El alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, dio a conocer este domingo que más de 1,5 millones de personas han abandonado Ucrania en once días de la invasión rusa y han buscado refugio en alguno de los países vecinos y otros de la Unión Europea.
De acuerdo a las cifras oficiales, alrededor del 55 % de los refugiados han sido registrados en la vecina Polonia, 12 % en Hungría y 8 % en Moldavia. Mientras tanto, Eslovaquia ha recibido hasta ahora al 7 % de las personas que han escapado de Ucrania y Rumanía a un 5 %. Cerca del 9 % de refugiados se han trasladado a otros países de Europa que no son vecinos de Ucrania.
“Estamos ante la crisis de refugiados que aumenta más rápidamente desde la Segunda Guerra Mundial”, planteó el vocero Filippo Grandi.
Ante ese panorama, el Papa Francisco instó a que cesen los ataques armados en Ucrania, a que prevalezca el diálogo y a que se vuelva a respetar el Derecho Internacional en ese país tras la invasión rusa, al tiempo que pidió que se garanticen los corredores humanitarios.
Lo que sucede en Ucrania “no se trata de una operación militar, sino de una guerra”, que “siembra muerte, destrucción y miseria”, dijo el sumo pontífice al término del rezo dominical del Angelus ante cientos de personas reunidas en la plaza de San Pedro portando banderas ucranianas.
El Papa dijo además que la Santa Sede está “dispuesta a hacer de todo” por la paz y reveló que dos cardenales han viajado en los últimos días a Ucrania para llevar ayuda, además de agradecer la labor de los periodistas sobre el terreno cuyo trabajo permite “valorar la crueldad de la guerra”.