Mientras el mundo Occidental se prepara para celebrar la llegada del Año Nuevo -comida, bebida y fuegos artificiales abundan en esta fecha-, cinco países de Oriente viven un sábado común y corriente.
El calendario gregoriano, que se usa actualmente en casi todo el planeta, reemplazó al juliano en 1582, cuando el papa Gregorio XIII promovió su uso para evitar el desfase que había entre el año trópico y las fechas programadas para las celebraciones litúrgicas.
Así pues, el calendario que usamos actualmente nació del cristianismo, y por eso muchas culturas donde Jesús es sólo un nombre más siguen fieles a sus tradiciones hasta el día de hoy.
China
Al igual que los calendarios hebreo, hindú, islámico, helénico, budista, incaico y japonés -hasta 1873-, el chino es un calendario lunisolar que indica el tiempo según las fases del Sol y las de la Luna.
El año nuevo chino, también conocido como la Fiesta de la Primavera, cae en el día de la luna nueva más próximo al día equidistante entre el solsticio de invierno y el equinoccio de primavera, en el hemisferio norte.
Para desenredar el trabalenguas, la celebración de Año Nuevo del país más poblado del mundo no tiene una fecha única, sino que puede caer entre el 21 de enero y el 18 de febrero; y en 2017 será el 28 de enero.
Durante dos semanas, los chinos viajan a sus lugares de origen para celebrar las fiestas con sus familias, limpian sus casas, preparan los platillos tradicionales y el día 15, prenden millones de luces en el Festival de los Faroles.
Arabia Saudí
En este país del Medio Oriente la celebración Occidental del Año Nuevo no sólo es bastante lejana a sus costumbres islámicas, sino que está prohibida por ley, tanto a los residentes como a los extranjeros.
En estas fechas, la policía religiosa de Arabia Saudita, conocida como Al-Mutawa, obliga a que las tiendas donde venden flores y regalos cierren durante las festividades de Navidad y Año Nuevo.
Al-Mutawa también se encarga de que los centros comerciales no vendan rosas rojas ni regalos para el Día de San Valentín -o el día de los enamorados-, el 14 de febrero.
India
Si bien un gran porcentaje de la población india practica el islam, el hinduismo sigue siendo la religión más importante de ese país del lejano oriente.
Según el calendario hindú, el año nuevo o Diwali se celebra en el mes de Kartika, 18 días después de Dussehra. Para los occidentales, el Diwali cae entre mediados de octubre y mediados de noviembre. En 2017, la celebración que dura cinco días comenzará el 19 de octubre.
Durante el Diwali los indios estrenan ropa, comparten dulces, limpian y adornan sus casas con lámparas de aceite y tiran fuegos artificiales. Por supuesto, la celebración no es ajena a las costumbres religiosa, y por eso la divinidad Lakshmí, consorte del dios Vishnú, es adorada en esas fechas.
Israel
No sólo el pueblo de Israel, sino también la mayoría de judíos del mundo, celebran cada año el Rosh Hashaná: el año nuevo según su calendario religioso.
La celebración tiene lugar en el primero y segundo día del tishrei -el séptimo mes del calendario hebreo-, más o menos entre septiembre y octubre del calendario gregoriano usado en occidente.
El Rosh Hashaná conmemora el día en que Dios creó a los primeros hombres -Adán y Eva- y se celebra durante dos jornadas: en la víspera los judíos toca un cuerno de carnero llamado shofár para convocar a la meditación y el autoanálisis y al día siguiente toman vino, comen pan, cabezas de pescado, manzanas con miel y otros platos tradicionales de los hebreos.
Actualmente, el calendario judío va por el año 5777 y pasará al siguiente el 21 de septiembre de 2017.
Irán
A diferencia de los calendarios chino, judío e hindú, que le llevan varios milenios al gregoriano, el calendario persa es uno de los más nuevos: apenas celebró la llegada del año 1395 el pasado 20 de marzo.
El Nouruz es el año nuevo en el calendario persa, que se celebra en algunos países del Medio Oriente el día del equinoccio de primavera -20, 21 o 22 de marzo-. Representa el final de la oscuridad del invierno y el renacimiento de la luz y la fertilidad.
Irán, Azerbaiyán, Afganistán, Uzbekistán, Tayikistán, Turkmenistán, Pakistán, Turquía y algunas regiones de la India hacen parte de esa tradición.
En los días anteriores al Nouruz, los descendientes de los persas limpian sus casas a conciencia. En la víspera, las familias se reúnen en torno a una mesa con siete objetos o frutos, el libro sagrado de su religión -sea la Biblia, la Torá o el Corán-, un espejo y una pecera con peces de colores, símbolo de la buena suerte.
Las fiestas duran 13 días y culminan con una comida al aire libre, cerca a un arroyo en donde dejan caer las semillas germinadas.