x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

Notre Dame, el alma de París que aún no se levanta

Todavía no se sabe cómo comenzó el incendio, la reconstrucción está detenida y faltan recursos.

  • La catedral de Notre Dame, de París, es una obra de arquitectura gótica considerada patrimonio de la humanidad. Millones de personas acudían cada año al lugar.
    La catedral de Notre Dame, de París, es una obra de arquitectura gótica considerada patrimonio de la humanidad. Millones de personas acudían cada año al lugar.
  • El 15 de abril de 2019 sufrió un incendio que acabó con parte del techo de este majestuoso símbolo de la cristiandad. En ese momento estaba en restauración.
    El 15 de abril de 2019 sufrió un incendio que acabó con
    parte del techo de este majestuoso símbolo de la cristiandad. En ese momento
    estaba en
    restauración.
  • Las obras de restauración y reconstrucción aún no han empezado a la espera de definir qué tipo de diseño se seguirá para esas labores. FOTOS Getty
    Las obras de restauración y reconstrucción aún no han empezado a la espera de definir qué tipo de diseño se seguirá para esas labores. FOTOS Getty
23 de abril de 2020
bookmark

Se acercaban las 7 de la noche en París, la aguja de la catedral de Notre Dame cayó y con ella el corazón de la ciudad dejó de palpitar. Esa, la insignia que selló la majestuosidad de este templo del siglo XII, se desvaneció entre las llamas del incendio que acabó con el techo y parte de la estructura de la basílica madre de los parisinos y Patrimonio de la Humanidad.

Ya pasó un año desde aquel lunes 15 de abril y Notre Dame aún espera que comience a cumplirse la promesa de su restauración y reconstrucción, programada para culminar ese mismo mes, pero en 2024, un proceso de cinco años para revivir la obra de nueve siglos de historia. Por donde antes pasaban 30 mil turistas al día, hoy hay una grúa y lonas verdes que tapan la construcción.

Con el incendio las promesas de donaciones para la reconstrucción llegaron a los 900 millones de euros, pero solo han sido desembolsados 188, como lo apuntó la Fundación Patrimonio de Francia. El trabajo, hasta ahora, se ha reducido a tratar la contaminación por plomo –un metal tóxico que, según la Organización Mundial de la Salud, puede ocasionar daños neurológicos y conductuales– retirar daños del incendio e investigar cuál será la estrategia más conveniente para revivirla.

Hay más preguntas que respuestas. La justicia no ha determinado cómo comenzó la conflagración, aunque esbozan las teorías de un cigarrillo o una falla eléctrica. En los folios del fiscal de París, Rémy Heitz, están 96 elementos de prueba, un centenar de interrogatorios y 1.125 hojas de procedimiento, según AFP, pero ese material aún no da luces claras en el proceso.

Además, hay zonas de la catedral a las que no se ha ingresado a recoger pruebas porque son inaccesibles, sea por la contaminación por plomo o por el riesgo en la estructura. Ni siquiera han desmontado los 10 mil tubos del andamio que habían sido instalado por obreros antes del incendio para avanzar en la restauración.

Tampoco está claro si la reconstrucción será semejante al diseño que dejó el arquitecto Viollet-le-Duc en el siglo XIX o si se hará una interpretación de la obra y de partes tan representativas de esta como la aguja, tal como lo ha sugerido el presidente francés Emmanuel Macron.

El reto de restaurar

Francia tiene el anhelo de revivir Notre Dame, para lo que se necesitan dos pasos: restaurar los elementos que se deterioraron como los vitrales, las bóvedas y las gárgolas, y reconstruir los que se dañaron caso las alfardas, la estructura del techo y la flecha, un trabajo que guían el arquitecto Philippe Villeneuve y el general Jean-Louis Georgelin, comisionado por Macron para encabezar la reforma.

Villeneuve, un experto en monumentos históricos, y Georgelin ya tienen sus roces. El arquitecto apela por hacer la aguja de Notre Dame fiel a la versión que se perdió en el incendio, mientras el general propone un nueva versión con un estilo “contemporáneo”. Los roces entre ambos llegaron a la prensa y en noviembre del año pasado Georgelin le ordenó a Villeneuve “callarse la boca” sobre las diferencias entre el equipo de trabajo.

Jairo López, pintor que reside en París, pasa por Notre Dame a “curiosear”. Ve lonas, grúas y obreros retirando las piezas que quedan, porque en el último año los trabajos han estado enfocados en limpiar la zona. “Es un proceso largo porque requiere una investigación sobre cómo se hará la obra. Parece que se están poniendo de acuerdo en esos puntos. Si optan por un ajuste fiel a la versión anterior, esto requiere un arduo trabajo y una exhaustiva búsqueda de materiales”, considera.

