El expresidente peruano Alberto Fujimori, condenado a 25 años de prisión por crímenes contra la humanidad, recobró la libertad este miércoles bajo el amparo de un indulto concedido por razones humanitarias, pese a la objeción de la justicia interamericana.
Fujimori, de 85 años y quien padece varias enfermedades, abandonó el penal Barbadillo, en el este de Lima, a las 18H29 locales (23H29 GMT).
Con chaleco negro y mascarilla, Fujimori salió acompañado por sus hijos Keiko y Kenji en una camioneta gris que se abrió paso lentamente entre decenas de seguidores.
El camino hacia la libertad: el fallo del Tribunal Constitucional de Perú
La liberación del octogenario Fujimori, sentenciado en 2009 a 25 años de prisión, quedó en manos de un juez desde el pasado miércoles 29 de noviembre, quien tras el fallo del Tribunal Constitucional de Perú tuvo que decidir si restituía el indulto que la Corte Interamericana de Derechos Humanos le revocó en 2022.
“Espero que antes del sábado mi padre pueda estar con nosotros”, anunció su hija mayor y excongresista conservadora Keiko Fujimori en una declaración a la prensa comentando el fallo. La líder política no respondió a preguntas de los medios.
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Un auto judicial del Tribunal Constitucional (TC) devolvió la noche del martes al fuero judicial la potestad de decidir si procede a dejar libre a Fujimori, como pide un habeas corpus de marzo de 2022.
“Remitánse los actuados al juez de ejecución del habeas corpus, a fin de que proceda conforme a sus atribuciones”, subraya el auto judicial.
El TC se declaró también “improcedente” para revisar la revocatoria del indulto ordenada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en 2019.
El ministro de Justicia, Eduardo Arana, recordó que la Corte Interamericana ordenó a Perú no ejecutar el indulto: “Tenemos un mandato convencional de parte de la propia corte en el sentido que este indulto no podría ser ejecutado, tenemos que evaluarlo en su momento”.
“He visto comentarios incomprensibles sobre lo que ha ocurrido en el TC con el caso Fujimori (...) No hay aquí ninguna orden de liberación”, escribió el exprocurador anticorrupción César Azabache en la red X.
Fujimori cumplió una condena por “crímenes contra la humanidad” en el penal Barbadillo, una pequeña cárcel para expresidentes. La justicia peruana lo sentenció por la muerte de 25 personas en dos matanzas perpetradas en 1991-1992 a cargo de un escuadrón de aniquilamiento del ejército.
Un paso adelante y dos atrás: juez negó decisión del Tribunal Constitucional
Un juez declaró el pasado viernes 1 de diciembre, que era improcedente una decisión del Tribunal Constitucional que pedía restituirle el indulto que la Corte Interamericana de Derechos Humanos le revocó en 2022.
“Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de Ica declara improcedente la ejecución de la sentencia de fecha 17 de marzo del 2022, concretamente la libertad de Alberto Fujimori, por parte de su despacho, por no haber sido estimada la demanda de habeas corpus”, anunció el Poder Judicial vía su cuenta en la red social X.
El juez del Primer Juzgado de Ica, Vicente Fernández, dispuso devolver el fallo al Tribunal Constitucional (TC), porque no se consideraba competente para liberar al expresidente de 85 años, sentenciado en 2009 a 25 años de prisión.
La decisión atiza la polémica latente desde el martes, cuando el TC dejó en manos del fuero judicial la potestad de decidir si procede a dejar libre a Fujimori, como pide un habeas corpus de marzo de 2022.
“Se debe cumplir la anterior sentencia (de 2022) que establece la inmediata libertad del señor Fujimori”, presionó Francisco Morales, presidente del TC.
La liberación parecía inminente. “Espero que antes del sábado mi padre pueda estar con nosotras”, había declarado el miércoles Keiko Fujimori, hija mayor del exmandatario y exlegisladora.
La Corte Interamericana pidió entonces a Perú que “se abstuviera” de liberarlo hasta revisar un recurso de familiares de víctimas de su gobierno.
El máximo tribunal de Perú le dio luz verde a la salida de Fujimori
Tras estudiar bien la solicitud, el Tribunal Constitucional de Perú ordenó este martes 5 de diciembre la excarcelación, por razones humanitarias, del anciano expresidente Alberto Fujimori, quien cumple una pena de 25 años en una prisión especial de Lima por crímenes contra la humanidad.
