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Alistan 30 térmicas para frenar riesgo de un apagón por el arribo de El Niño

La inminencia del verano se juntó al retraso en Hidroituango y de los proyectos eólicos de La Guajira, lo que pondría en jaque la matriz de generación de energía. Se incrementarían tarifas.

  • El Gobierno nacional tiene en sus cuentas a las plantas térmicas, las cuales están preparadas para entrar como respaldo y cubrir el déficit en la oferta de electricidad para atender eficientemente la demanda. FOTO Manuel Saldarriaga
    El Gobierno nacional tiene en sus cuentas a las plantas térmicas, las cuales están preparadas para entrar como respaldo y cubrir el déficit en la oferta de electricidad para atender eficientemente la demanda. FOTO Manuel Saldarriaga
14 de mayo de 2023
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El fenómeno de El Niño está a la vuelta de la esquina y lo más probable es que, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (Noaa), este evento climático se convierta en categoría dominante a partir de junio.

Así, el intenso verano, que es la principal característica de este fenómeno, traería consigo la reducción en los niveles de los embalses, ya que ante la escasez de lluvias bajará el caudal de los ríos que las surten, lo que derivará en una caída en la generación de energía desde las centrales hidroeléctricas.

Y es que este fenómeno climático, del que también viene hablando el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), prendió las alarmas en el sector energético del país, ya que por lo general aparece el fantasma del racionamiento, porque en un sistema eléctrico como el colombiano, en donde el 80% de la energía que se produce surge del agua que se almacena en grandes embalses y que pasa por estas plantas de generación de corriente, pone de nuevo sobre la mesa las preguntas sobre su vulnerabilidad.

Y es que la llegada de El Niño desvela de entrada, ya que pone al descubierto una vez más la flaqueza de la matriz de generación desde las centrales hidroeléctricas. Lo anterior si se tiene en cuenta que el sistema contaba con la entrada a tiempo y a pleno de Hidroituango, en la medida en que con sus 2.400 megavatios (MW) de capacidad instalada, que representa el 17% del total, fortalecería el suministro de energía en firme.

Sin embargo, a la fecha solo opera un 25% (600 MW), lo que para analistas podría generar un déficit en la matriz, especialmente en el caso de un Fenómeno de El Niño, lo que llevaría a que la generación de energía desde las centrales hidroeléctricas (mayoritaria en el país) se caiga.

Así mismo, explican que podría haber un déficit en el balance energético (es decir, que se demande más energía de la que tiene el sistema para entregar), debido a que de no entrar en operación la totalidad del complejo, no se le daría un respiro a la matriz.

Incide retraso en renovables

A la lista de preocupaciones del sector energético del país por la llegada de El Niño también se suma el retraso marcado en el desarrollo de los proyectos eólicos y la línea de transmisión de Colectora en La Guajira, paralizados por temas de licenciamiento ambiental y social.

Según Alexandra Hernández, directora de la Asociación de Energías Renovables (SER Colombia), para hacerle frente al evento climático se requerirán fuentes de generación eléctrica alternativas con el fin compensar la electricidad que se deje de entregar al sistema las centrales hidroeléctricas.

“En este abanico de opciones, las renovables no convencionales jugarían un papel importante de no ser por los retrasos en la entrada en operación”, dijo la líder gremial.

Agregó que en pleno fenómeno se necesitarán nuevas fuentes de generación como las renovables, y que el sector tiene en programación 80 iniciativas agendadas para que arranquen a entregar electricidad entre 2023 y 2024.

“Pero el 65% de estos proyectos tiene trámites pendientes ante diferentes entidades del Estado. Se debe hacer la articulación para que se le den más celeridad a los permisos, así se habilitarían cerca de 3.300 MW de electricidad limpia, de las cuales 1.280 MW entrarían en operación a finales de 2023; y los 2.050 MW restantes en el 2024 con lo que se atendería la demanda en 1,8 millones de colombianos en momentos en que El Niño estará en pleno apogeo”, agregó la líder gremial.

Registros de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), con corte al pasado 31 de marzo, indican que son 10 proyectos de energía eólica los que se están desarrollando en La Guajira; así mismo que cada uno de las iniciativas registra un retraso significativo en su montaje y todo parece indicar que la mayoría no cumplirá los tiempos de entrada al Sistema Interconectado Nacional (SIN).

