Al menos seis paquetes sospechosos interceptados en menos de tres días, dirigidos a líderes demócratas u opositores al gobierno de Donald Trump. Ese el escándalo que se desató ayer en Estados Unidos, a menos de dos semanas de las elecciones de medio término (parlamentarias), en las que el que la mayoría de los republicanos en el Congreso está en juego.
Los objetivos de estos dispositivos -ninguno explotó-, han sido hasta ahora el expresidente Barack Obama; la excandidata presidencial en 2016, Hillary Clinton; la congresista demócrata, Maxine Waters; el empresario George Soros, opositor del gobierno; el exfiscal general del gobierno Obama, Eric Holder; y la oficina en la sede de CNN en Manhattan del exdirector de la CIA John Brennan.
El patrón empezó el lunes, cuando la policía encontró uno en el buzón del multimillonario George Soros en su casa de Bedfor, Nueva York. Soros, contrario al actual presidente, ha sido acusado por este de financiar la caravana de migrantes hondureños que se dirige a Estados Unidos.
En la mañana de ayer, el Servicio Secreto de Estados Unidos reveló que había interceptado dos sobres con explosivos remitidos a Hillary Clinton, en Nueva York, y a Barack Obama, en Washington; las dos figuras principales de la campaña demócrata de cara a las legislativas.
Horas después la sede principal de la cadena CNN, en Manhattan, fue evacuada de forma preventiva al hallar en la oficina de correos del edificio una supuesta bomba artesanal y un sobre con un polvo blanco en su interior. El correo iba remitido a la oficina de John Brennan, recurrente entrevistado por ese medio y crítico de Trump.
A lo largo del día se identificaron más paquetes, algunos de los cuales resultaron en falsas alarmas. El FBI identificó que los enviados a Obama, Clinton, Soros, Brennan y Holder tenían las mismas características: sobres de manila que tenían como remitente a la congresista demócrata Debbie Wasserman Schultz.
Sin embargo, el Washington Post señaló que las autoridades no creen que la legisladora esté involucrada. La Policía agregó que los sobres serán analizados en el laboratorio de Quantico, en Virginia.