De 85 años, Fujimori padece un cáncer lingual, fibrilación auricular, hipertensión, entre otras dolencias. Su excarcelación se hará efectiva, muy probablemente este miércoles, dijeron su defensa y fuentes del Instituto Nacional Penitenciario.
En un fallo inapelable, los magistrados restituyeron el indulto que se le había otorgado al expresidente en 2017.
La semana pasada, la misma corte ya había ordenado la liberación de Fujimori, pero el juez Vicente Fernández se declaró no competente para autorizar su salida de la cárcel, con lo que el caso volvió al Tribunal Constitucional, que este martes falló emitió su dictamen definitivo.
Fujimori, de amores y odios en el país peruano
Un grupo de simpatizantes de Fujimori llegó hasta el penal con camisetas blancas estampadas con la frase “Fujimori libertad”. La fuerza pública redobló la vigilancia a las afueras de la prisión, según imágenes de la televisión privada.
“Se hace justicia a un hombre que hizo tanto por el Perú”, celebró el congresista Alejandro Aguinaga de Fuerza Popular, el partido de Keiko Fujimori, la hija mayor del expresidente.
Sin embargo, las víctimas de su gobierno rechazaron tajantemente la decisión de los jueces. Una treintena de personas, con flores y fotos de universitarios asesinados por el escuadrón militar, se concentraron frente al palacio de justicia, entonando el grito “el indulto es insulto”.
“Esto un atropello, un arrebato al derecho a la justicia que tenemos los familiares de las víctimas”, dijo a la AFP Carmen Amaro, hermana del estudiante Armando Amaro Cóndor, víctima de la matanza de la Universidad La Cantuta en 1992.
Carlos Rivera, abogado de las víctimas de las masacres de Barrios Altos y la Cantuta, aseguró igualmente que la decisión del TC es un “punto de quiebre” en la relación entre el Perú y el sistema interamericano.
Fujimori recobró su libertad tras varios giros en torno a su polémico caso. En 2017 recibió el indulto por razones humanitarias, pero el beneficio fue anulado en 2019 por la Corte Suprema para luego ser restituido en marzo de 2022 por el Tribunal Constitucional.
Frente a todo y con sus hijos esperándolo afuera, Fujimori obtuvo la libertad
El anciano expresidente peruano Alberto Fujimori, condenado a 25 años de prisión por crímenes contra la humanidad, recobró la libertad este miércoles 6 de diciembre bajo el amparo de un indulto concedido por razones humanitarias, pese a la objeción de la justicia interamericana.
Con mascarilla y conectado por sonda a un tanque de oxígeno, Fujimori salió de la cárcel acompañado por sus hijos Keiko y Kenji en una camioneta gris que se abrió paso lentamente entre decenas de seguidores.
“La salud de mi padre es frágil. Lo más importante ahora es cuidarlo y hacer que poco a poco se recupere. Sabemos que su mejor terapia es el amor de su familia”, dijo Keiko a la prensa tras arribar a su vivienda junto al expresidente.
Fujimori volvió a la libertad por orden del Tribunal Constitucional, que el martes le restituyó el indulto que le habían otorgado en 2017 por razones humanitarias.
Además de las razones humanitarias, el Tribunal Constitucional alegó que Fujimori ya cumplió “aproximadamente las dos terceras partes de su condena”.
Lo que generó la libertad de Fujimori en Perú
Conocido como “El Chino”, Fujimori fue muy popular por su lucha sin cuartel contra la guerrilla maoísta de Sendero Luminoso, cuyos principales líderes fueron apresados.
Casi 25 años después de dejar el poder, el expresidente todavía divide a los peruanos.
“En estos momentos que vivimos en el país, un indulto como el que se ha dado es como una cachetada al país que nos duele en el alma. En el país, cuando hay sentencia judicial, se cumple hasta el último día, no hay privilegio para nadie”, declaró el cardenal de Perú, Pedro Barreto.
Su excarcelación es “una burla para los familiares y víctimas. El señor nunca nos pidió perdón y ahora sale como si nada”, dijo a la AFP Gladys Rubina, hermana de una de las víctimas de las matanzas por las que fue condenado el expresidente.
“Solo tengo confianza en la justicia de la Corte” interamericana, añadió.
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Fujimori salió de prisión con una deuda equivalente a unos 15 millones de dólares derivada de las cuatro condenas por crímenes contra la humanidad y corrupción.