Dos billeteras con siete tarjetas de crédito dejadas en el interior de un vehículo y guardadas sigilosamente en una caja fuerte, a la espera de que el dueño vuelva por ellas, dan fe de la seguridad y honestidad con que se brinda el servicio en el parqueadero El Hangar, ubicada en las afueras del aeropuerto José María Córdova.
El pasado martes este usuario llegó con mucha premura, al igual que muchos otros, y dejó el carro abierto. Como es costumbre, luego de que pasa la hora pico de entrada de usuarios, los empleados procedieron a hacer un recorrido para revisar que los carros estuvieran bien cerrados, pero encontraron el de este cliente abierto.
El empleado le informó al administrador y le pidió que bajara, pues había dentro unas billeteras y un celular. Antonio recogió los objetos y los guardó en la oficina, en una bolsa sellada, a la espera de que el cliente llegue de viaje para entregárselas.
Este parqueadero fue el primero que llegó, hace cerca de dos años y medio, a hacerle "competencia" al interno del aeropuerto, pero hoy ya son seis los que ofrecen este servicio, cuyos principales ganchos son parqueo cubierto, más económico y con transporte incluido hasta y desde el José María Córdova.
"Es mucho más económico que en el aeropuerto o que subir en taxi en el que son mínimo 110 mil pesos la subida y la bajada", expresa Daniel Agudelo uno de los usuarios más antiguos de El Hangar.
También, agrega que es mucho más favorable que en el aeropuerto donde cobran el día a 17 mil pesos más IVA y es muy confiable. "En todo el tiempo que llevo utilizando este parqueo nunca se me ha perdido nada, porque incluso siempre dejo las llaves para que me laven el carro".
En promedio un viajero que llega en su vehículo se gasta en ida y regreso 50 mil pesos, si deja el vehículo un solo día en el parqueadero del aeropuerto, mientras que en los externos es 10 mil pesos menos.
Algunos ofrecen servicios adicionales de montallantas, lavada y lubricada. También cuando el carro se queda sin batería porque el usuario deja el vehículo muchos días, le prestan un cable de iniciado.
En el parqueadero Palomares un valor agregado del servicio es que cuando ajustan el cuarto día le regalan la lavada del carro.
Sin embargo, dice Antonio, que aunque la oferta de parqueaderos ha crecido bastante hay clientela para todos. Prueba de ello es que hace apenas diez días se abrió un nuevo parqueadero, La Glorieta, con 80 celdas cubiertas y 40 descubiertas, y se encuentra en ampliación para otros 80 pues ya se mantiene a tope, aunque todavía no ha tenido que dejar ningún cliente sin servicio por más lleno que esté se busca donde acomodarlo.
"Se podría pensar que estamos dejando el del aeropuerto sin usuarios, pero no, también permanece lleno", asegura Antonio.
Explica que es que son clientes diferentes, que allí llegan quienes van a recoger a alguien que llega de viaje, por lo que no se demoran mucho, mientras que ellos, aunque también brindan servicio por horas, la mayoría de clientes son de 24 horas y hasta de mensualidades.
Antonio Palacios concluye que estos parqueaderos lo que están proporcionando es que más viajeros lleguen al aeropuerto en sus vehículos particulares, porque además de ser más económico, también resulta más cómodo.
Advierte que quienes se están viendo afectados son los vehículos de servicio público, pues están perdiendo clientes.
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