Aunque se identificó con una cédula falsa, los agentes que lo investigaban y lo ubicaron en Envigado estaban seguros de tener en frente a Jesús David Hernández, alias "Chaparro", un jefe de combos que se convirtió en segundo al mando de la facción de "La Oficina" liderada por alias "Sebastián".
La captura de este hombre de 34 años, uno de los delincuentes más buscados y por quien se ofrecía una recompensa de 200 millones de pesos, se produjo la noche del viernes en un edificio de Envigado. Pero solo hasta el pasado sábado a las 2:00 p.m. la Policía confirmó su identidad en el Instituto de Medicina Legal en Medellín.
Su detención por parte de la Policía Antinarcóticos y la Policía Metropolitana se produjo en cumplimiento de seis órdenes de captura vigentes por los delitos de homicidio, y concierto para delinquir.
No obstante, las autoridades lo consideran responsable de unos 50 asesinatos en Medellín y el Área Metropolitana en los últimos tres años.
Las autoridades supieron de alias "Chaparro" desde hace unos cinco años, cuando empezaron a ascender en las estructuras de "La Oficina" mandos medios como Ericson Vargas Cardona, alias "Sebastián" y Maximiliano Bonilla, alias "Valenciano", así como sus hombres de confianza.
Con la entrega, desmovilización, muerte y extradición de los máximos jefes de "la Oficina" como alias "Rogelio", "Danielito", "Berna" y "Yiyo", alias "Sebastián" y "Valenciano" asumieron el poder de esta organización criminal.
"Este sujeto (alias "Chaparro") era un mecánico que pasó muy rápido a integrar un combo en Caicedo hasta convertirse en su jefe más visible. Este grupo hace parte de la facción de alias "Sebastián", indicó un investigador judicial.
El grupo delincuencial al servicio del narcotráfico que lidera Hernández, como es catalogado por la Policía y la Fiscalía, aparece en las reseñas judiciales como dedicado al homicidio selectivo, extorsión en el sector comercial, residencial y rutas de buses del barrio Loreto de Medellín, venta de estupefacientes, además del hurto en la modalidad de fleteo en diferentes sectores del Área Metropolitana.
Cuando en medio de la lucha por el poder empezó la confrontación entre las facciones divididas de "La Oficina", alias "Chaparro" adquirió protagonismo al incorporar al servicio de esta facción a unos 100 combos delincuenciales, en especial en las comunas 8 y 9, para disputar el poder y las rentas criminales de la extorsión y el microtráfico con los combos del ala rival de "Valenciano".
Además de ser el supuesto jefe de sicarios y el responsable de proveer armas a los combos, Hernández adquirió importancia en la organización criminal de alias "Sebastián" como cobrador de deudas y extorsiones.
Pero fue el caso de la desaparición y posterior asesinato de Diego Alejandro Mejía alias "28", uno de los jefes de la banda La Unión, que delinque en Itagüí y de tres jóvenes mujeres del municipio de La Estrella, en junio de 2009, lo que convirtió a Hernández en uno de los delincuentes más buscados por las autoridades en Antioquia.
Durante el juicio al mayor Luis Augusto Manrique Montilla, quien fuera comandante de la Policía de Itagúí, el destituido oficial confesó que tras detener un vehículo en el que se movilizaban alias "28" y las jóvenes, se las entregó a Jesús David Hernández, alias "Chaparro" en el sector de Industriales.
La versión sobre la suerte de las jóvenes fue que fueron asesinadas y sus cuerpos arrojados al río Cauca.
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