Las mujeres embarazadas, por obvias razones, merecen una consideración especial. Ellas, por su mera condición de mujeres y llevar en sus vientres un nuevo ser, deben ser tratadas con toda la delicadeza del caso.
Pero de esto parecen no ser muy conscientes muchos conductores de bus, que una vez las señoras se suben y les pagan, de inmediato arrancan el automotor.
Pero aún más desconsiderados los pasajeros que no les ofrecen el puesto.
No es solo en los buses, en ciertas ocasiones se da en el metro, aunque en este sistema de transporte masivo es más excepcional.
El civismo y la caballerosidad son las actitudes que se deben adoptar en estos casos.
Pico y Placa Medellín
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