El destituido presidente de Paraguay, el izquierdista Fernando Lugo, dijo este viernes que respetará la decisión del Congreso de apartarlo del cargo, aunque advirtió que la democracia está "profundamente herida" en su país.
Lugo, sometido a un veloz juicio político acusado por mal desempeño, agradeció a sus colaboradores y pidió que las manifestaciones en su favor se hagan en paz.
"Fernando Lugo no responde a clases políticas, no responde a la mafia ni al narcotráfico", dijo el exmandatario en el Palacio del Gobierno, en una crítica referencia a opositores de derecha que se unieron para votar su destitución..
Nuevo Presidente
El nuevo presidente de Paraguay, el lideral Federico Franco, prometió este viernes entregar el poder a su sucesor electo en agosto del 2013 respetando la democracia, tras asumir en reemplazo del socialista Fernando Lugo, que fue destituido por el Congreso acusado de mal desempeño.
Franco, quien era vicepresidente, dijo también que dará prioridad a la ayuda social y buscará usar la abundante energía eléctrica que produce Paraguay para favorecer la industrialización.
"Vamos a continuar todo lo que se hizo en este período que se haya hecho bien (...) Vamos a dar un énfasis especial a la industrialización", dijo Franco, tras asumir la presidencia en la sede del Congreso, dominado por derechistas que combatieron duramente a Lugo.
Juicio Político
En tiempo récord y con abrumadora mayoría, el Senado destituyó al presidente Fernando Lugo en medio de protestas de simpatizantes del mandatario que se mantuvo casi cuatro años en el poder pese a las críticas de sus detractores y el padecimiento de un cáncer linfático.
Lugo fue destituido en una sesión que se extendió por cinco horas y menos de un día después de que la Cámara de Diputados solicitó un juicio político en su contra por mal desempeño de sus funciones.
La votación fue de 39 a favor, 4 en contra y 2 ausentes de los 45 senadores que integran la Cámara Alta.
El vicepresidente Federico Franco, de 49 años, militante del oficialista Partido Liberal Radical Auténtico y médico de profesión, asumirá el mando para completar el periodo de gobierno de cinco años hasta agosto de 2013.
"Terminó el circo", dijo el exministro del Interior de Lugo, Rafael Filizzola, senador del socialista País Solidario, quien en un último intento por salvar la destitución de Lugo pidió 72 horas de receso. Pero su propuesta fue rechazada.
En las afueras del edificio del Congreso, en la Plaza de Armas, los adherentes de Lugo intentaron llegar hasta el Parlamento para repudiar a los senadores pero las fuerzas antimotines los reprimió con chorros de agua e incursión de la caballería policial.
Un grupo de jóvenes socialistas de la organización She Kuerai (estoy fastidiado, en idioma guaraní) realizaron una sentata frente al ingreso del edificio de la vicepresidencia para no permitir la salida del nuevo mandatario Franco, pero éste ya había abandonado el lugar anticipadamente. Los manifestantes fueron dispersados por los antimotines.
"Aquí terminó la atención al pueblo pobre. El gobierno quedó nuevamente en manos de la derecha, la oligarquía de siempre", dijo Antonio Fernández, un humilde vendedor de baratijas.
En tanto, Giselle López llorando acusó a los policías "por el ataque policial contra nosotros. Ni siquiera nos movimos de la plaza pero vinieron a golpearnos con los chorros de agua, incluso los periodistas fueron lanzados al piso".
En uno de los salones del palacio de Gobierno, el canciller venezolano Nicolás Maduro declaró en conferencia de prensa que estuvo al lado de Lugo "observando el final del juicio político y opino que esto tendrá consecuencias para el Paraguay, aplicaremos seguramente la claúsula democrática de Unasur referente a la defensa de la democracia", en alusión al eventual aislamiento internacional.
La rápida destitución del mandatario fue "una nueva modalidad de golpe de estado", apuntó Maduro.
Lugo, de 61 años y enfermo de cáncer linfático, siguió el desarrollo de su juzgamiento -por el cargo de mal desempeño en sus funciones- en el palacio de gobierno a través de la transmisión televisiva.
Asumió el poder el 15 de agosto de 2008 luego de ganar las elecciones de abril de ese año desalojando del gobierno al Partido Colorado que llevaba 60 años de hegemonía política.
Gobernó por 3 años, 10 meses y 7 días.