Quizás el golpe que le propinó al juez César Penagos a la altura de la costilla derecha, como consta en el informe arbitral, durante un partido Tolima-Envigado, en Ibagué, en octubre del año pasado y en medio del calor de la competencia, lo sintió más él que el propio agredido.
Juan Fernando Leal acaba de cumplir 30 años de edad y de padecer la sanción más larga de su carrera deportiva que lo dejó por fuera de las canchas durante ocho meses.
El mediocampista cuenta que vivió días aciagos, en una situación que afectó a su familia porque no tenía con qué cubrir los gastos del hogar, pues durante varios meses no recibió salario. También supo que tenía pocos amigos. Ahora se le nota más tranquilo y, según él, fortalecido interiormente después de muchas reflexiones y de intentar ponerle orden a su vida.
Luchador, guerrero y de temperamento fuerte, extrañó los entrenamientos, la competencia y el ambiente de las concentraciones. Vivió su propio infierno del que, dice, salió con la ayuda del Medellín que le abrió sus puertas y lo rodeó de cariño.
¿Cómo se siente hoy, en este nuevo arranque de su carrera deportiva?
"Bien, gracias a Dios. Estoy progresando cada día, rodeado de un excelente equipo para pensar en cosas importantes. Me siento contento, porque los compañeros, el cuerpo técnico y los directivos creyeron en mí. Me tienen confianza".
¿Qué fue lo que más extrañó durante el receso obligado que tuvo?
"Muchas cosas, pues yo vivo de esto y me gusta entrenar, jugar y compartir las concentraciones. Por fortuna todo pasó y me siento feliz de estar en una institución grande, ser tenido en cuenta por el técnico y aprovechar este respaldo que me brindan. En esas circunstancias todo es duro y complicado, son muchos meses sin sueldo y se resiente la familia, porque uno tiene un ritmo de gastos alto. La clave es no perder la cabeza, estar tranquilo y ser consciente de que el fútbol es de todos los días. Aquí estoy, preparándome de la mejor manera. Gracias a Dios cuando llegué al DIM no estaba tan mal físicamente, me puse a tono en la pretemporada y por eso me tienen en cuenta".
¿Llegó a pensar en retirarse del fútbol y buscar otra opción de vida?
"Uno sabe lo que tiene y hasta cuando pueda voy a luchar para mantenerme vigente en el fútbol. Creo que aún tengo capacidades y talento para brindarle a este equipo. Jamás me desesperé, pensando en recuperar la confianza de la gente con trabajo y ganas".
¿Quién se le acercó y ayudó durante la sanción?
"Son pocos los amigos, pero los que tengo son de corazón y siempre estuvieron ahí. La clave es ser fuerte mentalmente. Conozco bien al Medellín, a sus directivos y al cuerpo técnico. Todos me abrieron los brazos en un momento duro para mí. Estoy agradecido con ellos y con lo único que les puedo pagar es entrenando bien, jugando de la mejor manera y demostrando lo que sé en la cancha".
Seguro que jamás volverá a cometer un acto de esas características...
"Son errores que cuestan mucho, me equivoqué y de todo eso aprendí. Ahora estoy más maduro y pienso diferente. Hay que aprovechar los años que me quedan en el deporte para bien de mi familia".
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6