Las elecciones municipales en Venezuela de ayer, en las que el partido de gobierno y la oposición buscaban espacios de poder, se desarrollaron en un clima electoral diferente, esto debido a que en las calles se vieron filas no para votar, pero sí para comprar mercado y abastecerse de gasolina.
En estos comicios se escogieron 2.459 concejales y sus suplentes, y están llamados a las urnas casi 21 millones de venezolanos. El poder electoral ha dicho que cerca de 50 organizaciones políticas participan, entre ellas, 11 consideradas de oposición
En la frontera colombo venezolana el panorama electoral fue similar al resto del país: desolación en calles y avenidas, centros electorales vacíos y en su mayoría dominados por simpatizantes del partido de gobierno, PSUV, que en medio de los llamados “puntos rojos”, ofrecían dádivas a quienes los apoyaron.
A pesar de que el paso entre Venezuela y Colombia no fue cerrado en la celebración de las elecciones, el tránsito por los puentes internacionales Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander y La Unión fue escaso, y apenas un 10 % de transeúntes de los que habitualmente cruzan la frontera, se movilizaron ayer, reportó el concejal de San Antonio del Táchira, Carlos Chacón.
Largas filas, no para votar
El descontento ciudadano, la desconfianza en el Consejo Nacional Electoral (CNE) y la crisis que atraviesa Venezuela de servicios públicos, abastecimiento e inseguridad, fue la razón para que decenas de venezolanos no fueran a votar. Largas filas para surtir combustible bordearon las ciudades venezolanas fronterizas.
“Tengo más de 12 horas haciendo fila para poner gasolina, ¿usted en mi lugar saldría de aquí para ir a votar? Además ¿para qué? Si en los últimos años no hemos visto nuestro voto reflejado en los resultados, tenemos un CNE tramposo. Aquí esto no tiene manera de cambiar en los próximos meses, es muy difícil”, señaló Carlos López, mientras esperaba para surtir gasolina.
Otros ciudadanos aprovecharon el domingo electoral para abastecerse de comida en las ferias de hortalizas y verduras. Para la mayoría de los consultados no hay garantías de celebrar unos comicios transparentes.
Electores y organizaciones políticas denunciaron a El COLOMBIANO negligencia electoral por parte del Consejo Nacional Electoral que no garantizó la sustitución de miembros de mesa, situación que impidió que cerca del mediodía en algunos centros de votación no se abrieran las mesas para el sufragio.
Al caer la tarde y cerca a la hora del cierre de urnas –a las 4:00 p.m– el panorama se mostró más desolador. Aunque los resultados electorales se deberían conocer una vez finalizado el conteo de votos, la dinámica en Venezuela ha demostrado que no es sino hasta cerca de la medianoche que el Consejo Nacional Electoral emite el boletín.