Durante cuatro horas el senador liberal Juan Manuel López Cabrales, investigado y detenido por sus presuntos nexos con las autodefensas, ratificó su oposición a las Auc y su enemistad con el extraditado jefe paramilitar Salvador Mancuso.
De pie, en el atril ubicado diagonal a los magistrados de la Sala Penal, López Cabrales narró en detalle los atropellos de los fue víctima por parte de los paramilitares, entre ellos el secuestro que fue ordenado por Carlos Castaño, momento en el que según López, vio por primera vez al desaparecido jefe de las Auc.
Apoyado en gráficas, el senador ejerció su derecho a la defensa. En cada una de ellas López hizo un pormenorizado recuento de la forma cómo se desarrollaban las campañas políticas en el norte del país. A la par de estos argumentos, siempre mencionó la trayectoria política de su familia, el más mencionado, su tío Jesús María López, ex gobernador de Córdoba.
Detalles
Las cifras de votos durante las elecciones en las que participaron familiares como Jesús María López, también estuvieron presentes siempre tratando de sustentar el por qué de su avance en las elecciones.
Los asesinatos de dirigentes del movimiento de mayorías liberales también hicieron parte del discurso de López Cabrales, quien con interrogantes, directamente relacionados con las versiones entregadas por Mancuso Gómez, quiso desvirtuar lo manifestado por el ex paramilitar.
No en vano Mancuso es el único testigo de peso que la Corte tiene contra López Cabrales.
Esta diligencia continuará este martes, cuando el senador retomará su recuento para tratar de probar que nunca hizo pactos con las Auc, que el nombramiento de Manuel Troncoso, cuñado de Mancuso en la Secretaría de Salud de Córdoba no fue con su aval, ni gracias a su omisión, tal como lo dijo el Procurador delegado ante la Corte la semana anterior, cuando solicitó la absolución de López por la firma del Pacto de Ralito, y la condena por dicho nombramiento.