Un fantasma que asustó durante cierto tiempo, una colisión que nadie desearía vivir, un poderosísimo campo magnético y un extraño triángulo
De todo se ve en la viña del Señor. O, en este Universo en expansión, movido y de dimensiones y eventos que por su magnitud casi no caben en la cabeza ni son fáciles de entender.
En el Año Internacional de la Astronomía, diversas agencias y grupos de investigación astronómica han presentado algunas de las últimas imágenes captadas hacia distintas regiones del espacio.
Dos galaxias, NGC 6240, se encuentran en un gran choque que las modificará inexorablemente. De ahí saldrá una enorme.
Un objeto de solo 18 kilómetros, una estrella de neutrones produce una nebulosa que se extiende por más de 150 años luz. En el centro se encuentra un pulsar, B1509, producto de la muerte de una estrella masiva.
Gira sobre sí misEl mo casi siete veces por segundo y libera energía a tal tasa, produciendo un campo magnético 15 billones de veces el de la Tierra, lo que lo convierte en uno de los mayores generadores de electromagnéticos en la galaxia.
NGC 3242 fue considerada una nebulosa planetaria que se conoce como el fantasma de Júpiter, aunque no tiene nada que ver con este planeta. Su descubridor en el siglo XVIII, William Herschel no tenía entonces los telescopios de hoy, creyendo que era un planeta gaseoso como Saturno o Júpiter.
Este fantasma se halla a entre 1.400 y 2.500 años luz hacia la constelación de la Hidra.
M 33 es una galaxia, una de las más cercanas a la nuestra, la Vía Láctea, miembro del Grupo Local de Galaxias. Viajamos juntos en la aventura universal. Y es, pese a que el Universo se encuentra en expansión, alejándose todos los cuerpos, una de las pocas que se acerca hacia la Vía Láctea.
Reside hoy a unos 2,9 millones de años luz, hacia la constelación del Triángulo, por lo que recibe ese nombre.
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