El principal diario deportivo italiano, La Gazzetta dello Sport, se disculpó por haber publicado una caricatura que mostraba al delantero negro de la selección de fútbol de Italia como King Kong.
Fanáticos españoles imitaron gritos de mono para insultarlo en el partido ante España.
Eso le sucedió a Mario Balotelli, el héroe ayer de Italia con sus dos goles para el triunfo ante el archi favorito Alemania, que le dio el paso a la final de la Eurocopa ante España pasado mañana en Kiev.
Quien ha sido centro de actos racistas, alcanzó incluso a decir antes de comenzar la Euro que "mataría" a cualquiera que le arrojara una banana en la calle y remarcó que abandonaría el campo de juego si escuchaba cánticos racistas.
Ese moreno jugador nacido en Palermo y con origen ghanés, hizo que Italia, un equipo desorientado por los escándalos de las apuestas en la su liga, alcanzara la final tras derrotar por enésima vez a Alemania, que nunca pudo parar el vendaval creativo de Andrea Pirlo , la imaginación de Antonio Cassano y la genialidad de Mario Balotelli.
Alemania llegó a las semifinales como favorito tras ganar cómodamente todos sus partidos, pero nuevamente cayó ante un oponente al que no ha podido vencer en ocho enfrentamientos en torneos importantes.
Y fue Balotelli, criticado en los primeros partidos de la fase de grupos por fallar ocasiones claras de gol, el hombre implacable frente a los germanos.
El técnico de Italia, Cesare Prandelli , había dicho que soñaba con una "tarde mágica" en el Estadio Nacional de Varsovia y Balotelli, más conocido ahora como "Súper Mario", le hizo realidad ese sueño.
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