Las fuerzas oficiales y los colectivos chavistas respondieron con balas a los manifestantes en Venezuela. Durante la noche de este 29 de julio los disparos trataron de silenciar los gritos de los ciudadanos que rechazan el “fraude” en las elecciones que el Consejo Nacional Electoral le entregó a Nicolás Maduro.
Hasta las 10:00 de la noche de ayer el reporte que entregaba la Encuesta Nacional de Hospitales, una red que monitorea la situación hospitalaria en Venezuela desde 2014, era de 12 personas muertas de manera violenta: la mayoría de las víctimas tenían en sus cuerpos impactos de arma de fuego. Los heridos fueron 92, tres de ellos menores de edad.
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Para la tarde circularon varios vídeos donde se veía a la líder de la oposición Maria Corina Machado resguardándose tras ser atacada con gases lacrimógenos. Rápidamente, el Gobierno de Costa Rica le ofreció asilo político, propuesta que no tardó en rechazar con agradecimiento. “Mi responsabilidad es continuar esta lucha junto a la gente”.
La situación humanitaria parece que desbordó las capacidades médicas. El Hospital Clínico de Maracay (en el estado Aragua) pidió donaciones de gasas compresas, guantes, jeringas y analgésicos para atender a los heridos. Hasta ese mismo centro médico llegó en la noche del lunes Rancés Yzarra, un universitario de 30 años que fue herido de muerte durante las protestas contra el régimen.
“La gente empezó a hacer sonar las cacerolas en los barrios y todos terminamos contagiados en una marcha que reunió al norte y sur de la ciudad en un sector que conocemos como San Jacinto. La mayoría de la movilización fue pacífica, pero al final terminó infiltrada por colectivos que la hicieron violenta”, le relató a EL COLOMBIANO Edison Lamas, un hombre de 35 años que vive en Maracay.
En Caracas la movilización fue similar. Desde la barriada popular de Petare, antiguo bastión del chavismo, los ciudadanos bajaron hasta el centro de la capital venezolana para expresar su rechazo al régimen. Estuvieron a pocas cuadras del Palacio de Miraflores –la casa de Nicolás Maduro desde el 2013– cuando fueron atacados por disparos de los colectivos paramilitares del chavismo. Videos evidenciaron el momento en el que un grupo de armados, sin identificar, disparó contra los manifestantes en presencia de la Guardia Nacional Bolivariana.
Los enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas del régimen se extendieron hasta la madrugada de ayer. Solo en la capital venezolana el reporte fue de 7 muertos. “La manifestación no para y lo que siente uno es que la gente está dispuesta a estar en la calle hasta que tengamos cambios reales”, añadió Lamas.
Las movilizaciones sociales son solo uno de los mecanismos que ejercen presión sobre las espaldas del mandatario que, muchos, consideran “dictador”. Este martes la Organización de Estados Americanos (OEA) emitió un duro pronunciamiento sobre el dudoso mecanismo electoral que, por ahora, le entregó al chavismo seis años más de poder.
La presión de la OEA y la Casa Blanca
El Departamento para la Cooperación y Observación Electoral de la OEA entregó el balance sobre la jornada de las elecciones presidenciales en Venezuela. El organismo aseguró que Maduro “se burló” de la comunidad internacional y lo señaló de aplicar varias acciones para distorsionar el resultado final de los comicios. Pidió a los países de la región no reconocer los resultados.
“A lo largo de todo este proceso electoral se vio la aplicación por parte del régimen venezolano de su esquema represivo, complementado por acciones tendientes a distorsionar completamente el resultado electoral, haciendo que ese resultado quedara a disposición de la manipulación más aberrante. La misma continúa hasta el día de la fecha”, aseguró la OEA en un comunicado.
El informe de 23 páginas hizo un recuento de las irregularidades que habría cometido el chavismo para “ganar ventajas” en el proceso electoral.
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Mencionan las inhabilidades que se impusieron a candidatos opositores, las barreras para que los venezolanos en el exterior no pudieran participar, ataques a medios de comunicación y el veto que le impusieron a los veedores internacionales, impidiéndoles llegar a observar el proceso electoral como algunas de las acciones irregulares que antecedieron las votaciones de este 29 de julio.
Los opositores Edmundo González y María Corina Machado informaron que en su poder ya están el 73,2% de las actas de escrutinio y afirmaron que, según su conteo, la Plataforma Unitaria Democrática aventajó por más de 3.5 millones de votos a Maduro.
De acuerdo con la OEA, “resulta imperioso” que Maduro acepte las actas que están en poder de la oposición para abrir el camino “de la democracia en Venezuela”.
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Afirmó que, de no aceptar, sería necesaria la realización de nuevas elecciones con la presencia de observadores electorales de la Unión Europea y la OEA. Las peticiones de transparencia electoral se contagiaron. Desde la Casa Blanca, el portavoz Adrienne Watson aseguró que Estados Unidos sigue de cerca la elección presidencial y reiteró el llamado para que la totalidad de las actas de escrutinio sean públicas.
“Seguimos haciendo un llamado a las autoridades electorales de Venezuela para que publiquen de manera completa, transparente y detallada los resultados de la votación, incluyendo los de cada puesto de votación. Esto es especialmente importante dado que hay claras señales de que los resultados de la elección anunciados por el Consejo Nacional Electoral de Venezuela no reflejan la voluntad del pueblo venezolano tal cual fue expresada en los puestos de votación el 28 de julio”, añadió Watson.
