Una polémica se desató esta semana en Venezuela después de que el abogado Manuel Ferreira, director de Derechos Humanos del partido de oposición Mesa de Unidad Democrática (MUD), publicara en su cuenta de Twitter una foto en la se ve a seis recién nacidos durmiendo plácidamente dentro de cajas de cartón.
La foto fue tomada en la madrugada de este lunes en el Hospital Doctor Domingo Guzmán Lander en la ciudad de Barcelona, estado de Anzoátegui, por una pediatra de la institución cuyo nombre no ha sido revelado.
“Con este legado de la revolución...¿Quién se atreve a decir que #ChavezFuerzaInternacional?”, cuestionó Ferreira en sus redes sociales.
La respuesta del director del hospital, José Zurbarán, no se hizo esperar. En su cuenta de Twitter, el director calificó la publicación de la fotografía como el “ataque mediático más despiadado que sistema de salud alguno haya recibido” y aseguró que las fotos “no reflejan la realidad”, pues obedecen a “situaciones aisladas y ligerezas de terceros”.
Y ese mismo día, el Hospital Guzmán Lander publicó en sus redes sociales fotos y videos de la sala de neonatos, donde se pueden ver varias incubadoras vacías. “Se determina la presencia de 7 incubadoras en la sala contigua de donde tomaron foto tendenciosa. #Verdad”.
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Sin embargo, poco después, las autoridades de salud tuvieron que reconocer que la fotografía era real y que en efecto esa noche sí hubo neonatos durmiendo en cunas de cartón, pero atribuyeron el hecho a “las acciones tomadas de manera inconsulta por una profesional del hospital sin autorización de la dirección”, explicó a través de su cuenta de Twitter el presidente del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, Carlos Rotondaro.
El funcionario agregó que la institución que dirige “respeta los protocolos de atención para recién nacidos; a diario atendemos los niños de la Patria y seguimos trabajando por ellos. Nuestros hospitales atienden a centenaros de pacientes, pese a lo que ocultan algunos medios. Reconocemos las fallas y seguimos”.
Además, Rotondaro informó que en cuanto a la fotografía de los bebés durmiendo en cajas de cartón, “se procederá de la manera jurídica correspondiente”.
Pero, ¿por qué los niños estaban durmiendo en esas cunas?
El Defensor del Pueblo de Anzoátegui, Rafael Hurtado, aseguró que ese día hubo 51 nacimientos en el Hospital Guzmán Lander, pero que ese centro de salud solo tiene capacidad para 36. Y añadió que aún no se sabe por qué los médicos acostaron a los niños en cajas de cartón en lugar de llevarlos a donde sus mamás.
Para el abogado Ferreira, ese argumento de defensa es inconsistente: “Es indignante ver cómo pretenden excusar su responsabilidad atribuyéndosela a médicos que trabajan con las uñas”.
La situación económica de Venezuela es cada vez más crítica
Aunque la situación de los bebés de Anzoátegui sea aislada, como señalan los funcionarios, la fotografía deja la misma sensación que las imágenes de miles de venezolanos cruzando la frontera con Colombia para comprar productos tan básicos como crema dental o papel higiénico: la crisis económica en el país vecino va de mal en peor.
El 13 de mayo de este año, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, decretó un estado de excepción y emergencia económica que extendió sus poderes especiales para hacer frente a la abrupta caída de los precios del petróleo, el principal producto de exportación de ese país y que por décadas ha sido el bastión de su economía.
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A pesar de las medidas, el gobierno de Maduro no ha logrado detener la desbordada inflación y la escasez de productos de la canasta básica que afecta a todo el territorio venezolano.
Entre agosto de 2015 y agosto de 2016, la inflación en Venezuela alcanzó un escandaloso 675,1%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y el Banco Central de ese país.
El otro lado de las cunas de cartón
A pesar de la polémica que ha generado la fotografía en Venezuela, donde muchos han tildado de “indigno” que los niños recién nacidos duerman en cajas de cartón, las cunas hechas con este material son bien vistas en varios países del mundo.
En Finladia, por ejemplo, el Estado entrega una caja de cartón con pañales, colchoneta, ropa, productos de aseo y otros utensilios a las familias de los bebés recién nacidos. La caja, además, puede usarse como cuna, aunque el país nórdico no sea precisamente ese lugar donde los padres no puedan costear una cuna de madera para sus bebés.
Pero no solo es una cuna de cartón: el programa, que funciona desde la crisis económica finlandesa de los años cuartenta, incluye apoyos económicos y garantiza el acceso de los bebés a atención médica oportuna.
Ese concepto se ha replicado en países como Estados Unidos, Inglaterra, Autralia, India y Sudáfrica, y más recientemente a México, donde la idea no caló muy bien.
Pero hasta los duques de Cambridge recibieron una cuna de cartón para recibir a su primer bebé en 2013, como regalo del instituto de seguro social finlandés (Kela). Probablemente el príncipe inglés no durmió nunca dentro de la caja de cartón, pero el regalo funcionó perfectamente para hacer publicidad al programa que, según el gobierno de Finlandia, ha disminuido considerablemente las cifras de mortalidad infantil.