La ola de calor que viven Argentina y Uruguay deja ver los impactos del cambio climático en Suramérica. Los países australes están registrando altas temperaturas que ya entraron en el récord de las más elevadas del último siglo y que prometen extenderse por unos días más.
Argentina sintió primero los estragos del clima. Desde la segunda semana de enero las instituciones ambientales enviaron una alerta que pedía a los ciudadanos prepararse para un incremento en la temperatura del aire y desde el fin de semana se hizo evidente el impacto que este tendría en las personas.
Una ola de calor se declara cuando pasan tres días de reportes récord, según explica el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de ese país. Fue así como para el martes 11 de agosto Buenos Aires alcanzó 41,1°C (grados centígrados) mientras que Córdoba llegó a los 42,5 °C.
Se trata de la segunda temperatura más alta desde 1906, cuando comenzaron las mediciones, y el récord para el mes de enero desde 1961. Para lo que queda de la semana el SMN proyecta niveles cercanos o mayores a los 40°C en el centro y el norte del país.
En los últimos días Argentina ha registrado alertas amarilla y naranja por el clima. La Organización Meteorológica Mundial se pronunció explicando que el cambio climático incrementa la intensidad y las frecuencias de las olas de calor.
Este caso en particular ya genera implicaciones en el suministro de energía, la salud de las personas y pone en riesgo el acceso al agua. Durante el pasado martes alrededor de 700.000 personas se quedaron sin energía en Buenos Aires, según el conteo de los medios locales, en un contexto de alta demanda del suministro para conectar los aires acondicionados y ventiladores.