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El Gobierno del presidente Gustavo Petro entró en sintonía con la comunidad internacional y, por primera vez, emitió un pronunciamiento que lo distancia del régimen venezolano.
“Se requiere conocer todas las actas de los resultados finales y que éstas sean auditadas por el mundo, la comunidad internacional y el pueblo venezolano”, afirmó el canciller Luis Gilberto Murillo. Con esto, Colombia se sumó al bloque de los 7 países latinoamericanos que han puesto en duda la segunda reelección de Maduro.
En ese mismo sentido se pronunció el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, al reconocer que el Gobierno de Maduro debe publicar las actas de la jornada del pasado domingo.
En una entrevista con el medio TV Globo, Lula expresó su confianza en que el proceso electoral venezolano es “tranquilo”. Confesó que cuando surgen dudas sobre las actas, la oposición tiene la opción de recurrir a la justicia, la cual deberá tomar una decisión que todos deben acatar.
“Candelita que se prende, candelita que se apaga”
Desde los pasillos de Miraflores se filtró un audio en el que Nicolás Maduro ordena a sus simpatizantes y a la Guardia Nacional ponerse “en frente de batalla” contra lo que él ha denominado como un golpe de Estado del “fascismo”.
“Hay que actuar, pero de inmediato, coordinar un puesto comando y candelita que se prenda, candelita que se apaga”, señaló el presidente desde la trinchera del palacio. En camorra, los funcionarios que todavía son fieles, salieron a defenderlo. Posteriormente se conoció una declaración pública en la que Maduro, durante reunión conjunta del Consejo de Estado y Consejo de Defensa Nacional ordena al Ejército venezolano salir a patrullar las calles de ciudades y municipios de Venezuela.
“Este es un plan especial en el marco de la segunda fase del plan República para la Fuerza Armada Bolivariana para que desarrollen un plan de patrullaje y protección de calles y avenidas, los quiero ver a todos en las calles hasta que consolidemos el restablecimiento de la paz”, dijo.
Mientras tanto la tensión en las calles sigue en aumento. Un hecho que precipitó la protesta fue la detención del dirigente político de la oposición Freddy Superlano. El hombre, cercano a María Corina Machado, fue interceptado por cinco hombres, al parecer, del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) en una escena que quedó grabada en vídeos que rápidamente se viralizaron en redes sociales. El hecho fue denunciado por el también dirigente de oposición Juan Guaidó. Desde entonces se desconoce su paradero.
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La situación en el vecino territorio es cada vez más dramática. Los ciudadanos se agrupan en las calles con banderas de su país, ondean la esperanza y resisten en la posibilidad de ver derrocado el régimen de Maduro que, en su defensa, hace anuncios de capturas y del restablecimiento de la paz, aunque toque a la fuerza.
Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional. y uno de los políticos venezolanos más cercanos a Nicolás Maduro en medio de un discurso, dijo: “Tiene que actuar el Ministerio Público cómo está actuando, no solamente con los malandros, tienen que ir presos sus jefes, los que les ordenaron, los que les pagaron, y cuando digo jefes, no me refiero solamente a María Corina Machado, que tiene que ir presa, me refiero a Edmundo González Urrutia, porque él es el jefe de la conspiración fascista que están intentando imponer en Venezuela. Esa es la verdad”.
El pronunciamiento se da horas después de que María Corina Machado y Edmundo González anunciaran que “el régimen durmió muy preocupado y nosotros no dormimos porque estábamos muy ocupados recolectando pruebas”, dijo Machado, al insistir en la protesta ciudadana y pacífica.
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Justamente, durante los dos días de manifestaciones han sido capturadas al menos 749 personas, según el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, quien justificó los arrestos diciendo que las personas estaban rompiendo las leyes y cometiendo delitos. Agregó que 48 funcionarios, entre militares y policías, resultaron heridos durante el estallido social.
En la misma sesión de la Asamblea Nacional, el cuestionado diputado oficialista, Diosdado Cabello, amenazó a la oposición: “No nos vamos a detener, y si quieren provocarnos, les voy a decir algo, vamos a caer en la provocación, pero los vamos a joder, los vamos a joder”, señaló.
Los enfrentamientos no se viven solo en las calles. Maduro por su parte casó una pelea por redes sociales con el multimillonario dueño de X, Elon Musk. Haciendo uso de su red social, el magnate de la tecnología reprochó la jornada electoral que calificó como fraude y llamó ‘burro’ a Maduro. A su vez, el mandatario venezolano respondió: “¿Quieres pelea? Estoy listo, soy hijo de Bolívar y de Chávez. No te tengo miedo, Elon Musk. Vamos a darnos donde quieras. Como decimos en Caracas, ‘si tú quieres, yo quiero’. Dime dónde y ahí estaré”, le respondió Maduro.
Afuera de las redes la realidad es otra. De enfrentamiento pecho a pecho, de gases lacrimógenos, de armas de fuego contra pancartas con mensajes: “fuera Maduro”. El descontrol que se vive , con tendencia a agravarse, mantiene la alerta mundial toda vez que la situación puede derivar en un histórico baño de sangre.
12
personas han muerto de manera violenta durante las manifestaciones ciudadanas.
