentes, de los cuales 39 iban en moto como conductores o pasajeros, además de haber participado en la muerte de 10 peatones y cinco motorizados, de acuerdo con el Observatorio de Movilidad de Medellín.
Pero todos los esfuerzos para lograr que se reduzca la mortalidad de motociclistas y las imprudencias en las vías dependen, en gran parte, de que haya conciencia de la importancia del respeto por las normas de por parte de quienes conducen estos vehículos.