Desde antes de la cuarentena el arreglo estaba detenido para mejorar la protección de los obreros ante el riesgo del plomo. Mientras la ciudad esté aislada no se podrá descontaminar por completo ese elemento químico del lugar y, con esto, menos será seguro para que los trabajadores regresen a intervenir la catedral. Ya pasó un año y quedan cuatro para cumplir el plazo que trazó el Macron, una obra que estaría finalizada cuando ya no esté en el poder.

“Tenemos que fijarnos objetivos ambiciosos, movilizarnos para alcanzarlos y estar a la altura de las grandes construcciones que han hecho nuestra historia”, aseguró esta semana el presidente al conmemorar el primer año del incendio. Ese miércoles, a las 8 de la noche, las campanas de la catedral volvieron a sonar, después de estar inmóviles durante 366 días a la espera de que el alma de París se levante.

Un sueño que llegó al rey

Siglo XII. Cuando Maurice de Sully era obispo de París imaginó tener una gran basílica. Convocó a maestros constructores, arquitectos de esa época, y esbozó el primer plano de la catedral. Pero una creación de esa magnitud, con techos mucho más altos de los que se conocían en las iglesias de ese lapso de la Edad Media, requería que alguien más que un sacerdote creyera en ella.

Maurice llevó su sueño ante el Rey Felipe II de Francia y lo convenció. “El Augusto”, como también le conocían, bendijo junto al Papa Alejandro III la primera piedra de la catedral. Juntos le dieron el nombre de Notre Dame (nuestra señora) de París, en honor a la Virgen María.

Todo se hacía a mano: los obreros buscaban piedras pesadas, otras de caliza y algunas de cantera. Los artesanos las tallaban hasta lograr un rectángulo. Las más robustas iban en la base para soportar a las demás. Un péndulo servía para poner a prueba la estabilidad de cada piedra que se cimentaba. Que estuviera recta era la señal de un fundamento sólido para sostener el resto. El proceso tardó una generación. La primera roca se puso en 1163 y en 1240 estaban listas las dos torres centrales, pero hubo ajustes hasta 1260.

“Las iglesias góticas son una construcción en la que, si una piedra se cae, se desmorona toda la edificación. Es algo muy particular. Cada roca es indispensable para las otras, por eso había tanto temor de que se derrumbara con el incendio”, explica Carlos Vélez, un restaurador de París. Con los años llegaron las estatuas talladas en su fachada, los vitrales con figuras religiosas, las gárgolas de su techo y la aguja de 96 metros que acentuó la construcción como una corona enaltece a un rey.

Notre Dame narra la historia

Nuestra Señora guarda un relato de cada gobernante. Napoleón Bonaparte se proclamó como monarca en la catedral, en 1804, un momento que el pintor Jacques-Louis David eternizó en su obra La consagración de Napoleón. Notre Dame también sobrevivió a las batallas de la Revolución Francesa y a los embates de las dos guerras mundiales que destruyeron otras ciudades de Europa y que dejaron a París en manos de los nazis.

Cuando los aliados estaban por derrotar al Tercer Reich, en agosto de 1944, Adolf Hitler ordenó a su gobernador en París, el general Dietrich von Choltitz, dinamitar la catedral, la Torre Eiffel, el Museo del Louvre y otros emblemas de la ciudad, pero el gobernador nazi no siguió las órdenes de su Führer. Esa negación permitió que la catedral de arquitectura gótica sobreviviera casi intacta.

Allí también despidieron al fallecido primer ministro Charles de Gaulle, quien llevó las riendas de Francia en los últimos años de la Segunda Guerra Mundial. En el mandato del expresidente François Hollande se realizaron las honras fúnebres de los fallecidos en el atentado contra el semanario Charlie Hebdo, en enero de 2015, y en 2019 comenzó una nueva etapa de su leyenda con el incendio que destrozó su techo y bóveda.

El fuego comenzó la tarde de ese lunes de abril y solo la noche vio cómo las llamas se apagaban ante los ojos de curiosos que llegaron al costado del río Sena, el vecino de la Señora, para presenciar la conflagración. Las gotas de agua que cayeron eran especiales: ni tan suaves como la lluvia porque no apagarían nada, pero tampoco fuertes como un trueno, porque un error en la presión habría ocasionado el colapso de los vitrales, una de las partes que salió intacta.

La caída formaba una parábola mientras los parisinos cantaban el je vous salue marie. Ahora los fieles esperan que Notre Dame resurja para volver a entonar ese himno a la Virgen arropados entre sus muros cargados de historia.

El empleo que buscas
está a un clic

Nuestros portales

Club intelecto

Club intelecto

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida