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¿Por qué en el Valle de Aburrá se registran aguaceros de hasta 22 horas?

Los temporales dan la sensación de que ahora las tormentas duran más tiempo y dejan más estragos. El sistema de alertas tempranas Siata dio explicaciones sobre la situación y los riesgos que podrían traer para el área metropolitana y Antioquia.

  • Un aguacero e inundaciones en el Sur del Aburrá. Foto: Juan Antonio Sánchez Ocampo.
    Un aguacero e inundaciones en el Sur del Aburrá. Foto: Juan Antonio Sánchez Ocampo.
  • Hasta en las noches ya toca andar con sombrilla en el Aburrá. Foto: Julio César Herrera Echeverri
    Hasta en las noches ya toca andar con sombrilla en el Aburrá. Foto: Julio César Herrera Echeverri
  • ¿Por qué en el Valle de Aburrá se registran aguaceros de hasta 22 horas?
  • La sombrilla ya se volvió artículo de uso obligado en la ciudad. Foto: Esneyder Gutiérrez Cardona
    La sombrilla ya se volvió artículo de uso obligado en la ciudad. Foto: Esneyder Gutiérrez Cardona
13 de abril de 2025
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Últimamente en el Valle de Aburrá, así como en otras zonas de Antioquia, está sucediendo un fenómeno bastante particular para el que los paisas no están acostumbrados. Desde el arranque de abril se ha visto cómo los aguaceros que se “acuestan” con uno, ya no solo “amanecen” con uno, sino que a veces se extienden tanto que prácticamente se “quedan a almorzar”.



De hecho –en los juiciosos reportes emitidos desde el Sistema de Alertas Tempranas Siata, adscrito al Área Metropolitana del Valle de Aburrá– se ha visto cómo los registros de los últimos aguaceros se han extendido por 10, 12 y hasta 14 horas de duración. De hecho, el aguacero del pasado jueves 10 abril registró 22 horas de continuidad, ya que, según las cuentas de la entidad, comenzó a las 8:40 a.m., y se declaró finalizado el viernes 11 a las 7:07 a.m.

Ese día, por decirlo de cierta manera, un nubarrón (tal vez tan grande como el del vallenato de Rafael Orozco) que venía desde el norte de la subregión se encontró con otro que provenía del suroriente haciendo que el agua cayera por todo el territorio metropolitano.



Por eso, ante el actual panorama, surge una duda entre la comunidad –sobre todo entre quienes más pueden padecer el rigor de la lluvia–: ¿será que los aguaceros de Medellín están durando más tiempo? ¿o se convirtió Medellín en el nuevo “Cielo Roto”?


Hasta en las noches ya toca andar con sombrilla en el Aburrá. Foto: Julio César Herrera Echeverri
Hasta en las noches ya toca andar con sombrilla en el Aburrá. Foto: Julio César Herrera Echeverri

El Siata responde

Este diario consultó al Siata para conocer la explicación al actual fenómeno. Desde allí indicaron que para comprender bien el asunto de los aguaceros primero hay que entender que las lluvias en el Aburrá se dan de dos formas, conocidas como eventos convectivos y estratiformes.

Los eventos convectivos, en una explicación extremadamente simplificada, son los aguaceros de una alta intensidad y una corta duración –de hasta una hora– desplegados en puntos muy precisos de hasta unas decenas de kilómetros. Mientras que los eventos estratiformes, pueden abarcar cientos de kilómetros y durar más de 10 horas pero con una intensidad entre media y baja.



Lo segundo que hay que entender, según el Siata, es que la duración de los aguaceros en la subregión se contabiliza desde el momento que estos inician en cualquier punto del Aburrá hasta que finalicen en cualquier otro punto del valle. Es decir, si un aguacero comenzó en Bello a las 2:00 p.m., pero la tormenta se siguió moviendo por otros municipios, como por ejemplo La Estrella, para el Siata el aguacero finalizará una vez deje de caer agua en La Estrella; así en Bello el chubasco haya culminado a las 2:15 p.m.

La explicación de esta forma de medición es relativamente sencilla. El Aburrá está interconectado de una forma particular. Por ello, lo que pase en un punto, repercute en otro. Es decir, si el río se crece en Caldas, muy seguramente esto tendrá consecuencias en Barbosa.

Bajo esta lógica, según el Siata los aguaceros en un mismo punto pueden durar, por lo general, entre cuarenta minutos a una hora máximo. La cuestión es que bajo la dinámica propuesta por el Siata, los aguaceros sí pueden llegar a durar más de 12 horas.

¿Por qué en el Valle de Aburrá se registran aguaceros de hasta 22 horas?



“Por ejemplo, tomemos lo que pasó el jueves. Si, el aguacero duró 22 horas, pero no es que en un solo punto hubiera llovido durante 22 horas, sino que para nosotros en el Valle Aburrá sí estuvo lloviendo esa cantidad de tiempo”, explicó Yordan Arango miembro del Equipo de Meteorología del Siata, encargado de estudiar los fenómenos meteorológicos extremos.


¿Están durando más las lluvias?

Con base en esta explicación, según Arango desde el Siata no hay evidencia de que al largo plazo, los actuales aguaceros –ya sean convectivos o estratiformes– estén durando más tiempo en comparación con los registros históricos de 10 años atrás por estas fechas.

Sin embargo, si se hace una comparación más cortoplacista, al analizar la duración de los aguaceros de marzo con los de abril, sí se hallan variaciones que tendrían que ver con el ciclo de las lluvias.

“El ciclo diurno de la precipitación nos dice cómo se comportan los aguaceros a lo largo del día, es decir, normalmente a qué horas caen. Resulta que generalmente en marzo los aguaceros se dan más en la tarde que en la noche. Mientras que en abril, las lluvias por lo habitual se dan en la tarde, pero también en la noche y en la madrugada. Entonces, una posible explicación de porqué la gente siente que están durando más los aguaceros es porque tal vez se están 'juntando' en términos temporales los aguaceros de la tarde y los de la noche”, añadió Arango.

Pese a quedar resuelta la duda inicial, otros interrogantes afloran, pues si bien según el Siata los aguaceros duran lo mismo, si vale la pena preguntarse si está cayendo más agua.

Las últimas noticias darían cuenta que sí: inundaciones, deslizamientos y desbordamientos muestran que algo está pasando. Pese a esto, Arango admite que responder la pregunta es un tema complejo que bien amerita una tesis doctoral, aún así se arriesgó a dar su punto de vista.

“Por lo general, abril tiene un mayor acumulado. Es decir, en condiciones normales cae más agua que en marzo. Pero resulta que este año estamos influenciados por el fenómeno de La Niña que estuvo en el país hasta febrero pasado pero esas condiciones aún siguen influyendo en la dinámica de la atmósfera del Aburrá y están haciendo que para el mes de abril vayamos a tener mayores acumulados de lluvias que los esperados. O sea, habría mucha más agua acumulada al 30 de abril”, añadió el experto.

De acuerdo con las formas de medir la caída de agua durante la lluvia, un milímetro de agua lluvia significa que un litro de agua que ha caído en un metro cuadrado de superficie. Con base en esto, según las mediciones del Siata, el mes de marzo de 2025 registró que cerca de 150 milímetros de agua cayeron ese mes en el Valle de Aburrá. Sin embargo en lo que va de abril ya hay algunas estaciones del Siata que midieron entre 180 milímetros y 200 milímetros, cantidad que debería mirarse con atención pues este valor era lo esperado para fin de mes.

“Inclusive, con estos aguaceros hubo algunos municipios como La Estrella o Itagüí que ya acumularon 100 milímetros. Es decir, en 13 días, recogieron la mitad de lo esperado en todo el mes. Pero por La Niña es probable entonces que superemos los 200 milimetros esperados a fin de abril”, dijo Arango.

Toda esta cantidad de agua extra que se sigue acumulando en laderas y montañas repercuten en riesgos. Por ejemplo en las zonas rurales, los deslizamientos, las avenidas torrenciales, las crecientes súbitas y otras emergencias de este tipo ocupan el primer lugar como uno de los riesgos más grandes.


Mientras que en las ciudades, las inundaciones y el desbordamiento de ríos y quebradas son el mayor foco de preocupación ante la abundancia de agua desde el cielo.

Cabe recordar que el país y sobre todo las zonas aledañas a las cordilleras como Antioquia tienen dos temporadas de lluvias fuertes, las de septiembre a noviembre, y la que va de marzo a mayo. Lo que quiere decir todavía falta mes y medio para que empiecen a despejarse los nubarrones, por lo que hay que estar alerta pues muy seguramente siga lloviendo de la misma manera que en los días recientes.

La sombrilla ya se volvió artículo de uso obligado en la ciudad. Foto: Esneyder Gutiérrez Cardona
La sombrilla ya se volvió artículo de uso obligado en la ciudad. Foto: Esneyder Gutiérrez Cardona


Aguaceros dejaron más de 1.000 afectados en el Suroeste

El Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres en Antioquia informó que ya realizó la caracterización de las familias afectadas y damnificadas en varios municipios del departamento por cuenta de las inundaciones a causa de las lluvias de este fin de semana, sobre todo en el Suroeste Antioqueño.



Según la entidad, las labores se desarrollaron sobre todo en Venecia, Concordia, Salgar, La Pintada y Fredonia, donde se entregaron ayudas humanitarias, según las necesidades identificadas en cada territorio.



“En Venecia son 165 familias damnificadas, en Concordia son 170, en Salgar tenemos 230, en La Pintada son 422 familias damnificadas, y en Fredonia tenemos 56”, aseguró el director del Dagran Carlos Ríos Puerta.

La entidad también comentó que en Montebello, también en el Suroeste, se visitó las veredas Vista Merced y Piedra Galana, donde se recomendó la evacuación de 44 viviendas que se encuentran en alto riesgo debido a la socavación del río El Buey.

De igual manera, con maquinaria amarilla, la Administración Departamental ha realizado intervenciones en las vías de municipios como Turbo, Gómez Plata, Murindó, La Pintada y Nariño. También se ha hecho acompañamiento con profesionales en Zaragoza, San Roque y San Juan de Urabá a raíz de los factores de riesgo que allí se encuentran. A esto hay que sumar la atención de las vías que van a Abejorral que también resultaron afectadas.



En total, en el departamento se han entregado en los últimos días 1.724 kits de alimentos, 999 kits de aseo, 770 kits de cocina, 356 kits de educación, 2.976 colchonetas, 6.762 cobijas ,1.457 sábanas y 876 carpas a las familias damnificadas por las altas lluvias.

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