El desmejorado aspecto de Kim Jong-un tras una década en el poder

Cambios en el aspecto físico del líder supremo de Corea del Norte Kim Jong-un. FOTOS: Getty y captura de video de EFE

Kim Jong-un, el polémico líder supremo de Corea del Norte, cumple su primera década en el poder. Esta Navidad, el país conmemora diez años de su régimen, desde aquel 17 de diciembre de 2011, cuando su padre, Kim Jong-il, falleció tras detentar ese cargo durante 17 años.

El líder supremo de Corea del Norte heredó el mando de su país por descendencia y podrá ejercer el cargo mientras viva. Incluso, asesinó a su medio hermano Kim Jong-nam y a su tío Jang Song-thaek, asegurándose así ser el cuasi único con la posibilidad de gobernar la nación.

Su hermana, Kim Yo-jong podría, en teoría, sucederle en la administración de Pyongyang, pero el régimen tiene un sistema hostil con el poder femenino. Yo-jong, de 34 años, reemplazó a su hermano en 2014, cuando este se ausentó del gobierno por motivos de salud.

Ese es el único factor que podría, eventualmente, alejar a Kim Jong-un del liderazgo supremo en Corea del Norte, una cuestión que no ha estado exenta de rumores y teorías sobre qué tan vital está el joven mandatario.

El político llegó al poder a los 27 años, en la última semana de diciembre de 2011. En ese entonces, estaba a menos de un mes de cumplir sus 28 vueltas al sol y fue nombrado como comandante supremo del Ejército, justo después de la exequias de su papá, que se desarrollaron hasta el día 28 de ese mes.

Por esos días, Kim Jong-un lucía un prominente abdomen, cubierto con amplios abrigos para el frío de esa zona del sur del país, su papada impedía apreciar su cuello y la redondez de sus cachetes achicaba su boca.

Con una carente experiencia política y casi nula experticia militar, se convirtió en el comandante jefe a cargo de mantener la filosofía juche y el legado instaurado por su abuelo Kim Il-sung.

Durante sus primeros años al mando, mantuvo un aspecto robusto, a pesar de liderar un país de hambrunas. En abril de 2020, información de inteligencia filtró que el mandatario estaba en mal estado de salud: mientras algunos medios asiáticos lo dieron por muerto, otros aseguraron que se encontraba en estado vegetativo.

En ese momento el medio surcoreano Daily NK esbozó que Kim Jong-un recibió una cirugía por problemas cardiovasculares. Entre la poca información que se tiene sobre la familia Kim se cree que padecen de problemas del corazón, una dolencia que se suma a la obesidad y adicción al cigarrillo del dictador.

Pero su aspecto físico cambió. El 17 de diciembre la agencia estatal de noticias de Corea del Norte publicó un video del líder supremo en el marco de la conmemoración de los diez años de la muerte de Kim Jong-il en el que se ve delgado, con más líneas de expresión en su rostro y se puede apreciar su cuello.

El renovado rostro de Kim Jong-un y su figura más delgada dejan ver una rotunda transformación en el aspecto físico del líder supremo. Pero, por mucho que se especule, el hermetismo del régimen se mantiene, por lo que tener claridad sobre su estado de salud es, casi, un imposible.