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Una enorme casona de Prado Centro en el cruce de la carrera 48 con la calle 58 no fue capaz de contener la alegría que ayer 14 mujeres y sus acompañantes tenían luego de haberse graduado como manicuristas en tal vez uno de los eventos más importantes que se han hecho en la zona, pues hasta invitados internacionales vinieron al certamen.
Y la ocasión no era para menos, pues las emocionadas graduadas — de toga y birrete—hacían parte de un grupo de mujeres pospenadas que se encuentran vinculadas a la Fundación Valora-t, que busca la reinserción social de esta población y que surgió gracias al esfuerzo de la empresa privada colombiana y española así como de algunas entidades estatales como el Inpec.
A través del compromiso de Valora-t con esta población excarcelaria, se espera que 30 mujeres que recientemente han dejado los penales del país obtengan una segunda oportunidad para cambiar sus vidas y así salir de ese círculo vicioso que por años las condenó a una existencia sórdida que intercalaba la criminalidad con la cárcel.
De acuerdo con Albert Ollé, presidente de la Fundación Valora-t, el proceso de las mujeres inicia cuando —una vez terminan sus condenas— deciden voluntariamente internarse en la recién inaugurada Casa Valora tu Libertad en Prado Centro. Allí llegan todas las pospenadas que no tienen una red de apoyo para reincorporarse en la sociedad y comparten la vivienda con otras compañeras vinculadas al proceso.
“Valora Tu Libertad, es un programa abierto y voluntario de vivienda compartida con enfoque de género, donde se da formación del ser y el hacer, con apoyo psicosocial, donde se gestionan y acercan oportunidades de estudio, trabajo, emprendimiento y salud a las mujeres beneficiarias. Este proyecto les da la posibilidad de iniciar una vida dentro de la legalidad y hacer un verdadero proceso de resocialización”, comentó con su marcado acento ibérico.
La idea es que las mujeres estén entre 10 a 12 meses “internadas” en la recién inaugurada casa y en el proceso. Aunque esto no quiere decir que estén enclaustradas, pues pueden salir al mundo exterior a cumplir sus obligaciones familiares y personales. “Luego las beneficiarias se acompañan en una etapa de seguimiento con el fin de que los resultados positivos se mantengan en el tiempo”, agregó Ollé.
A pesar de que el proyecto inició en firme en marzo, hoy ya ha entregado 17 oportunidades laborales, se ha permitido montar una maquila en la casa de Prado Centro que le da trabajo a ocho mujeres. Además, ya hay 10 beneficiarias terminando su bachillerato que se suman a las 14 graduadas.
Una de ellas es Rosa Murillo quien desde hace cuatro meses llegó a la Casa. “Me ha parecido algo muy espectacular porque aquí lo apoyan mucho a uno. Incluso cuando me enfermé me cuidaron muy bien. ¡Y ya me consiguieron empleo! Estoy muy feliz trabajando en Emergia. ¡Estoy súper encantada!”, comentó con sus ojos brillantes de la emoción.
Murillo admitió que el tránsito de la vida entre rejas a ese primer sorbo de la libertad que es la Casa se puede tornar duro al inicio. “Porque una trae el chip de la ‘convivencia’ como obliga un espacio como El Pedregal, pero uno tiene que saber llevar la vida. Aquí no tenemos que estar a la defensiva como antes. Aquí hay que saber convivir en paz”, explicó.
Otra de las pospenadas beneficiada por el proyecto es Sayra Yadira Candelo Rodríguez, quien fue una de las primeras ocupantes de la Casa.
“Esto ha sido una gran bendición para mí y mi familia. Ellos gozan de verme ya por fuera de esa vida tan dura que tuve por tantos años. Aquí por fin me gradué de bachiller y pude conseguir trabajo, hoy estoy vinculada al almacén La Vaquita”, añadió la espigada mujer.
Sayra comentó que ella no es la única beneficiada en su familia, pues su hija de 10 años también se encuentra en el programa Valora la Alegría destinado a los hijos de las pospenadas y de madres reclusas. “Ella es feliz y ha tenido un avance muy grande en su formación porque su niñez fue muy dura por mi ausencia mientras estuve en la carcel”, dijo.
Ahora la otra motivación de Sayra es su hija mayor, de 19 años, quien actualmente está en condición de calle. “Estoy luchando para sacarla de ahí porque así como yo tuve oportunidades, espero que ella también. Si logro sacarla, mi proceso estará completo”, comentó.
Aparte de Valora-t, al proyecto se han unido entidades como la Fundación Emvarias, la Fundación Fraternidad Medellín, la Fundación Rodrigo Arroyave, la Fundación Sofía Pérez de Soto, Somos One y la Fundación UdeA; así como la academia Arlina Nails, Distrihogar, la empresa Emergia (colombo-española), almacenes La Vaquita, Luthier, Estanterias Medellín, Merlyna y el distribuidor tecnológico Uniples SAS. Mención aparte merece el grupo de profesionales voluntarios ligados al proyecto y el Inpec.
Aún así, siempre queda campo para que más empresas y personas se puedan vincular a este proyecto.
Ayer en la casa valora de la fundación valora-t un gran trabajo con post penadas.Estos programas como complemento a los restaurativos son el inicio a una justicia transformadora pic.twitter.com/g4ynImu5pK
— Virginia Domingo (@VirginiaDomingo) April 19, 2023
“Como empresa de tecnología, donamos 20 computadores para que ellas puedan estudiar y terminar el bachillerato. Además, los compañeros de trabajo las capacitan en temas tecnológicos”, explicó Beatriz Elena del Valle, representante legal de Uniples SAS.
“Proyectos como este tienen un gran beneficio social pues se cambian vidas y se potencia el futuro de estas mujeres y de sus hijos.Y la única forma de continuarlos es que los empresarios se unan. Y si alguno necesitan motivaciones, que vengan y escuchen estos testimonios tan bonitos”, añadió Evaristo Canete, CEO de Emergia en Colombia.
Por su parte, la formadora Catalina Sucerquia, indicó que para ella fue una “bendición” haber conocido a sus alumnas. “Mi compromiso de cada sábado era estar con ellas, porque les vi la motivación. En los procesos de formación siempre hay mucha deserción pero estas ‘niñas’ no desertaron, todas estuvieron acá con las ganas de salir adelante siempre”, apuntó.
Mientras todo era alegría y lágrimas de felicidad, las graduadas lanzaron sus birretes al aire, mientras suena de fondo una música suave, pero más fuerte queda aquella frase que su profesora les comentaba al inicio de la ceremonia: “aunque nadie ha podido volver el tiempo atrás para rehacerse un nuevo inicio de su vida, cualquiera en el presente puede volver a empezar con voluntad para forjarse un nuevo final”.
La Fundación Valora-t, es una Fundación constituida por la Fundación CorporaciónValora de Barcelona España, quienes trabajan en Barcelona, Nepal y Colombia. Esta Fundación tiene como principal respaldo la Empresa Emergia, que tiene diferentes Contact Centers en las ciudades de Bogotá, Cali, Manizales, Medellín y Sabaneta.
Periodista de la Universidad de Antioquia. Al igual que Joe Sacco, yo también entiendo el periodismo como el primer escalón de la historia.