El escenario se anticipa polarizado, tenso, y hasta violento en el país andino. Tras la decisión del Tribunal Constitucional de permitirle el martes al presidente boliviano, Evo Morales, presentarse a los comicios de 2019 para buscar una cuarta elección consecutiva (hasta 2025), el consenso apunta a los graves efectos que esto dejará sobre Bolivia.
“El hecho no solo ha suscitado un proceso de movilización en todo el país. Hay mucha indignación y esta ya involucra sectores cada vez mayores de la población. Hay hasta voces convocando públicamente a un levantamiento, algo que no se oía hace muchas décadas. A esto ha llegado la política boliviana y decisiones como la del martes son una de las causas”, explicó a EL COLOMBIANO Jorge Lazarte, politólogo, docente y exvicepresidente de la Asamblea Constituyente de Bolivia.
Algunas facciones, las adeptas a Morales, por supuesto han celebrado, y ante la indignación de los otros, comienza un periodo en el que la polarización de los años recientes en Bolivia se verá agudizada notablemente.
“Son dos visiones, la una que se ajusta a una interpretación jurídica, basada en el pacto de San José —”debe respetarse el derecho del pueblo a elegir presidente—, y otra que la considera violatoria, al vulnerar el referendo del 21 de febrero de 2016, cuando la población voto por el ‘No’ a la posibilidad de que Morales se presentara a una cuarta elección. Entonces el país entrará en más polarización y esto previo a distintos comicios”, dijo Carlos Cordero, politólogo y docente de la Universidad Mayor de San Andrés.