Como las oportunidades las pintan calvas, no dudó en sacar su cámara y comenzó a fotografiarlo... "pero a uno le da ese miedo tan verraco de ver ese animal ahí", recuerda.
De a poco se le acercó hasta tenerlo como a tres metros. El obturador habría disparado 10 veces, "entonces me peló las muelas y me dije: dejémoslo descansar... y yo también me voy para que no me coja la noche".
Gabriel Echeverry cumplía ese día 34 años al servicio de Parques Nacionales Naturales. Le faltaba como hora y media para terminar el recorrido de seis que había comenzado en el campamento de la laguna del Otún.
Había transitado por El Boquerón, África, Aguablanca, el Paramillo del Quindío y el río Toche en esa función que repite una y otra vez: vigilar que no haya nada anormal en el parque, en esas alturas donde el frío cala en los huesos y la brisa hiere la piel.
Unos 600 metros después de cruzar el Toche, ese río que desciende 520 kilómetros y confundido ya con el Bermellón, somete sus aguas al Magdalena, se encontró con un campesino.
-Don Gabriel: por acá estoy viendo un animalito todo raro.
"Bajé con él y ahí estaba: era un puma, Puma concolor , encima de un árbol, parado sobre una rama sobre el llamado cañón de la quebrada Canalón".
¿Qué tan frecuente es la presencia de este gran felino en el Parque Nacional Los Nevados? No se sabe, pues no existe un programa que lo establezca en este ni en otro sitio del país. Sólo datos puntuales, reconoce Luz Dary Acevedo, profesional de Vida Silvestre de Parques Nacionales Naturales.
El programa de grandes felinos es sometido hoy a revisión en el Ministerio del Medio Ambiente para ser puesto en ejecución.
El puma es uno de los grandes gatos de Colombia. Se le halla de Norteamérica a la Patagonia, adaptándose a distintos hábitats, desde las nieves perpetuas hasta tierras bajas.
Aunque no es un animal muy común, en el país se tienen registros de su existencia en 22 parques del sistema.
"Es la primera vez que veo uno por acá", aclara Echeverry. Y la primera que se fotografía en alta montaña, agrega. El encuentro sucedió a unos 3.850 metros sobre el nivel del mar.
"No había más, era el único. Estoy seguro de que era una hembra". El campesino le dijo que andaba embarazada.
El cañón de Canalón está situado en jurisdicción de Anzoátegui, Tolima a una hora de los campamentos de los termales de Cañón, a donde se dirigía Echeverry.
En los recorridos, los funcionarios del Parque realizan control y vigilancia. Que no haya nadie en son de caza ni encendiendo fuego y que no se transite por senderos no autorizados. "Y que no tengamos invasiones de ganado en el área". De tanto en tanto encuentran a su paso venados coliblancos, dantas y, hacia el Tolima, osos perezosos. También abunda la guagua.
En los últimos tiempos ha sido notoria la presencia de ciertas especies de aves en esas estribaciones por las que no solían aparecer, lo que podría tomarse como evidencia empírica del calentamiento global.
"Diría a ojos cerrados que se nota que hay mejoría tremenda, una recuperación inmensa de la fauna y la flora. Se ha hecho un trabajo muy elegante. Se nota a leguas".
En líos
El puma es una especie en estado vulnerable. La ampliación de la frontera agrícola y pecuaria, que se ha trepado hasta los páramos y la caza por el hombre de animales que son su alimento se constituyen en dos de sus más serias amenazas.
El conflicto se ha exacerbado en los últimos cinco años.
Por su piel, que no está pintada como la del jaguar, no siente presión alguna.
Grandes mamíferos como los osos y los felinos necesitan extensos hábitats para poder cazar, reproducirse y tener refugio. El oso necesita al menos unas 10.000 hectáreas, dice Acevedo.
El puma que encontró Echeverry pudo estar de paso. Con hábitos diurnos y nocturnos, este felino de hasta 270 centímetros de longitud puede desplazare decenas de kilómetros por día. En el área de Otún, solo con unas 400 hectáreas, no tiene posibilidades ni un solo individuo.
La misión primordial de los Parques Nacionales Naturales es brindar un hábitat para la vida. Cómo florece está por verse. Apenas el país empieza a establecer programas científicos que midan el estado de algunas especies priorizadas
Una estrategia en marcha atiende el conflicto generado por depredación del ganado por parte de los grandes mamíferos. Se ejecuta con comités en distintas zonas y con los propios campesinos.
Aunque se levantan diagnósticos, no hay estudios comparativos para conocer si aumenta o no la población. No los habrá en el corto plazo, pues eso requiere recursos.
Los análisis genéticos, por su parte, apenas empiezan a ser considerados en otro gran mamífero, el oso. Se diseñan programas fáciles, económicos y de corto plazo.
Mientras se definen los detalles de estudios que aseguren su supervivencia, los pumas vagan libres por distintas regiones, enfrentándose con mayor frecuencia a la necesidad de pisar terrenos donde el humano manda.
¿Quién perderá? La puma del Parque Los Nevados puede andar tranquila si no desciende más de la cuenta. Gabriel Echeverry, en sus rondas, tratará de asegurarse que todo esté en orden.
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