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La invasión de Rusia a Ucrania tiene en ascuas a Occidente

En febrero se cumple un año de la decisión impulsada por Vladimir Putin. Las instituciones internacionales nada que logran cambiar
el escenario.

  • Según la ONU, la invasión rusa en Ucrania ha dejado más de 17.500 víctimas civiles, alrededor de 6.800 muertos y 10.800 heridos, y 7,8 millones de refugiados. FOTO AGENCIAS
    Según la ONU, la invasión rusa en Ucrania ha dejado más de 17.500 víctimas civiles, alrededor de 6.800 muertos y 10.800 heridos, y 7,8 millones de refugiados. FOTO AGENCIAS

El 24 de febrero próximo se cumple un año exacto de la invasión de Rusia a Ucrania. Desde la madrugada de aquel jueves –y por el capricho de un dictador con ínfulas de espía de antaño– el mundo asiste a un escenario que ejemplifica, con creces, la inconveniencia y perfidia de la guerra. Y, de paso, la institucionalidad internacional de Occidente quedó al desnudo.

Según datos de la ONU con corte a diciembre, en 10 meses de confrontaciones el saldo es de más de 17.500 víctimas civiles (alrededor de 6.800 muertos y 10.800 heridos), 17,7 millones de personas necesitadas –casi tres veces la población de Antioquia– y 7,8 millones de refugiados.

La guerra ha dejado al descubierto disputas entre potencias mundiales y las fragilidades para hacer frente a un conflicto de escala mundial. Por un lado, Ucrania cuenta con el respaldo de la OTAN y, especialmente, de Estados Unidos, el único país que ha visitado el presidente ucraniano Volodimir Zelenski desde la invasión. La potencia ya le prometió a Kiev nuevos sistemas de defensa antimisiles, pero el Kremlin advirtió que ello conducirá a un “agravamiento del conflicto”.

Ahí se suma la Unión Europea, que ha condenado la agresión militar de Rusia, calificándola de “injustificada”. No obstante, su autoridad e influencia ha quedado en entredicho, pues ningún mecanismo –político o económico– ha servido para que cesen las hostilidades.

“Europa tiene muy pocas chances de ser autónoma frente a Estados Unidos. Se sigue incentivando la guerra”, explicó el profesor Mauricio Jaramillo, de la Facultad de Estudios Internacionales de la Universidad del Rosario.

Por otro lado, aparece Rusia, que ha recibido el apoyo indirecto de una China que ha tratado de permanecer al margen, pero que ha sido incondicional para Moscú frente a las sanciones. “El balance es lamentable y catastrófico. Pese a los intentos de China, Israel o Turquía por mediar para lograr un cese al fuego y una salida definitiva, todavía no hay ni siquiera –en el corto plazo– una posibilidad de negociación directa entre Kiev, Moscú y Washington”, concluyó Jaramillo.

Crisis energética en Europa

El conflicto entre Ucrania y Rusia dejó un costoso efecto colateral: la peor crisis energética en Europa en casi medio siglo. En represalía por las sanciones económicas y políticas de la Unión Europea, Rusia decidió cerrar el grifo de gas, lo que ha provocado cortes de energía, apagones y una disparada de precios.

Potencias como Alemania o Francia han sido las más afectadas por su dependencia al gas ruso, empleado hoy como un arma política.

Se trata de una situación especialmente delicada en la época de fin de año, si se tiene en cuenta la calefacción que emplean hogares para hacerle frente al invierno. De allí que, en medio de las noticias adversas, haya una luz de esperanza: que los europeos comiencen a invertir de forma mucho más decidida en energías renovables y reduzcan, de a poco, su independencia a la importación de combustibles fósiles. Se estima que durante los últimos 4 meses los Estados miembros de la Unión Europea redujeron el consumo de gas en un 20 %.

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