Entre los proyectos eólicos relevantes en esta zona y que presentan atrasos en su ejecución por problemas sociales con las comunidades está Alpha, iniciativa que desarrolla la multinacional portuguesa EDP Renovables y que registra un avance del 25,31%, lo que significa un retraso del 74,69%; también está el parque JK2 de AES Colombia, con un avance de obra de 21,09%, es decir, un rezago del 96,4%, y Windpeshi de Enel con un atraso del 65%.

Contingencia

En diversos escenarios, Manuel Maiguashca, fundador de Cerrito Capital y experto en temas energéticos, ha señalado que a diferencia de lo sucedido con los anteriores fenómenos de El Niño, hoy el país posee una matriz de generación diversificada.

El consultor afirma que se pueden aprovechar los recursos hídricos cuando se tiene el agua, pero a medida que eso se va a agotando por los cambios de clima, salen las plantas térmicas a ofrecer el respaldo y, por eso, Colombia ha tenido esa resistencia en los últimos 30 años.

Sin embargo, el último fenómeno de El Niño que se presentó en el país entre 2015 y 2016, y que puso en jaque el sistema eléctrico, dejó la enseñanza de que es necesario diversificar la matriz de generación con diferentes tecnologías.

“Se debe tener un plan de trabajo y de seguimiento coordinado por el Ministerio de Minas y Energía, tal y como ha sucedido ante situaciones climáticas complejas en el pasado. Herramientas como la Comisión Asesora de Coordinación y Seguimiento a la Situación Energética (CACSSE), que no solo involucra al sector eléctrico sino al climático con el Ideam, son pertinentes para que se haga la correcta planeación y así anticiparnos a situaciones retadoras”, explicó Natalia Gutiérrez, presidenta ejecutiva de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen).

La líder gremial –además– dejó en claro que el fenómeno no significa que las hidroeléctricas dejen de generar, lo que sucede es que su esquema de operación se regula, incluso desde antes que inicien los periodos de sequía. “Esto se da porque la generación térmica complementa al sistema cuando la capacidad del recurso hídrico disminuye”, indicó.

Y recalcó que el parque hidroeléctrico genera, incluso en periodos de sequía, y “debe hacerlo para honrar sus compromisos comerciales y de respaldo al sistema (cargo por confiabilidad)”.

Gutiérrez indico además que, con el marco normativo actual, las empresas han realizado las inversiones para tener los activos disponibles y responder a sus obligaciones de energía firme pero la realidad es que el sistema se estresa y ahora más, por el atraso de proyectos. “Esta situación y el mensaje de alerta, se lo hemos transmitido al gobierno, pues debemos trabajar juntos para preparar el manejo de situaciones adversas”, señaló.

Las térmicas como respaldo

En una temporada de intenso verano, como la que se avecina, el nivel de los embalses que alimentan de agua a las centrales hidroeléctricas comienza a descender rápidamente, comportamiento que no es de semanas, sino de días.

“Riesgo de desabastecimiento inmediato no hay, pero los podría haber en el segundo semestre. Hay tiempo de reaccionar y, por ello, lo que se ha recomendado es que se empiece a reservar más agua y utilizar más las termoeléctricas, las cuales se están usando unos 50 gigavatios (GW) día, que es casi el 30% del total de la demanda”, señaló Alejandro Castañeda, director de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg).

Ante el panorama, el Gobierno nacional tiene en sus cuentas a las plantas térmicas, las cuales están preparadas para entrar como respaldo y cubrir el déficit en la oferta de electricidad para atender eficientemente la demanda.

El hecho llama la atención en momentos que el Ejecutivo promueve a fondo su política de transición energética, en la que la descarbonización es el eje central; sin embargo, un número representativo de centrales térmicas desarrollan su operación con carbón.

“Este parque representa el 50% de la energía en firme del país, lo que significa que en los momentos más duros de verano o de sequía, las centrales termoeléctricas sirven de respaldo para ofrecer esa energía que dejan de generar las plantas hidroeléctricas”, dijo Castañeda.

El líder gremial recalcó que estos complejos están listos porque utilizan de muy buena manera el cargo por confiabilidad, al tiempo que todos los mantenimientos se han hecho, y las expansiones se vienen concretando, incluyendo la ampliación de Termocandelaria y Termocaribe 3 que estarán en servicio antes de terminar el primer semestre de este año.

Actualmente, el país tiene 30 centrales térmicas activas cuya capacidad instalada es de 5.710 MW, de las cuales 12 operan con gas natural, nueve con carbón, cuatro con combustibles líquidos, cuatro con gas natural-líquidos, una con gas natural-carbón y una con GLP.

