Estados Unidos entra esta semana en un nuevo año electoral que prepara a los votantes para la segunda cita más importante del calendario electoral después de las presidenciales que se celebran cada cuatro años.
Este martes de mayo comienzan las primarias para las elecciones de medio mandato –conocidas en inglés con midterm elections– que modifican los 435 asientos de la Cámara de Representantes y una tercera parte de los 100 escaños que tiene el Senado.
Esos comicios se realizarán el 8 de noviembre, pero el sistema de votación de ese país, que se basa en el formato de colegios electorales y estados, hace que desde ya se estén moviendo las campañas para perfilar quiénes serán los candidatos que competirán por una silla en el Congreso en el undécimo mes del año.
La primera cita en la agenda está en el estado de Ohio, pues quienes allí residen tendrán que votar por los candidatos al cargo de gobernador y a la curul en el Senado. Asimismo, Indiana también definirá aspirantes al Congreso.
Actualmente la Cámara de Representantes cuenta con 221 asientos del Partido Demócrata y 209 del Republicano, una escasa diferencia que no le alcanza al presidente Biden para sacar adelante todos sus proyectos.
Por el contrario, ha tenido que buscar votos republicanos para sus iniciativas de ley, debido a que en el sistema de ese país no siempre alcanza con la norma de la mitad más uno para ser mayoría.
En el Senado el panorama es más apretado porque los legisladores están, literalmente, en una proporción 50-50 que le ha hecho difícil al mandatario de 79 años sacar adelante su programa de gobierno.
Los próximos siete meses serán los que definan quiénes van a ser los postulados de los partidos en cada uno de los estados para disputar en noviembre las curules que están en juego.
Las elecciones de medio mandato de este 2022 dejarán ver qué tanto el expresidente Donald Trump puede influir en la contienda y serán una prueba para la popularidad del mandatario Joe Biden, quien enfrenta problemas de popularidad desde que llegó a la Casa Blanca, en enero de 2021.
Apenas el 41% de los estadounidenses aprueba la gestión de Joe Biden, mientras que el 56% la desaprueba, según Pew Research Center. Su imagen se ha visto afectada por los problemas económicos, sobre todo por la inflación, además de los temas migratorios.