x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

LOS EMAILS INTERMINABLES

  • LOS EMAILS INTERMINABLES
01 de agosto de 2014
bookmark

¿Tú no revisas el email?, me preguntó hace unos días un niño de mi clase cuando puse el teléfono celular sobre el escritorio. Y es que en la pantalla, el número dos mil recuerda los mensajes pendientes por abrir. Todos los días reviso mi cuenta varias veces pero no doy abasto para leer o clasificar lo que entra. En un día normal y para dar un ejemplo, recibo los boletines de prensa de las instituciones israelíes o palestinas que necesitaba cuando era corresponsal en Israel. Hace unos días y de forma inusual recibí un mensaje enviado por una mujer inglesa que trabaja en el Ministerio de Salud de Hamás en Gaza. Cuando le pregunté si en su hospital se escondían milicianos en combate capaces de arriesgar a los pacientes, me preguntó: ¿vives en otro planeta?

Aquel día y junto a ese mensaje, estaba el boletín noticias de la comunidad judía italiana, un extracto bancario, el reporte de millas acumuladas en viajes, el anuncio de un supermercado que me avisa cuando están en promoción las frutas. A la lista se suman los cursos de la embajada francesa, titulares de prensa y mensajes a una mujer que tiene una dirección de cuenta similar a la mía. Al final de la bandeja y camuflados entre tanta información, había mensajes queridos: el saludo de un amigo gallego, una pregunta de un colega periodista, la programación del jardín infantil de mis hijas y la carta de un lector.

Debo reconocerlo: ya no doy abasto para contestar y clasificar cada mensaje. Y no es algo que me pase a mí, es una situación generalizada entre compañeros de trabajo y amigos. Algunos más enredados que yo me dicen días después de su no respuesta: Sí sí, vi tu mail.

Atrás quedaron esos tiempos cuando al correo solo escribían las hermanas, amigos, el novio o editores de revistas. Desde entonces, la cosa ha llegado hasta tal punto que ya recibo mensajes en idiomas no estudiados y hasta de hoteles en países sin visitar. El frenetismo y las ganas de responder rápido me han llevado a cometer imprudencias. Hace unos meses le escribí a una amiga y por error lo envié con copia a un conocido con el que no hablábamos hace mucho. Me enteré de mi torpeza cuando él respondió: "me alegra saludarlas y espero que haya travesuras la próxima vez. Pasen rico".

Esther Dyson, experta en temas de tecnología escribió hace poco en The Atlantic que los emails se han vuelto inmanejables y más en ámbitos laborales. Y es que muchas veces quien envía un correo piensa erróneamente que el tiempo del destinatario es libre o flexible. "Cada email demanda una tarea, algo que leer, responder, una cita que agendar, una cuenta por pagar". Por eso ya se piensa en mecanismos para detener la pesadilla: filtros, métodos de clasificación o cobrar por permitir el envío a usuarios determinados.

En 2011, la empresa alemana Volkswagen desactivó los correos electrónicos de sus empleados después de su horario laboral para evitar recargas. Los franceses, defensores del tiempo para la cultura o el ocio, también lo tienen claro: desde mayo de este año la ley prohíbe enviar emails de trabajo después de las 6 p.m.

¿Buscando trabajo?
Crea y registra tu hoja de vida.

Te puede interesar

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD