Con pitos y mensajes de protesta, conductores y propietarios de cerca de 190 buses de las rutas 171, 173, 174 y 176 de Belén, se concentraron ayer en La Alpujarra, como señal de rechazo a la entrada en operación del metroplús, en diciembre.
Durante dos horas, entre las 9 y las 11 de la mañana, los transportadores defendieron su derecho al empleo, pues temen que la anunciada salida de circulación de, por lo menos, 606 buses, sea la forma de acabar con un negocio del que han vivido durante 60 años.
Cesar Mauricio Muñoz, conductor de la ruta 171 de la empresa Coonatra, se mostró preocupado ante la posibilidad de perder su empleo.
"Llevó más de 10 años trabajando en esto y no sería tan fácil encontrar otra ocupación" dijo.
Su preocupación va más allá pues, comentó, son unas 20 personas las que dependen económicamente de su vehículo entre alistadores, mecánicos y montallantas.
Aaron Cabrera, representante de la Asociación de Transportadores del Valle de Aburrá (Asotransvaa), organizadora de la concentración, aseguró que de no llegar a un acuerdo con la administración municipal están dispuestos a realizar un paro indefinido.
"Queremos operar el metroplús y de no ser así exigimos que nos indemnicen porque muchas familias dependen de este negocio", subrayó Cabrera.
Además, indicó que la inseguridad y el cobro de vacunas son un problema para los transportadores.
"Pedimos seguridad y movilidad. Sobre este tema ha habido muchas inconsistencias y no podemos asumir los desaciertos de la administración", puntualizó el líder.
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