x

Pico y Placa Medellín

viernes

3 y 4 

3 y 4

Pico y Placa Medellín

jueves

0 y 2 

0 y 2

Pico y Placa Medellín

miercoles

1 y 8 

1 y 8

Pico y Placa Medellín

martes

5 y 7  

5 y 7

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

6 y 9  

6 y 9

Más fácil cae un mentiroso (en las urnas) que un cojo

  • Ana Cristina Restrepo Jiménez | Ana Cristina Restrepo Jiménez
    Ana Cristina Restrepo Jiménez | Ana Cristina Restrepo Jiménez
21 de junio de 2011
bookmark

Jamás me he pintado los labios mientras conduzco. Nunca he robado una uva exhibida en el supermercado. Soy incapaz de atrasarme en el pago de una cuenta del celular. No sé lo que es dormirme en una conferencia...

Créanme, por una razón muy simple: todos decimos mentiras.

No conozco un estudio científico que establezca la correlación entre los exámenes finales en las universidades y la repentina hospitalización y muerte de las abuelas: "Profe, no te traje el trabajo porque mi abuelita está gravísima en la clínica". Pero a la hora de fantasear soy insaciable: las calamidades ficticias nunca me cansan. Alguna vez, una alumna me salió con una historia sobre un intento de secuestro, la cual se derrumbó a medida que progresaban mis preguntas. Terminamos a las carcajadas, y le dije: Por tu imaginación, te mereces una segunda oportunidad. Sobre un papel, hazme una descripción pormenorizada de lo que me acabas de relatar.

"La primera de todas las fuerzas que dirigen el mundo es la mentira", escribió sin agüero Jean-François Revel, en " El conocimiento inútil ".

"¡Auxilio!, ¡viene el lobo!, ¡viene el lobo!"?

La decadencia de la mentira es una realidad evidente. Más que por el miedo -tan humano, a ser engañados-, su descrédito obedece a factores culturales de hondo arraigo, como la religión: todos señalan con desprecio al mentiroso (al que cae, claro), como a un traidor de la especie.

Nos rasgamos las vestiduras y "condenamos" la mentira, pero pagamos por ella. Vamos al cine para que Hitchcock, Scorsese y Coppola nos digan mentiras. En la librería, nos metemos la mano al dril para leer las de Juan Gabriel Vásquez y Antonio Ungar...

Y, yendo más allá, a estos genios de la mentira -en el sentido que le atribuyó Oscar Wilde, o Mario Vargas Llosa (" La verdad de las mentiras ") - los premian.

Nosotros, "los de a pie", también tenemos nuestra forma característica de premiar a otro tipo de mentirosos: los políticos (casi tan peligrosos como los publicistas). En las urnas depositamos un billete del Banco de La Ingenuidad, con la denominación "100% confianza".

No por su nariz sino por su lenguaje, es fácil detectar a los pinochos: sus muletillas más frecuentes son "futuro", "esperanza", "transparencia", "empleo" y, la palabra de oro: "paz".

Mentiras poéticas: "Bienvenidos al futuro" (César Gaviria).

Mentiras repetidas: "Vamos a meterle el hombro a nuestras ciudades, para mejorar su seguridad y su movilidad (?)" (Juan Manuel Santos).

Mentiras descaradas: "Si entró dinero del narcotráfico en mi campaña presidencial, fue a mis espaldas" (Inolvidable "pastorcito"? de elefantes).

Entre otras, arrancó en serio la contienda electoral. La mentira es (por excelencia) una de las armas del animal político. La sinceridad en el discurso no es precisamente el rasgo distintivo de nuestros candidatos.

Entre tantas mentiras bien inventadas basadas en realidades mal entendidas (verbigracia: "¡convertiremos a Medellín en una nueva Barcelona!"), esperamos al atrevido que poco hable, pero cumpla.

A veces, ni el cojo ni el mentiroso caen. Pero, con todo, la justicia, coja, caída? llega.

Con respeto por el espíritu de Nietzsche, me atrevo a "retocar" sus palabras: Lo que me preocupa no es que me sigas mintiendo, sino que pienses que te estoy creyendo.

As bajo la manga: Por estos días sí que duele, de manera especial, la ausencia de Andrés Escobar Saldarriaga.

¿Buscando trabajo?
Crea y registra tu hoja de vida.

Te puede interesar

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD