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Suramérica, en un balancín de derecha a izquierda

En las jefaturas de Estado en el continente se han sentado 60 personas en las últimas dos décadas, bien sea por elección popular o como interinos.

  • El izquierdista Pedro Castillo es el último presidente electo en Suramérica. Pronto gobernará Perú. FOTO: AFP
    El izquierdista Pedro Castillo es el último presidente electo en Suramérica. Pronto gobernará Perú. FOTO: AFP
Suramérica, en un balancín de derecha a izquierda
14 de junio de 2021
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presidentes suramericanos del siglo XXI han sido investigados penalmente.

A diferencia de la relativa estabilidad que impusieron las dictaduras del siglo XX, en la Suramérica del presente centenario hay una alternancia entre los poderes de izquierda y derecha, y entre quienes son elegidos para los cargos de jefes de Estado.

En las recientes elecciones, Ecuador saltó de izquierda a derecha, con la llegada de Guillermo Lasso; Perú hizo lo contrario, con Pedro Castillo; y Bolivia, después de un periodo de interinidad, retomó la senda de izquierda con Luis Arce.

Para entender esas oscilaciones en las tendencias políticas, EL COLOMBIANO analizó los movimientos en las presidencias suramericanas durante el nuevo milenio. Del recuento histórico se deduce que las democracias más estables han sido Colombia, con cuatro mandatarios; y Chile y Uruguay, con cinco cada una y sin destituciones o interinidades en estas dos décadas.

En contraposición, las más inestables han sido Perú, con nueve presidentes; y Argentina y Bolivia, con siete xcada uno (ver Infografía).

De las 60 personas que han ocupado la jefatura de Estado en la región durante estos 20 años, bien sea electas, de facto o interinas, 22 han tenido investigaciones penales en contra, por presuntos hechos de corrupción o nexos con el crimen organizado. Esta es una de las razones para la desconfianza institucional que reina en el continente, de acuerdo con los analistas consultados.

¿De cuál extremo somos?

Sandra Botero, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad del Rosario, comentó que “es difícil hacer una generalización de todo el continente, porque se ha mantenido cierto equilibrio en los últimos años”.

Recordó que en la primera década del siglo XXI hubo un repunte de la izquierda, con Luiz Lula en Brasil, Rafael Correa en Ecuador, Evo Morales en Bolivia, Néstor Kirchner en Argentina, Hugo Chávez en Venezuela y Tabaré Vázquez en Uruguay; sin embargo, en ese mismo periodo hubo importantes representantes de la derecha, como Álvaro Uribe en Colombia, Nicanor Duarte en Paraguay y Alan García en Perú.

En la segunda década las cargas se revirtieron. Y en la actualidad, “lo que vemos es una mezcla, entre presidentes populistas de derecha y de izquierda”, según Botero.

Carlos Builes, docente de Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia, señaló que “América Latina siempre tiene esa balanza, unas veces de derecha y otras de izquierda. La razón es que son democracias frágiles y vulnerables, no hay una alianza fuerte entre la sociedad y las instituciones; entonces, las derechas radicalizadas como dictaduras, y las izquierdas radicalizadas como populismos, han pululado en toda su historia, porque ha sido más importante la figura de los líderes que el mismo Estado”.

Añadió Builes que estas transiciones se dan “como olas, dependiendo de la influencia de otros países, los problemas de pobreza o los convenios económicos”.

Alejo Vargas, profesor de Ciencia Política de la Universidad Nacional, recalcó que en los últimos tres años pareciera haber un giro a la derecha en el continente, pero con gran incertidumbre por lo que pasará en las próximas elecciones de Colombia y Brasil, “donde no es claro lo que va a suceder”. A esto se suma que “ahora Bolivia y Argentina volvieron a la izquierda”.

Opinó que “siempre ha habido un movimiento pendular en la región, de una tendencia a otra, y esto no es necesariamente malo, porque la alternancia es normal en las democracias”.

Y Jorge Coronel, economista y maestro en varias universidades del Valle de Aburrá, reseñó que en este análisis no se puede obviar la influencia geopolítica de Estados Unidos.

“Partiendo del concepto político de derecha e izquierda, se puede decir que Suramérica ha sido predominantemente de derecha, con influencia de EE. UU., en el sentido de que ha alineado a su gusto el tablero político de la región. La fuerza reciente que dicha izquierda tuvo desde finales de los noventa, ya vimos cómo fue obstaculizada con montajes, persecución política y militar, sumado a las diversas formas de bloqueos económicos y financieros”, expresó.

¿Existe el “centro”?

En las recientes elecciones en varios países, llama la atención el esfuerzo de varios candidatos por presentarse como opción de centro. ¿Esta tendencia existe o es otro matiz de la izquierda o la derecha?

Botero argumentó que “estamos en una coyuntura complicada, producto de la crisis social y económica que ha dejado la pandemia de la covid-19. Así que están apareciendo propuestas populistas que quieren presentarse con una plataforma antisistema, para ganarse a la gente que está molesta con las instituciones y los gobiernos”.

Desde el punto de vista de la profesora, ese concepto es la base de varios candidatos en sus campañas, como Guillermo Lasso en Ecuador, quien a pesar de tener un programa derechista se presentó como un hombre de centro.

“Algo parecido hizo Bolsonaro en Brasil: en las elecciones se presentó como un político diferente al sistema, salvador de todo lo que venía mal con la izquierda”, dijo.

Por su parte, Builes estimó que “las tendencias de centro no se presentan mucho en Suramérica. A veces creo que ‘centro’ es una forma de decir que un político es de derecha moderada, pero sigue siendo derecha”.

Manifestó que esta denominación “es más bien una cuestión estratégica. En sociedades en las que priman polarizaciones políticas, un candidato de centro busca canalizar esa circunstancia y mostrarse distinto a los extremos, como una estrategia para llegar al gobierno. Otra explicación es que quieren mostrarse distintos a las otras derechas, que son de tendencias más elitistas, capitalistas o que no respetan las diversidades”.

Para Vargas, el centro sí existe, “y ha sido muy importante en Colombia, si uno analiza los gobiernos anteriores de los partidos Liberal y Conservador, ambos tuvieron mucho de centro. Lo que pasa es que en los últimos tiempos esa tendencia se ha debilitado por la corrupción, tal cual pasó en Perú y Brasil”.

En concepto de Coronel, “la idea política de un ‘centro’ entre derecha e izquierda se ha tratado de justificar de múltiples formas, incluso hasta apelando al medio ambiente. Por esta vía han surgido unas ideas, pero más en el sentido de desmarcarse de un lado o del otro, que por constitución significativa de un centro con solidez política”.

El economista citó a Norberto Bobbio, un politólogo italiano, para quien “los conceptos de derecha e izquierda son antitéticos, es decir, opuestos y contrarios; por lo tanto, desde esta consideración no cabe el centro, sino matices o vertientes dentro de la derecha e izquierda. Por esta razón es que cuando se examina con juicio el ‘centro’, y especialmente desde lo que le dio origen a la derecha y a la izquierda, que fueron temas políticos como la igualdad y la libertad, lo que se encuentran son posturas que deben estar en un lado o en el otro”

Infográfico
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