Pasear por Colombia es cada día más seguro y agradable. Hace unos días salimos desde Bogotá hacia Barichara, uno de los pueblos coloniales mejor conservados del país. Se encuentra cercano a Venezuela, en el Departamento de Santander del Norte. En el camino nos detuvimos a visitar a la Virgen de Chiquinquirá, patrona de Colombia, y en varios pueblitos paramos a degustar sus especialidades, como son, las longanizas de Sutamarchán, las hormigas culonas de San Gil, o las cebollitas agridulces del Socorro. En pocas horas llegamos a Barichara, su localización entre montañas y ríos de gran caudal lo hacen un lugar ideal para aventuras de ecoturismo o simplemente se puede disfrutar del pueblo hermosamente detenido en el tiempo de la colonia.
Nuestra aventura comenzó el primer día. Después de desayunar con tamal, arepa santandereana, quesillo de cabra y chocolate artesanal, salimos dispuestos a recorrer la legua y media que separa Barichara de Guane. Nos tomaría unas dos horas a pie por uno de los "caminos reales" aún transitables. El camino comienza en la glorieta "Piedra de Bolívar", parte alta de Barichara. Desde el primer momento se abre ante nuestros ojos una vista espectacular, se divisan a lo lejos, en toda su majestad, los picos de la Cordillera Oriental, salpicados por pueblos y veredas de los cuales se destacan los entejados de barro y las torres de las iglesias. En el fondo del cañón brilla, como una enorme serpiente, el caudal del río Suárez.
Los diez primeros minutos de la caminata son los más pesados, el terreno baja empinado, se debe tener gran cuidado, hay que negociar cada piedra y cada paso. Luego, el camino se torna ondulado y agradable, con abundante sombra de árboles cargados de barbas y bromelias, tan característicos de Santander. Lo más sorprendente es la gran cantidad y variedad de mariposas; contamos, sin exagerar, más de 15 especies, entre ellas Monarcas y Thomson, inclusive nos deleitaron las hermosas mariposas de enormes alas azules, conocidas como mariposas de Muzo.
Aquí habitaron los indios guanes, quienes usaron esta trocha mucho tiempo antes de la llegada de los conquistadores. Los españoles la convirtieron en Camino Real y, como tal, fue usada por soldados y arrieros. Por ella se colonizó esta rica zona. En 1866 el Estado Soberano de Santander contrató al alemán Von Lenguerque para mejorar el camino con el propósito de utilizarlo en el comercio del tabaco, ya de gran importancia en la región. En sus bermas surgieron fondas y negocios para dar reposo, alimentación y proveer de vituallas a los viajeros. Este Camino Real recorría desde Santa Fe de Bogotá hasta Barrancabermeja, pasando por Socorro, Barichara, Guane y Zapatoca, además de muchas veredas y algunos puentes. De aquel camino hoy solo nos queda una trocha regularmente tenida, llena de historias y leyendas que nos cuentan quiénes y cómo fuimos.
A nuestra llegada a Guane encontramos un pequeño pueblo de gentes amables, calles empedradas y muros blancos recién pintados con cal. En buseta regresamos a Barichara a disfrutar la tarde explorando iglesias, callejuelas, fábricas artesanales, el cementerio, en fin, tratando de reencontrar la historia de este hermoso pueblo.
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