El director de Andeg subrayó que, ante un escenario de El Niño prolongado y en el cual las térmicas suplan la reducción de la energía hidráulica, se requiere que ningún factor impida su funcionamiento, y, por el contrario, se les facilite el acceso permanente a los combustibles que necesitan para generar la electricidad.

“Lo que le hemos dicho al Gobierno es que la alerta está, lo que toca hacer es tener mucha coordinación desde el punto de vista del suministro de gas, carbón o combustibles líquidos”, dijo Castañeda.

El gobierno se alista

La ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, afirmó que el país está preparado para afrontar El Niño. La funcionaria explicó que las reservas hídricas están en un 58,25% a corte al pasado 16 de abril, lo que las ubica por encima del promedio de los últimos 20 años. “La referencia actual es de 60,21%, cuando en este momento el Gobierno esperaba un 46,76%, es decir, se superó la senda en un 13,4%”, dijo.

Así mismo, frente a la inquietud sobre la generación de energía durante el fenómeno climático, la ministra recordó que los generadores de energía reciben en promedio $500.000 millones mensuales por el concepto del cargo de confiabilidad, y desde 2006 hasta la fecha este monto ya suma $68,3 billones, con lo que se busca precisamente evitar situaciones adversas como la que se avecina.

“El país actualmente tiene una matriz de generación que asciende a los 18,9 GW, un 15% adicional a lo que se tenía en 2015. La capacidad de generación hidráulica es de 12,54 GW, la térmica es de 6,06 GW y las eólicas y solares hoy generan 0,40 GW. De esta forma, Colombia afrontará El Niño en 2023 con proyectos de fuentes no convencionales incorporándose al sistema. Así mismo, hay iniciativas menores de 10 MW que pueden tener un potencial de 1,3 GW, más otros megaproyectos que pueden sumar 4,5 GW adicionales”, explicó Vélez.

La jefe de la cartera minero energética indicó que también se han adoptado una serie de medidas adicionales para asegurar que las generadoras estén listas ante este fenómeno climático. “Estamos visitando los diferentes complejos de generación en el país y los estamos acompañando para que hagan mantenimientos preventivos”, dijo.

Infográfico
Alistan 30 térmicas para frenar riesgo de un apagón por el arribo de El Niño

El fenómeno de El Niño está a la vuelta de la esquina y lo más probable es que, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (Noaa), este evento climático se convierta en categoría dominante a partir de junio.

Así, el intenso verano, que es la principal característica de este fenómeno, traería consigo la reducción en los niveles de los embalses, ya que ante la escasez de lluvias bajará el caudal de los ríos que las surten, lo que derivará en una caída en la generación de energía desde las centrales hidroeléctricas.

Y es que este fenómeno climático, del que también viene hablando el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), prendió las alarmas en el sector energético del país, ya que por lo general aparece el fantasma del racionamiento, porque en un sistema eléctrico como el colombiano, en donde el 80% de la energía que se produce surge del agua que se almacena en grandes embalses y que pasa por estas plantas de generación de corriente, pone de nuevo sobre la mesa las preguntas sobre su vulnerabilidad.

Y es que la llegada de El Niño desvela de entrada, ya que pone al descubierto una vez más la flaqueza de la matriz de generación desde las centrales hidroeléctricas. Lo anterior si se tiene en cuenta que el sistema contaba con la entrada a tiempo y a pleno de Hidroituango, en la medida en que con sus 2.400 megavatios (MW) de capacidad instalada, que representa el 17% del total, fortalecería el suministro de energía en firme.

Sin embargo, a la fecha solo opera un 25% (600 MW), lo que para analistas podría generar un déficit en la matriz, especialmente en el caso de un Fenómeno de El Niño, lo que llevaría a que la generación de energía desde las centrales hidroeléctricas (mayoritaria en el país) se caiga.

Así mismo, explican que podría haber un déficit en el balance energético (es decir, que se demande más energía de la que tiene el sistema para entregar), debido a que de no entrar en operación la totalidad del complejo, no se le daría un respiro a la matriz.

Incide retraso en renovables

A la lista de preocupaciones del sector energético del país por la llegada de El Niño también se suma el retraso marcado en el desarrollo de los proyectos eólicos y la línea de transmisión de Colectora en La Guajira, paralizados por temas de licenciamiento ambiental y social.

Según Alexandra Hernández, directora de la Asociación de Energías Renovables (SER Colombia), para hacerle frente al evento climático se requerirán fuentes de generación eléctrica alternativas con el fin compensar la electricidad que se deje de entregar al sistema las centrales hidroeléctricas.

