De los 28 hipopótamos que están registrados en el Parque Temático Hacienda Nápoles, hay seis que deambulan por fuera del lugar, expulsados por la misma manada por asuntos de territorialidad.
Si bien los que están en el parque "viven en un paraíso", bien alimentados y cuidados, constituyen una bomba de tiempo.
Así lo definió Michael Knight, experto conservacionista de Sudáfrica, con más de 28 años de ejercicio profesional en la conservación de rinocerontes negros y blancos, elefantes e hipopótamos, y quien asesora al Gobierno en el manejo de estos paquidermos.
"Los 28 hipopótamos son un grupo considerable pero aún manejable. El problema está en su rápida reproducción que, al ser exponencial, se convierte en una bomba de tiempo", aseguró Michael Knight.
En lo que va corrido de este año han nacido seis crías, pero, según explicó Jorge Caro López, gerente de la clínica veterinaria Zoomanía, experto en animales salvajes y Veterinario en Jefe del parque temático, el próximo año podrían ser 18.
Jorge Caro, Michael Knight y Peter Morkel, el otro experto sudafricano profesional de Ciencias Veterinarias, especialista en la captura y traslado de animales salvajes en África y coordinador de rinocerontes de la Frankfurt Zoological Society, en Tanzania, tienen claro que estos mamíferos, como especie invasora que son, representan un gran peligro no solo para los humanos, sino para la fauna y flora nacionales.
"Las especies invasoras son la segunda causa de deterioro de la biodiversidad nacional, después de las presiones antrópicas, explicó Fernando López, director de la Regional Bosques de Cornare e integrante del comité interdisciplinario que estudia el caso.
Los otros miembros del comité son representantes del Ministerio de Ambiente y Vivienda Territorial, Corantioquia, el CES, la Fundación Vida Silvestre Neotropical y el Parque Temático Hacienda Nápoles.
Controles
Si bien las conclusiones de los análisis se conocerán la próxima semana en Bogotá, los expertos coincidieron ya en varias alternativas a seguir.
En primer lugar, hay que censarlos y ejercer un control de natalidad. Para ello existen varias opciones como la castración, anticoncepción o separación de ejemplares de acuerdo con su sexo.
Así mismo, es imperioso asegurar a los animales delimitando un área (entre 30 y 200 hectáreas, cifra por definir), con rieles fuertes, cercos tupidos, electricidad y se estudia si estas medidas se complementan con fosos de 4 metros de ancho por tres de profundidad.
El confinamiento se reforzaría con el aumento de pastos para asegurar la alimentación y evitar que tengan que salir a deambular en las noches.
El tiempo apremia.
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