“En este abanico de opciones, las renovables no convencionales jugarían un papel importante de no ser por los retrasos en la entrada en operación”, dijo la líder gremial.

Agregó que en pleno fenómeno se necesitarán nuevas fuentes de generación como las renovables, y que el sector tiene en programación 80 iniciativas agendadas para que arranquen a entregar electricidad entre 2023 y 2024.

“Pero el 65% de estos proyectos tiene trámites pendientes ante diferentes entidades del Estado. Se debe hacer la articulación para que se le den más celeridad a los permisos, así se habilitarían cerca de 3.300 MW de electricidad limpia, de las cuales 1.280 MW entrarían en operación a finales de 2023; y los 2.050 MW restantes en el 2024 con lo que se atendería la demanda en 1,8 millones de colombianos en momentos en que El Niño estará en pleno apogeo”, agregó la líder gremial.

Registros de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), con corte al pasado 31 de marzo, indican que son 10 proyectos de energía eólica los que se están desarrollando en La Guajira; así mismo que cada uno de las iniciativas registra un retraso significativo en su montaje y todo parece indicar que la mayoría no cumplirá los tiempos de entrada al Sistema Interconectado Nacional (SIN).

Entre los proyectos eólicos relevantes en esta zona y que presentan atrasos en su ejecución por problemas sociales con las comunidades está Alpha, iniciativa que desarrolla la multinacional portuguesa EDP Renovables y que registra un avance del 25,31%, lo que significa un retraso del 74,69%; también está el parque JK2 de AES Colombia, con un avance de obra de 21,09%, es decir, un rezago del 96,4%, y Windpeshi de Enel con un atraso del 65%.

Contingencia

En diversos escenarios, Manuel Maiguashca, fundador de Cerrito Capital y experto en temas energéticos, ha señalado que a diferencia de lo sucedido con los anteriores fenómenos de El Niño, hoy el país posee una matriz de generación diversificada.

El consultor afirma que se pueden aprovechar los recursos hídricos cuando se tiene el agua, pero a medida que eso se va a agotando por los cambios de clima, salen las plantas térmicas a ofrecer el respaldo y, por eso, Colombia ha tenido esa resistencia en los últimos 30 años.

Sin embargo, el último fenómeno de El Niño que se presentó en el país entre 2015 y 2016, y que puso en jaque el sistema eléctrico, dejó la enseñanza de que es necesario diversificar la matriz de generación con diferentes tecnologías.

“Se debe tener un plan de trabajo y de seguimiento coordinado por el Ministerio de Minas y Energía, tal y como ha sucedido ante situaciones climáticas complejas en el pasado. Herramientas como la Comisión Asesora de Coordinación y Seguimiento a la Situación Energética (CACSSE), que no solo involucra al sector eléctrico sino al climático con el Ideam, son pertinentes para que se haga la correcta planeación y así anticiparnos a situaciones retadoras”, explicó Natalia Gutiérrez, presidenta ejecutiva de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen).

La líder gremial –además– dejó en claro que el fenómeno no significa que las hidroeléctricas dejen de generar, lo que sucede es que su esquema de operación se regula, incluso desde antes que inicien los periodos de sequía. “Esto se da porque la generación térmica complementa al sistema cuando la capacidad del recurso hídrico disminuye”, indicó.

Y recalcó que el parque hidroeléctrico genera, incluso en periodos de sequía, y “debe hacerlo para honrar sus compromisos comerciales y de respaldo al sistema (cargo por confiabilidad)”.

Gutiérrez indico además que, con el marco normativo actual, las empresas han realizado las inversiones para tener los activos disponibles y responder a sus obligaciones de energía firme pero la realidad es que el sistema se estresa y ahora más, por el atraso de proyectos. “Esta situación y el mensaje de alerta, se lo hemos transmitido al gobierno, pues debemos trabajar juntos para preparar el manejo de situaciones adversas”, señaló.

Las térmicas como respaldo

En una temporada de intenso verano, como la que se avecina, el nivel de los embalses que alimentan de agua a las centrales hidroeléctricas comienza a descender rápidamente, comportamiento que no es de semanas, sino de días.

“Riesgo de desabastecimiento inmediato no hay, pero los podría haber en el segundo semestre. Hay tiempo de reaccionar y, por ello, lo que se ha recomendado es que se empiece a reservar más agua y utilizar más las termoeléctricas, las cuales se están usando unos 50 gigavatios (GW) día, que es casi el 30% del total de la demanda”, señaló Alejandro Castañeda, director de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg).

Ante el panorama, el Gobierno nacional tiene en sus cuentas a las plantas térmicas, las cuales están preparadas para entrar como respaldo y cubrir el déficit en la oferta de electricidad para atender eficientemente la demanda.

El hecho llama la atención en momentos que el Ejecutivo promueve a fondo su política de transición energética, en la que la descarbonización es el eje central; sin embargo, un número representativo de centrales térmicas desarrollan su operación con carbón.

“Este parque representa el 50% de la energía en firme del país, lo que significa que en los momentos más duros de verano o de sequía, las centrales termoeléctricas sirven de respaldo para ofrecer esa energía que dejan de generar las plantas hidroeléctricas”, dijo Castañeda.

El líder gremial recalcó que estos complejos están listos porque utilizan de muy buena manera el cargo por confiabilidad, al tiempo que todos los mantenimientos se han hecho, y las expansiones se vienen concretando, incluyendo la ampliación de Termocandelaria y Termocaribe 3 que estarán en servicio antes de terminar el primer semestre de este año.

Actualmente, el país tiene 30 centrales térmicas activas cuya capacidad instalada es de 5.710 MW, de las cuales 12 operan con gas natural, nueve con carbón, cuatro con combustibles líquidos, cuatro con gas natural-líquidos, una con gas natural-carbón y una con GLP.

El director de Andeg subrayó que, ante un escenario de El Niño prolongado y en el cual las térmicas suplan la reducción de la energía hidráulica, se requiere que ningún factor impida su funcionamiento, y, por el contrario, se les facilite el acceso permanente a los combustibles que necesitan para generar la electricidad.

“Lo que le hemos dicho al Gobierno es que la alerta está, lo que toca hacer es tener mucha coordinación desde el punto de vista del suministro de gas, carbón o combustibles líquidos”, dijo Castañeda.

El gobierno se alista

La ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, afirmó que el país está preparado para afrontar El Niño. La funcionaria explicó que las reservas hídricas están en un 58,25% a corte al pasado 16 de abril, lo que las ubica por encima del promedio de los últimos 20 años. “La referencia actual es de 60,21%, cuando en este momento el Gobierno esperaba un 46,76%, es decir, se superó la senda en un 13,4%”, dijo.

Así mismo, frente a la inquietud sobre la generación de energía durante el fenómeno climático, la ministra recordó que los generadores de energía reciben en promedio $500.000 millones mensuales por el concepto del cargo de confiabilidad, y desde 2006 hasta la fecha este monto ya suma $68,3 billones, con lo que se busca precisamente evitar situaciones adversas como la que se avecina.

“El país actualmente tiene una matriz de generación que asciende a los 18,9 GW, un 15% adicional a lo que se tenía en 2015. La capacidad de generación hidráulica es de 12,54 GW, la térmica es de 6,06 GW y las eólicas y solares hoy generan 0,40 GW. De esta forma, Colombia afrontará El Niño en 2023 con proyectos de fuentes no convencionales incorporándose al sistema. Así mismo, hay iniciativas menores de 10 MW que pueden tener un potencial de 1,3 GW, más otros megaproyectos que pueden sumar 4,5 GW adicionales”, explicó Vélez.

La jefe de la cartera minero energética indicó que también se han adoptado una serie de medidas adicionales para asegurar que las generadoras estén listas ante este fenómeno climático. “Estamos visitando los diferentes complejos de generación en el país y los estamos acompañando para que hagan mantenimientos preventivos”, dijo.

También habría golpe al bolsillo por tarifas

La ministra Vélez afirmó que debido a El Niño por lo general las tarifas suben. “La bolsa de energía es lo que suele aumentar y en ese momento se pone un precio techo, el conocido precio de escasez, que es el máximo en el que se transa la energía”, dijo. Al respecto, Sergio Cabrales, docente de la Universidad de Los Andes, explicó que, “con el fenómeno, las hidroeléctricas van a tener menos agua en sus embalses, lo que implica que van a generar menos energía, razón por la que tocará prender las térmicas todo el tiempo, lo cual va a poner el precio en bolsa mayor y eso tiene un efecto en las comercializadoras de energía”.

Por su parte, Castañeda de Andeg indicó que la entrada del parque térmico generaría incrementos leves porque la contratación de energía en promedio a nivel nacional en el mercado regulado (hogares y comercio pequeño) es del 85%, y a nivel industrial es del 92%. “Del 100% de una tarifa de energía hoy, el aumento sería del 3% o 4%”, indicó.

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